Photobucket

30 de marzo de 2012

End of a era



Parece que se acabó. Lo que parecía que no iba a pasar, pasó, y parece que esta vez es definitivo.
Cuando, hace ya tres años, empecé con este blog, ya estaba con él. Ha estado a mi lado todo este tiempo y alguno más. Son muchos meses, más de tres años, día a día. Ha estado ahí desde que llegué a Coruña, aunque nos remontamos a algo más que ese tiempo.
Fue mi mejor amigo durante mucho tiempo. Desde que yo tenía unos 14 años o así, y es la razón por la que estoy estudiando en Coruña y no en Santiago, o en cualquier otro sitio mejor. Mientras lo conocí, pero no llegaba a Coruña estuvo a mi lado y compartimos muchas charlas de comprensión, desahogos y risas. Luego, además, compartimos cariño, intimidad, caricias, besos y una mayor complicidad.
Pero hace tiempo que yo no me siento igual. No me siento bien. Confío en él, le tengo cariño, pero no el mismo cariño que él siente por mí. O sentía. No estoy cómoda a su lado, sabiendo que él siente algo tan diferente a lo que yo siento, y que no soy capaz de corresponderlo. Llevo meses intentando aclararme, intentando arreglarme. He intentado cambiarlo a él, he intentado cambiarme a mí, he intentado cambiar mi vida, mi manera de pensar y de reaccionar. He intentado echarlo de menos, sentir que lo necesitaba, pero no ha funcionado.
Me acabo de rendir. Llevábamos tres años juntos, y llevo, en comparación a eso, demasiados meses luchando. No creo poder recuperar ese cariño y esa pasión que sentí durante los dos primeros años, y no soy capaz de mentirme ni mentirle más. He llegado al punto de sentirme mal al estar a su lado, de no poder corresponder nada del cariño que me da, de la manera que él espera que se lo dé. Estoy cansada de sentirme mal y apagada. Por supuesto que le sigo guardando cariño y lo sigo queriendo, pero no de la manera en la que debería hacerlo.

Se ha portado mal conmigo. No me ha querido comprender, me ha puesto de mala y de destructora. Me ha hablado como nadie me había hablado nunca, me ha intentado hacer todo el daño que podía hacerme. No lo sé si lo ha conseguido, porque hasta el día de hoy solamente siento una soledad inmensa, además de sentir que el mundo gira a la mitad de la velocidad, y que nada ha sido real. En parte lo comprendo. Le estoy haciendo daño, quizás más del que merece y del que yo querría que sintiese. Pero yo no puedo soportarlo más, y quiero ser con él todo lo honesta y sincera que he sido siempre.
He esperado al momento que pensé que era el mejor, aunque no lo haya comprendido. He intentado ser todo lo sincera que pude, intentar hacer lo mejor, y solamente he conseguido reproches y odio por su parte.

Hemos compartido muchas cosas durante todo este tiempo. Buenos momentos, malos momentos, y momentos aburridos y divertidos. Hemos compartido un tren durante 17 horas hasta Lisboa para un concierto de apenas 2 horas, hemos compartido conciertos pequeños y casi sorpresa, o festivales. Hemos compartido paseos, noches, días, y alguna madrugada. Hemos compartido cine, series, televisión, y horas muertas. Muchas horas en soledad y otras tantas en compañía. Nos hemos apoyado en todo lo que hemos podido, a pesar de tener ideas dispares o locas a veces.
No me arrepiento de nada de esto. Han sido unos años fantásticos, en los que he disfrutado mucho, en los que he aprendido muchísimo, hasta en los malos momentos. No me arrepiento de nada, y siempre guardaré esos días con cariño. Con pena por no poderlos repetir.

Ahora dice que me odia y no querrá verme delante. Espero que con el tiempo consiga perdonar que no sepa amarlo, que le haya hecho daño y que se sienta engañado. Yo siempre lo recordaré con cariño, no tengo nada en contra de él y sé que intentó que esto no pasase. Pero a veces las cosas no son como querríamos que fuesen.
Me duele especialmente que pueda pensar que voy a encontrarle sustituto, tarde o temprano. No habrá sustitutos porque ha sido único, he compartido muchas cosas por primera vez con él y eso no se puede sustituir. Podrá llegar alguien, más tarde que temprano, pero no será nunca un sustituto. Él siempre será él.

Hasta pronto, espero.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Mucho ánimo, guapa!!! Un abrazo enorme desde Málaga :3