Photobucket

30 de mayo de 2013

De vuelta

Estaba empezando a ser tradición en este blog, hacia finales de mayo, publicar entradas sobre cuentas atrás que terminan, nervios por Expotaku y esas cosas... pero este año ni me ha dado tiempo. La preparación para Expotaku fue intensa, más de lo normal por no tener piso en Coruña, y mi estancia allí fue más larga que de costumbre. Luego, nos pasamos durante el evento y estuve un par de días hecha mierda, afónica y todo. Y ni me dio tiempo de venir a contarlo aquí. Así que hago un resumen rápido:
Este año Expotaku fue de viernes a domingo (24, 25 y 26), pero yo llegué a Coruña el miércoles por la tarde. Lunes, martes y un cacho del miércoles los pasé casi infartando en casa, corriendo de un sitio a otro para acabar de juntar el material que necesitaba, y parecía que siempre había más cosas que hacer. Pero el miércoles, por fin, justo antes de comer, conseguí terminar todo lo que tenía pendiente. Incluso me sobró un poco de sitio para meter comida y mi padre me dio un cachito de empanada para merendar/cenar el miércoles en Coruña.
Fui ese día porque mi padre trabajaba el jueves y no me podía llevar por la mañana (por la tarde teníamos que montar), y con las cajas encima no podía ni coger un bus ni dejar que nadie me llevase. Durante la tarde del miércoles Iris terminó de hacer cosas en fimo, yo me puse a leer y terminé la trilogía de Los Juegos del Hambre (en su casa iba a libro por día); durante el jueves arreglamos algunas cosas en su casa, hicimos comida para todo el edificio y por la tarde fuimos con Ana a empezar a montar en el recinto.
Según la hoja de contratación del espacio, nos darían unas mesas de 180x80cm, aunque dimos por supuesto que nos pondrían las mesas de los años anteriores, de 240x120. Nuestra sorpresa (y la de la organización cuando llegaron el jueves por la mañana al recinto) al ver que el ayuntamiento les había dejado mesitas de 120x60. Es decir, un cuarto de lo que habían prometido. Incluso saqué una foto de mi caja con el material para prepararla encima, y es tan grande como la caja.
Hablamos un momento con la organización, y nos dijeron que podíamos llevar nuestras propias mesas. Iris tenía la suya, Ana tenía la suya, y yo me podía quedar con alguna de las que les sobraran. Es decir, Ana tenía la suya y una de las pequeñas, Iris solamente la suya, y yo la que me tocaba a mí y a Iris. Al final, con este arreglo, todas teníamos el espacio que necesitábamos. Yo me quedé en el recinto montando mientras iban a las carreras a buscar sus mesas, y cuando llegaron yo ya tenía casi todo listo (anda que no me llevó tiempo montarlo y ordenarlo todo...).

El viernes por la mañana empezó el salón. Sigo sin saber para qué abren el viernes tan temprano si hasta media tarde no viene nadie nunca. Es más, a veces no sé para qué abren el viernes, si aquello fue casi un desierto. El sábado sí hubo bastante gente, y el domingo medio y medio. Antes de comer había poquita, pero se llenó por la tarde.
Personalmente, no me puedo quejar de cómo me fue. Por un lado, lo pasé de miedo gracias a la compañía que llevé y a la gente que conocí allí. No tuve grandes momentos de aburrimiento ni horas muertas, como otros años y otros mercados. Además, me fue genial en las ventas, mucho mejor de lo que esperaba. Tanto que vendí casi todo y salvo milagro no voy a tener material para ir a Hobbycon con stand, como tenía pensado. Creía que iba a vender la mitad en Expotaku y la otra mitad en Hobbycon, pero la gente tuvo más ansias de las que creía. Estoy tramando para ir igualmente a Hobbycon con amigurumi, pero tiene que darme luz verde la organización. La propuesta ya está en sus manos, cuando me respondan lo contaré.
Otra de las cosas que hicieron único este Expotaku fueron los problemas que tuvo un amigo con su ahora ex novia, y las horas posteriores que pasé con él hablando, dentro del recinto, en casa de Iris, el domingo cuando nos escapamos del recinto y nos fuimos a detrás de Espacio Coruña... tampoco creo que sea algo que deba venir a contar aquí, es algo que va a quedar entre nosotros dos, y a quien le estuve comentando lo que yo pensaba y tal, ya lo sabe. Pero él también fue parte de este Expotaku, y aunque en una situación un poco menos alegre, también conseguimos tener unos momentos de pasarlo bien.

El domingo mi padre y mi hermano vinieron a hacerme una visita, y de paso bajarme con las cajas a casa. Dicen que no, pero en el fondo les encanta el frikismo y no pueden evitar pasarlo bien en sitios así. Mi padre se acabó comprando una camiseta de Sheldon llamándole a Penny a la puerta, y mi hermano haciéndome chantaje para que le teja un Creeper. Frikis los dos.
El lunes lo tuve de recuperación, afónica y con la espalda y piernas doloridas, el martes de volver a la consciencia, ordenar lo que me llevé y así, y el resto de la semana me he estado poniendo al día con el estudio (tengo el examen final de Gramática II en una semana). A lo que me lleva que llevo dos días cabreada con las profesoras hijas de puta que llevan la asignatura y que parece que están haciendo todo lo posible para que suspenda. Pero no quiero contarlo aquí. Es algo que quiero pasar, olvidar y no volver a recordar nunca más.
De momento, me quedo con lo bien que lo pasamos en el Expotaku este año (a pesar de que la organización fue la peor de las 3 ediciones que he vivido) y de los planes que estoy maquinando para julio. Hice fotos, están colgadas aquí.

Tengo el blog bastante parado, lo sé y lo digo en cada entrada que escribo. La verdad es que me estoy dando cuenta de que, aunque tenga cosas que contar (como las horas previas a marcharme a Coruña), ya no me apetece tanto escribirlas. Estoy en una época poco dinámica, muy repetitiva, y es posible que me relaje con este blog durante unas semanas más.

13 de mayo de 2013

Lo de cada mayo

Desde hace tres años, ¿qué pasa cada mayo? Vienen los exámenes y viene Expotaku. Y este mayo no iba a ser diferente.

Efectivamente, los exámenes se vuelven a acercar corriendo, sin darse cuenta, queda un mes, queda menos de un mes, quedan 15 días... pero esta vez no tengo esa sensación de pánico que tenía a mitad de mayo estos años pasados. Este año tengo solo un examen, para que el que ya estudié hace unos meses, y que suspendí por chorradas, de manera que solo tengo que ampliar conocimientos (sobre todo en la descripción de conceptos, nada complicado) y corregir un par de cosas. Entraré en pánico cuando queden horas para el examen, pero de momento lo estoy llevando con tranquilidad y seguridad. Con la seguridad de quien tiene que aprobar sí o sí. No porque tenga que hacer el máster el próximo año y tenga que aprobarlo obligatoriamente, sino porque voy a liarla parda como no me aprueben. Además de burocráticamente, fuegamente.

Me preocupa más otra otra cosa que tengo pendiente para mayo, y eso que estoy intentando controlarme y de momento solamente he tenido un total de diez minutos de pánico, repartidos entre varios momentos. No ha habido nada tan gordo como el año pasado cuando me di cuenta de que no tenía bolsas, para nada.
Lo estoy llevando bien. Haber pasado tantos meses tejiendo que tengo material de sobra, por lo que por eso no estoy agobiada. No me he marcado metas o una temática en la mesa exigente, por lo que tampoco eso me preocupa; además de que estoy aprovechando muchas cosas que ya tenía hechas o listas de otros mercados. Me marco pequeños trabajos diarios para terminar algunas cosas y poco más; hago cosas expresamente para el Expotaku, tanto de tejer como de preparar la mesa para presentarme, pero no me agobio, ni es obligatorio, no paso el día dedicándome a ello.
La organización está siéndolo todo. El haber tenido tiempo de tejer para tener muchas cosas preparadas me está dando el colchón de tranquilidad que necesitaba para preparar cosas concretas sin tener prisa ni presión. Además, tengo muy reciente toda la investigación que hice para el blog de Enemy Dolls de cómo prepararse para un mercado y no estoy muy oxidada. Sobre todo en el sentido de que no voy a hacer listas extensas de material para repasarlas mil veces para darme cuenta de que no falta nada por incluir.

Los pequeños ataques de pánico vienen cuando me doy cuenta de que no me queda azul tipo Monstruo de las Galletas (¿Y VOY A IR CON SOLAMENTE UNO?) y que acabé los mosquetones (Y ALGUNAS COSAS PEQUEÑAS TENDRÁN QUE IR CON UNA ANILLA DE LLAVERO NORMAL SIENDO GRANDES), por lo que no es nada grave. Aún tengo que acabar de pintar uno de los expositores y luego tengo que cambiarle el pie a los dos para que dejen de ser penosos. Solamente tengo que adivinar cómo ponerles el pie, porque el material lo tengo elegido. Y tengo que acabar de pintar una caja y barnizar otra, y todo listo.
He estado pensando en cambiar la manera de mostrar el nombre de Enemy Dolls, pero no lo tengo decidido y no es algo crucial. Quizás use lo que estaba llevando ahora (las letras en cartulina) y busque una manera de mejorarlo para HobbyCon (si es que algún día abren inscripciones para hadmade xD). También me dan pequeños ataques de pánico cuando pienso en ello, pero no es importante ni decisivo, así que me duran 30 segundos.
Sin embargo, un tema que sí me está agobiando un poco es que necesito un par de macetas como mínimo (porque ya tengo preparadas dos plantas, aunque me gustaría poder preparar más) y no las doy encontrado. Todas las que veo son demasiado grandes. Yo necesito dos pequeñas, como las que vienen con los cactus pequeños, y parece que no existen, o que no existen sin plantas dentro. Encontré, después de dar muchísimas vueltas, que en el Ikea tienen unas pequeñas, de barro o algo similar, de colores, del tamaño perfecto... pero tienen planta dentro. Y no soy capaz de comprar una planta por la maceta y tirar la planta. Seguiré buscando. El siguiente paso es ir a preguntar a floristerías si tienen macetas que les sobren, o si me las pueden conseguir o algo.

En fin, el tiempo se acaba. Quedan 10 días para Expotaku. La recta final. Entre Iris, Ana y yo tenemos analizada a la “competencia” a la vez que la “compañía” que tendremos esos días en la zona no comercial. Hay amigurumi, pero no lo llego a ver como competencia. No hay actividades sobre amigurumi (aunque me aseguraré de que en HobbyCon las haya), aunque me sorprendería.
Los planes para ir están más o menos definidos. Tengo que subir el 22, porque así me puede llevar mi padre con el coche y las cajas que necesite (si me llevase otra persona tendría que llevar máximo dos cajas y una mochila, y aunque espero no necesitar más de eso, sería incómodo) y el 26 me vienen a buscar de nuevo al recinto y ya duermo en casa.

Tengo ganas de que llegue. Tengo ganas de que se acabe la espera y pasar tres días haciendo el friki rodeada de gente que me hace sentir muy poco friki, tanto que casi estoy fuera de lugar. Tengo muchas ganas de que llegue HobbyCon y poder vivirlo por fin, después de tantos meses de espera. Tengo ganas de que llegue el verano, los festivales, los mercados, el haber terminado la carrera, y volver a estar con Gerardo, a pasar festivales y mercados con él, y tengo ganas de todo.

Poco a poco. De momento, 10 días para que empiece, y unos 15 para pasar el examen y poder disfrutar de todo eso sin remordimientos de conciencia ni apuntes que leer una vez más.