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15 de marzo de 2012

Que si recortes, que si inútiles

Me acabo de encontrar con esta noticia, que, junto a otras y experiencia personal, me acaba de hacer explotar.

La sanidad catalana deberá pagar 300.000 euros a una mujer que acudió 150 veces a urgencias (link)

La noticia, en resumen, dice que a una mujer se le hizo en 1984 (casi 30 años) una ligadura de trompas, y desde aquella ha estado quejándose, con dolores y tal. Durante este tiempo acudió 150 veces a urgencias, y tras, entre otros, un diagnóstico de “hipocondríaca con cancerofobia”, fue a una clínica privada, donde le descubrieron un pólipo y más cosas que realmente le causaban dolores. Y ahora un juez acaba de decir que tienen que pagarle un pastizal por no saber usar el servicio sanitario.
Hace un tiempo leí una noticia de una niña pequeña que había muerto en un hospital de Coruña por un mal tratamiento, tras diferentes ingresos y rutas por urgencias, por una neumonía (o pulmonía, algo así).
Veamos.

Las urgencias son, tal y como su nombre indica, para urgencias. Un ataque al corazón, una apendicitis, un ataque de asma, un accidente de tráfico, un hueso roto, etc. Cosas graves, urgentes, que no pueden esperar a ser tratadas. Unos dolores continuados durante más de 20 años no son motivo de urgencia, una niña que empieza con un catarro no es para ir a urgencias. Y más en el caso de un niño, que necesita un especialista propio (llamados pediatras).
Mi padre trabaja en urgencias. No es médico, pero tiene que hacer turnos de noche, está con los médicos y hablan entre ellos. Cuando le pregunto qué tal las guardias, me suele contestar “mucha gente, ni un solo enfermo”. Actualmente, y desde hace unos años, pasan el día y la noche trabajando atendiendo a tonterías que no son de urgencia. A lo mejor durante la noche viene una embarazada pariendo, o un señor mayor con una insuficiencia respiratoria. Pero si atienden a unas 70 personas en 17 horas (es un servicio rural, no está en una ciudad, en las ciudades hay más gente), a veces, con suerte, 4 fueron enfermos.
Las gripes, los esguinces, la tos, los catarros, las gastroenteritis, etc., pueden esperar. No son urgencias. Para esas cosas existe un servicio, llamada Atención Primaria, en la que un médico, siempre uno y siempre el mismo para cada persona, te atiende. Un médico que te hace un seguimiento, que tiene un historial en el que va apuntando todo lo que te va pasando para poder mejorar los diagnósticos. Yendo a urgencias solamente consiguen aliviarse ese problemón puntual que tienes. Ahora creo que están empezando a pasar los datos a un historial general, pero salvo que luego vayas al médico de cabecera y se lo digas, a él no le consta que te ha pasado eso.
Por eso, si esta señora durante 30 años tuvo dolores, pudo ir la primera vez a urgencias. Pudo ir la segunda. Incluso, si tiende realmente a la hipocondría, la tercera. Y luego, aunque no le duela en ese momento, debería haberse pasado por el médico de cabecera, y comentarle “oye, que me han hecho un ligamiento de trompas, y hace X tiempo que me duele, en urgencias me dicen que no es nada, pero a mí me duele”. Entonces, aunque el médico de cabecera tiene un tiempo limitado por paciente, puede hacer las exploraciones necesarias, dar un tratamiento, o derivar a un especialista, y luego hacer un seguimiento. Si tras X tiempo los dolores siguen, como sabe que ese paciente tiene ese problema desde hace tiempo, se plantearía más cosas que es solamente para llamar la atención.
Si la niña que murió en Coruña (y siendo una niña y estando muerta es duro decirlo) en vez de ir a urgencias a las 10 de la noche espera a las 8 de la mañana y va al pediatra, éste le hubiera suministrado el tratamiento adecuado (no el incorrecto como hicieron en urgencias), o la hubiese derivado a un sitio donde sí pudieran tratarla bien. Lo que no pueden hacer los padres es esperar a que la niña esté jodida y luego andar llevándola de punto de urgencias a punto de urgencias, donde la verán médicos sin especialidad en niños y actuarán instintivamente, no científicamente. Porque si además alguno de ellos le dice a los padres que no es su competencia, que la lleven a un pediatra, aún posiblemente tengan la cara de plantarle una reclamación o una denuncia. ¿Resultado? Niña muerta.

Porque además, hay tantísima gente acudiendo a urgencias, ya no solamente sin ser urgencias, si no sin estar enfermos (crisis de ansiedad, cortecitos, picaduras de mosquito, narices que sangran un poco, y he visto movilizar una ambulancia por una conjuntivitis) que los médicos están empezando a pasar de los que vienen con cuentitis. O es urgente, o como personas, cansadas de que se abuse de ellas, hacen un control rutinario, sin darle importancia porque el paciente normalmente va exagerando, y los despachan rápido, porque a la cola tienen a otros 10 con más cuentitis.
Quien está para esas cosas no urgentes, que aunque duelan y molesten pueden esperar (repito: gripes, tos, gastroenteritis, dolores varios, etc.) está el médico de cabecera. Tiene más tiempo para atender, tiene un historial, y está para eso. Los de urgencias no. Los de urgencias no están para darte un antigripal, los de urgencias están para sacarte de una parada cardíaca.

Pongamos, por ejemplo, mi alergia primaveral. Yo tengo alergia tipo primaveral (me pican los ojos, tengo mocos, estornudo mucho) durante todo el año. Cuando me da más fuerte tomo medicamentos para ayudarme a pasarla, pero se puede dar el caso de que un mes venga más fuerte que de costumbre, y las pastillas que normalmente tengo no me hagan nada. Es muy fácil ir a un punto de urgencias, hacer cola durante un tiempo, y contarle a un médico de urgencias (sin ser mis ojos llorosos y mocos una urgencia) que mis pastillas no me hacen nada. Entonces, me preguntará qué tomo y me dará algo más fuerte. Si esas pastillas que me dio no me hacen nada, puedo volver a urgencias. Me atenderá otro médico, le contaré que las otras pastillas no me hacen nada, y me va a dar otras. Que a lo mejor son las primeras que tomaba que no me hacían efecto.
Si me aguanto durante unas 12 horas más (que somos humanos y los malestares son parte de la vida, por una alergia, por una gripe o por algo así no nos vamos a morir, podemos aguantarlos durante un tiempo más) voy al médico de cabecera, que fue quien me diagnosticó la alergia en noviembre de hace 7 años y sabe más o menos cómo funciona la mía. Las pastillas que me dio no funcionan, me dará otras más fuertes. Y si no funcionan, sabrá que fui, que no funcionaron, y no me dará las mismas de antes porque sabe que no le estoy mintiendo, que realmente las primeras no me hacen nada. Y como en poco tiempo las medicaciones no me han funcionado, a lo mejor se plantea un tratamiento un poco más gordo, al que le hará seguimiento.

Aún vi el otro día en Cuatro un Callejeros sobre urgencias colapsadas. Estos días estoy viendo en Twitter noticias de las urgencias de Coruña con pacientes en camillas en los pasillos (no tengo tele para comprobarlas). Es cierto que falta personal, pero siempre ha faltado. En las urgencias donde trabaja mi padre se queda, toda la noche, para un cupo de 10.000 personas, un enfermero y un médico. Es insuficiente a todas luces (¿y si tienen que hacer un desplazamiento y viene otro enfermo?), y hay toda carencia de refuerzos en fechas clave (fiestas, fines de semana, verano y demás vacaciones). Pero lo que en ningún sitio se ha comentado es el abuso del servicio por parte de los pacientes. Sí, están colapsadas. Hay un montón de gente, no hay médicos o enfermeros suficientes para atender a toda esa gente, y tampoco hay sitio donde atenderlos. Lo que no dicen es que a lo mejor el 70% (y creo que más, pero por no escandalizar demasiado) no deberían estar ahí. Que ese 70% de pacientes hacinados no necesitan un servicio de urgencias y que pueden esperar y hacer cola para un médico de cabecera. Entonces, el problema se trasladaría a la atención primaria, pero allí no hay gente a la que le está dando un infarto que tiene que esperar a que te pongan una tirita o te den un antigripal.

La gente no sabe usar el servicio sanitario. Y a base de esta clase de abusos, de desconocimiento, y en casos, de egoísmo, se está estropeando el sistema.
Es muy fácil criticar que hay poco personal, que no hay espacio o que no hay material. Es más difícil decirle a la gente que están actuando mal y en masa, y así es normal que haya estos problemas. Es muy fácil decir que los médicos son unos inútiles, que cómo después de más de 20 años esa mujer seguía con dolores. Es más difícil decirle a la señora que durante todo este tiempo actuó mal y acudió a quien no tenía que acudir, y que si tuvo dolores, no tienen que indemnizarle nada, porque actuó mal.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Aplauso gigante a la pantalla (espero que te llegue).

Qué puedo añadir que no hayas dicho... En mis prácticas he visto de todo. A primera hora de la mañana habían porrazos de tráfico (cosas normales por las que ir a urgencias, joder), pero a media mañana se empezaba a llenar aquello de abuelos y, hala, urgencias saturadas. Recuerdo, en especial, a una chavala que fue a urgencias una mañana porque, ojo, le dolía la cabeza... Y no quería que le pusiera medicación. De locos, ya ves.

En fin, al menos, que contraten (por lo que me toca), ya que el personal pasa de usar las cosas en condiciones. Besos^^