Photobucket

26 de agosto de 2012

Cocinitas: limonada, tostadas de tomate y pizza de verduras

Llevo un par de días en la cocina haciendo cosas, y con ganas, cosa que nunca me había pasado. Y no son solo galletas, sino comida “de verdad”.

No sé por qué ni desde cuándo (debo tener alguna deficiencia de alguna vitamina), tenía antojo de limonada. Mi padre tiene una huerta, y como la teníamos sin usar, un amigo suyo, ya jubilado, pasa el día allí, cultivando cosas. Como mi padre no le quiere cobrar alquiler, a veces nos deja en la puerta de casa unas bolsas enormes con cosas que saca de allí. Normalmente son lechugas, pimientos, algún tomate, zanahorias... y como hay un par de limoneros, a veces nos carga de limones. Me crucé con una receta “sencilla” de limonada en Pinterest y quise probarla.
Sin embargo, fue un fracaso. La receta decía que partiese 2 limones (ecológicos, para que la piel no tenga pesticidas) en cuatro trozos, los machacase con la batidora, y a lo que quedase, le echase un litro de agua, y no me acuerdo qué cantidad de azúcar. Me sonaba raro, pero así lo hice.
Para empezar, tuve que partir los limones en trozos más pequeños porque la batidora no daba hecho. Además de que quedó muy espeso (y eso que le acabé echando casi medio litro de agua) y tuve que andar con una olla y un colador grande para que escurriese todo. Pero por encima en un litro de agua aquello era un ácido mortal, y acabé dividiéndolo en dos jarras haciendo en total dos litros de limonada. Como todavía no sé cuánto azúcar necesitan (y no me fío ya de lo que diga la receta xD) voy echando azúcar en el vaso cuando me la sirvo.
Y después de todo, no está tan buena. No tiene el puntito ácido que esperaba de los refrescos de limón, sino que el ácido que te deja en la boca es casi corrosivo, da igual cuánto azúcar eche.
Ahí tengo la limonada en la nevera, a ver cuándo me canso de ella xD

Otra cosa que me dio por experimentar, aunque era algo más seguro, fue la cena de ayer. Quise hacerle una foto hipster para dar envidia, pero cuando me di cuenta nos lo habíamos comido todo xD
La idea la cogí en el Muerde la Pasta, y es muy fácil de hacer. Son tostadas con queso y tomate.
Como el pan que teníamos en casa era una barra, la corté en cuatro trozos y luego los partí por la mitad horizontalmente, para tener unas tostadas anchas. Encima de cada trozo eché queso (uno de cuatro quesos para gratinar y para pasta que tenía en la nevera), dos rodajas un poco gorditas de tomate, sal, un poco de orégano y un chorrito de aceite de olive. Lo puse todo en el horno, primero a 130º (sin precalentar), pero como no se daba tostado aquello, lo subí a 180 y lo dejé como 5 minutos una vez hubo alcanzado la temperatura.
Estaba buenísimo (y eso que no me gusta el queso), aunque para la próxima voy a probar a cambiar un par de cosas: lo primero, más queso. Me quedaba poco, pero imagino que con un par de tranchetes y echándole queso rallado por encima al tomate gana más, sobre todo para que el pan no quede muy soso. También voy a cambiar lo del horno, y poner las tostadas de principio a 180º, sin precalentar. Y como siempre, tengo que aumentar mi paciencia, no puedo estar a cada 30 segundos abriendo el horno a ver si está hecho.

Y ahora, que todavía no lo hice pero voy a ello, voy a hacer lo que una tía mía llama “pizza de verduras”. Es mentira, pero así sus hijos la comen. En una base de hojaldre (que compro hecha gracias a La Cocinera) se echa una capa de carne picada (en mi caso sobras de carne asada desfiladas) y otra capa de acelgas ya cocidas. Se mete al horno, imaginamos que a 180º grados como todo, y se espera a que el hojaldre esté hecho. Probé una que había hecho ella, y está buenísima.
Si fracasamos en el experimento o sale bien lo contaré en otra entrada xD

En principio compramos este hojaldre para intentar hacer un timbal/pastel de macarrones, pero salió la idea de las acelgas y los macarrones van a tener que esperar. Lo del pastel de macarrones suena horrible, lo sé, y en el plato tampoco queda bonito, pero es una de las cosas más ricas que he probado nunca xD Quien lo hizo siempre fue mi abuela, y la receta que me contó era un poco “cueces macarrones, hechas algo de queso, lo pones en el horno hasta que esté dorado...”, y lo voy a intentar. A ver si sale algo decente a la primera xD

A la cocina a por el hojaldre!

24 de agosto de 2012

Cobayas que vibran

En teoría a las cobayas no les gustan los cambios y tardan en adaptarse a ambientes o gente nuevas. En realidad creo que no es así, que se adaptan bastante bien, aunque notan los cambios y necesitan un par de días para asimilar los cambios.
En general, son animales con mucho miedo, de por sí. Son presas de todo cuanto animal hay, y huir y escapar son sus únicos métodos de defensa; no atacan salvo por problemas de posesión o territorio. Cualquier cambio en un principio es una amenaza, y necesitan, como es normal, un par de días para conocer su nuevo ambiente y comprobar que no hay peligros.

Por lo que leo a la gente, las cobayas que se compran o adoptan tardan unas dos semanas en adaptarse por completo a su nueva casa; algunas no tanto. En estas dos semanas se acostumbran a los ruidos habituales, conocen a las personas que las manejan, aprenden quiénes les dan de comer, comen de la mano, y dos de las señales que indican que una cobaya está adaptada a su casa: hacen popcorning y ronronean. Algunas duermen con los ojos cerrados, o se estiran y cogen posturas imposibles para dormir, incluso se duermen encima de la gente. He visto que alguna permite que su dueño le dé la vuelta y le rasque la barriga.
A Sally este proceso le está costando más. Empezó a comer pronto de la mano, a poco menos de un mes de tenerla hizo su primer popcorning, pero aunque conmigo parece que estaba suelta y confiada, nunca llegó a estar cómoda delante de otra gente. Con mi ex también se soltaba algo, pero no era lo mismo que cuando estábamos solas. Siempre le tuvo mucho miedo a mi padre, y los fines de semana, solamente con escuchar que se acercaba, se escondía en la caseta, y no salía hasta que se iba. Durante el principio de este verano, cuando volvimos a casa, pasó también miedo. Al principio, se escondía cuando lo escuchaba llegar y mientras estaba delante, pero a base de darle comida, y comida, y darle sobre todo lechuga, empezó a aprender que mi padre no era una amenaza. Entonces, en un primer momento corría a esconderse, pero cada vez que salía del salón se iba a su “esquina de pedir” a pedirle comida, o concretamente lechuga.

Hizo popcorning, aunque no siempre. Hubo épocas en las que no lo hacía, aunque lo comprendo porque vivíamos en malos ambientes y yo tampoco estaba a gusto, y ya me di cuenta de que lo que siento le influye. Aún así, siempre hizo popcorning y corría cuando estaba yo sola, nunca lo hizo delante de nadie. Sin embargo, y me daba envidia porque veía que otras cobayas lo hacían en poco tiempo, nunca ronroneó. Veía que le gustaba cuando la acariciaba (siempre fue difícil cogerla), y a veces estaba mimosa, pero nunca me ronroneó.
Las primeras veces que lo hizo, hace menos de seis meses (y ya tiene los 2 años cumplidos) fue porque a veces tiene días tontos que asocio con el celo, que está sensible y exigente. La verdad, llevamos una sorpresa las dos cuando lo hizo xD
Poco a poco, se fue acostumbrando a hacerlo. Me costó desde el primer día acariciarla, porque escapaba o me atacaba para que no la tocase. Empecé a acariciarla entre los ojos, que le gusta bastante, y fui avanzando poco a poco por la espalda. Pasar de las patas delanteras hacia las traseras le llevó mucho tiempo, pero lo fui consiguiendo (ahora intento bajar hacia la barriga, estoy consiguiendo que se deje, pero escapa así que lo intento y a veces me intenta morder), hasta que, hace unas semanas, encontré un punto, al final de la columna, casi donde debería empezarle el rabo en caso de tenerlo, donde es tocarlo y ronronear al momento.

En los últimos días, ha ido generalizando esto de ronronear. En general, está siendo un verano muy bueno para ella. Salir de ese piso con ese ambiente deprimente nos hizo muy bien a las dos. A los pocos días de llegar a casa, sin haber hecho nada en concreto, salió de su jaula y se puso a hacer popcorning ella sola.
Durante las primeras semanas siguió teniéndole miedo a mi padre, pero se fue acostumbrando a que él le diese lechuga, le diese mimos, y fuese quien le pone la cena antes de irnos a dormir. Y se empezó a encontrar a gusto completamente. Empezó a ronronear también delante de otra gente, y fue aumentando las veces que lo hacía.

Y ahora está en modo vibración. Empezó a relacionar todo lo que le gusta con ronronear, y no para. Sale al sofá conmigo a pedir mimos, y ya viene ronroneando por el camino. Ve que me agacho para ponerle heno, y se pone a ronronear. A veces creo que hasta el sueños se pone a hacerlo.

Me encanta verla contenta. Hago todo lo posible porque sea feliz y esté sana, y me dolía cada día que la veía asustada o que teníamos que pasar en aquel piso. Los últimos meses incluso cerraba la puerta de mi habitación con llave cuando me iba, porque tenía miedo de que entrasen a hacerle algo (así de hijas de puta me las imagino). Llegar a casa, y que en un unos pocos días empezase a hacer popcorning fue quitarme un peso de encima enorme. Y que ahora empiece a ronronear (o a vibrar a veces) me dice que aún tengo que trabajar algo en ella. Sueño con poder ponerla panza arriba en mis piernas y acariciarle la barriga hasta que se quede dormida. Que aunque tenga 2 años siga desenvolviéndose y aceptando cosas nuevas poco a poco me anima a seguir intentándolo.

18 de agosto de 2012

Fotos de la zona de Sanabria

Como dije hace unos cuantos días, estuve una semana de vacaciones con mi familia en Sanabria (Puebla de Sanabria, Puente de Sanabria, Ribadelago, etc.), y me harté a hacer fotos. Voy a compensar las entradas largas-larguísimas que he estado haciendo, y voy a soltar una de fotos. Y qué fotos, aunque renuncio a todo el mérito que puedan tener, puesto que estas fotos se hacen solas. Semejantes ambientes, semejantes paisajes. Una pasada, era espectacular. Pero todo, no solamente un pueblo, o un monte, o un camino. Fueras adónde fueras.

Sin mucho más, las fotos.

Photobucket
Photobucket
De camino, a la altura de Ourense, sacadas desde el coche, el principio de los Ancares.

Photobucket
Puebla de Sanabria, vista desde la entrada del pueblo.

Photobucket
Photobucket
Photobucket
Calles de dentro de Puebla de Sanabria.

Photobucket
Photobucket
El castillo de Puebla de Sanabria desde la carretera que baja al río. La segunda, al anochecer.

Photobucket
Iglesia de Puebla de Sanabria.

Photobucket
Photobucket
Photobucket
Photobucket
Photobucket
Photobucket
Lago de Sanabria.

Photobucket
El monasterio de San Martín de Castañera desde la entrada del pueblo.

Photobucket
Photobucket
Castillo (ahora museo militar) de Bragança (Portugal).

Photobucket
Puebla de Sanabria y el río desde la carretera que va a la estación de tren.

Photobucket

Photobucket
Laguna de los Peces (a más de 1700m sobre el nivel del mar).

Photobucket
Brezo alrededor de la laguna de los Peces.

16 de agosto de 2012

Arriba Rock in Cambre! (tercera parte y cotilleos)

(hoy publiqué dos entradas, la anterior está bajo esta)


Se bajan las luces, se hace el silencio, y se escucha de fondo ruido, como interferencias. Suenan unos carillones, salen a escenario entre gritos y el tenor canta “Exordio generis humani, ab exordio mundi vitae...” y se me ponen los pelos de punta. Gritamos, cantamos, mientras Carlos Escobedo levanta los brazos y nos anima a seguir. Superbia de nuevo para iniciar un concierto.
Se me hizo corto, muy corto, aunque todo fueron temazos. La nube, Eternidad, La araña, Fantasma, Diez años (aunque ahora casi son 20), Cubos, El hombre de hielo, etc. Las míticas del directo, las que hay que escuchar. Aunque se lo tomaron un poco como un concierto de pueblo en el que no había que esforzarse mucho (no trajeron la Ô, ni hicieron la percusión de Fortuna, fama o placer) creo que fue la vez que mejor los vi, que mejor tocaron. Estaban relajados, y aunque tuvieron varios problemas durante la actuación, tenían tranquilidad de sobra para solucionarlos y seguir. Las voces, que últimamente no me acababan de gustar en directo fueron perfectas, y al inicio de algunas canciones tuvieron problemas de afinación o cualquier cosa, y se lo tomaron como “saltad un poco, y ahora repetimos, no pasa nada”; sin agobiarse, ni dejar notar demasiado que era un error.
No les puedo poner un 10 porque no tocaron toda su discografía, pero estuvieron genial. Tampoco puedo decir que fueron de los mejores del festival porque si algo me sorprendió al llegar a casa fue que ninguna actuación (por lo menos de las que vi) fue mala. No hubo malos sonidos, no hubo grupos desastrosos, no hubo ningún músico borracho o puesto que hiciera el payaso y diese la cantada. Pero Sôber genial, y no sé si me gustó más este concierto o el del Rock in Way, y desde luego, más que las otras dos veces que los vi. No tocaron Umbilical por lo que no hubo llorera, pero es que con el setlist que se marcaron no puedo tener ninguna queja.
Volvieron a llenar, y había gente motivadísima. Como soy pequeña y parece que dejo hueco se me puso un chico detrás, sudadísimo de saltar, sin camiseta, y ahí estuvimos los dos todo el concierto. Luego él me motivó a mí y me dediqué a buscarlo entre el público. Me acabó encontrando él, nos saludamos y poco más. Luego lo encontré por Facebook de casualidad y vi que tiene novio, y me expliqué algunas cosas. Porque yo esa noche iba a arrasar.
En fin, terminó Sôber, y yo, de nuevo medio mareada, como cuando terminó Skunk, me fui a sentar a una silla que se habían traído de la zona de comidas del festival (jebis comodones). Sentada, se me acercó un chico-señor y me preguntó por el tatuaje. Resulta que él también tiene uno (en la nuca), aunque desde hace más tiempo que yo, y me lo había visto durante el concierto. Estuvimos hablando, y los conoce desde Morfología, dice que los ha visto en todas las giras y como yo, tuvo un par de ocasiones de hablar con ellos. Le hacía ilusión que alguien más estuviese tatuado, y que le gustase el grupo y así. Debe trabajar en una promotora, o algo de sonido, o un bar, algo así que tiene que ver directamente con la música, y me dejó caer un rumor/negociación que están intentando sacar adelante con Sôber y otros grupos que a lo mejor me hace viajar pronto. :D
Tras Sôber supuestamente iban a tocar The Grit. Son un grupo que conocí el año pasado también en el Brincadeira, y que me gustaron mucho. Sin embargo, veo que a un lateral del escenario vuelve a estar la de Barb Wire Dolls y que quien se va a la batería es el vikingazo de Barb Wire Dolls. Supuse que The Grit no habían podido venir y que habían aprovechado que estos estaban todavía por aquí tras haber tocado el viernes. Y volví a verlos. Qué decir del público, de mayoría masculina, con poca sangre en el alcohol, y una rubia en minifalda haciendo grititos semiorgásmicos. Qué decir que no se pueda imaginar xD



A esas alturas ya me había encontrado con mi hermano entre el público, que iba pegado a la chica esta de todo el fin de semana. Decían que habían venido a ver a Sôber pero no me habían encontrado (aunque suponían dónde estaba), y se quedaron también a ver a este grupo.
Yo anda saltando por ahí adenalítica perdida. Sôber me habían puesto el cuerpo a mil, y no podía pararme quieta. Pasé ese concierto y el resto de la noche saltando sin sentir dolor o cansancio, aunque a esas alturas debería estar hecha un asco y desear meterme en el saco.
Por ahí andaba saltando cuando me encontré con una amiga de Coruña que hacía mucho que no veía. Venía con unos amigos, uno de ellos un baboso que me estuvo comiendo la cabeza largo rato, hasta que le dije que me dejase en paz, que no venía a ligar, venía a escuchar música sin preocuparme de nada más. Dijo que no importaba, que él tampoco iba a eso, pero que le había gustado, pero era mentira porque diez minutos después le estaba comiendo la oreja a otra. Mientras, me cargó con un sombrero blanco que los de Ron Legendario andaban regalando. Normalmente no me gusta llevar cosas en la cabeza, pero me hizo gracia y me lo quedé.
Mientras escapada del tío este, uno chico me llamó la atención y me dijo “hola vecina!”. Uno de mis vecinos de tienda, no los que me despertaron por el tema de las llaves, me había reconocido y saludado. Al principio lo confundí con los de las llaves, pero luego me di cuenta. Se presentó, me presenté, se presentó un amigo suyo que andaba borracho bailando con una cerveza por ahí, y también a un par de chicas que estaban con ellos. Estuvimos hablando un poco, y empecé a notar cómo me buitreaban.
Primero, el amigo de la cerveza. Se disculpaba diciendo que estaba borracho, y me dijo que él era de Coruña pero estaba viviendo fuera por trabajo, y que donde vivía tenía novia, pero que llevaba una semana fuera y se le iban las manos. Lo decía todo junto, mientras me agarraba e intentaba abrazarme, pero a la vez se separaba. Un espectáculo. Cuando conseguía separarse y se iba, mi vecino de tienda venía a contarme otras cosas, y yo lo veía como celoso.
No recuerdo cómo pasó, pero me acabó confesando que él ya se había fijado en mí. El viernes por la mañana, cuando salí de la tienda, me vio y le llamé la atención. Era demasiado diferente al grupo de pijas que tenía en mi grupo de tiendas, y me vio independiente, con las ideas claras de qué quería y no quería. Se quedó muy impresionado cuando me ofreció alcohol y luego tabaco y le dije que no a las dos cosas. Le iba encantando por segundos y yo estaba perdida.
Seguimos hablando, y el alcohol le soltaba la lengua. Yo lo había visto un par de veces, en las tiendas (aunque luego me dijo que realmente por ellas había intentando dormir el viernes, cuando todos decían que había una rave pero yo dormí sin problemas), y luego antes de ver a Boikot en la carpa pequeña. Lo había visto mirarme, pero no le dí importancia. Por lo que me dijo, me había visto en las tiendas y le había gustado, y en la carpa antes de Boikot quiso acercarse a mí y decirme que si estaba sola podía ir con ellos, pero que es tímido y no se había decidido a hacerlo. También por otras cosas que me dijo creo que me llevaba dando vueltas todo el fin de semana, porque había cosas que pensaba de mí que no hubiese pensado en la media hora que llevábamos conociéndonos. En fin, cuando me saludó antes del concierto de Koma fue por un “ahora o nunca”, y fue ese ahora.
El amigo parece que empezaba a entender de qué iba la cosa y dejaba de agarrarme, aunque pasó a decir que qué graciosa era, qué pequeñita. Que le daban ganas de abrazarme a ver si podía rodearme con un brazo, e incluso llegó a cogerme en brazos para comprobar cuánto pesaba. Mi vecino no sé si le hacía gracia o no, si tras hablar con él se ponía celoso del amigo o algo así.
Todo lo que pasó durante los conciertos de Koma, Aerosoul y Display of Power lo tengo bastante confuso. Sé que me quedé con ellos, que estuvimos hablando, que se fueron acercando poco a poco, que en cierto momento mi hermano se volvió a las tiendas, pero no mucho más.
Solo sé que con ellos me encontré muy a gusto. Al contrario que con un señor que tenía a mi espalda, que tenía una pinta rarísima y no parama de mirarme serio. Al principio pensé que tenía instinto protector y estaba controlando qué me hacían o decían esos chicos que parecían mayores que yo, pero luego empecé a pensar que lo que quería era acosarme él y no ellos. No es la primera vez que me pasa en un concierto, que hay algún tío buitreando y otro mayor intenta protegerme (en el concierto de Los Suaves de 2007, por ejemplo), pero nunca los “protectores” me habían dado tan mal rollo.
La verdad, es que con estos chicos me sentí comodísima. Veía que me estaban como buitreando, incluso al amigo borracho se le fuese la pinza e intentase besarme o algo, pero no me importaba. No me sentía buitreada como con el que me regaló el sombrero blanco, ni con otros. Como dije en la entrada anterior, estoy acostumbrada a estar con chicos de 25-30 años, y aunque son un poco mayores que a lo que estoy acostumbrada, entran en esa franja. Con “estar” me refiero a relacionarme, hablar y así, nada más. Y estos chicos, a pesar del alcohol y de que eran casi las 4 de la mañana, me daban mucha seguridad.
No sé en qué momento, pasó lo que suponía que iba a acabar pasando. Mi vecino me abrazó y me besó. Lo digo así de claro porque ya son las 9 de la mañana y no estoy para pensar mucho. Además, necesito decirlo en alto, llevo unos días dándole vueltas, y si normalmente le doy vueltas a las cosas, esta vez es peor porque todo esto vino por él. Total, le dije que no podía, y me separé. Se lo tomó bien, me dijo mil cosas bonitas sobre que merecía la pena, que no quería que me molestase ni hacer nada que me pareciese bien. Se pasó la noche diciéndome cosas bonitas. En algunas tiene razón, en otras creo que no tanta, y en otras, con dos palabras le da la vuelta la raíz de mis problemas y me ayudó a enfocarlos de otra manera. Así, en dos horas que estuvimos juntos.
Para ver el concierto de Koma me adelanté un poco, y noté cómo se me iba acercando por la espalda. Me di cuenta de que el chico necesita algo de cariño. No se me había acercado por nada, y tras el desastre con el niño el día anterior, yo también quería cariño y repartirlo. Tampoco me negué, y acabamos viendo un concierto de la mejor banda tributo a Pantera (dicho por los mismos que formaron Pantera) abrazados, algo que no habría imaginado nunca.


No parece que haya que darle muchas vueltas, no? Que no tengo que comerme la cabeza como lo estoy haciendo estos días, pero es que hay más. Realmente no pasó mucho más entre los dos, no es eso. Siempre me he juntado con chicos mayores que yo, pero aunque este es más o menos igual de mayor que los otros, vive más acorde con su edad. Y eso me impone mucho. Hay cosas suyas que me contó (por encima) que no voy a decir por aquí que me imponen, que me hacen pensar que hay muchísima distancia entre la manera que yo entiendo el mundo y en la que lo entiende y vive él. No me voy a engañar, el chico me gusta. Me parecía guapo durante el fin de semana en las tiendas (y tiene unos ojazos), pero por encima me siento muy a gusto a su lado. Me trató como hacía muchísimo tiempo que nadie lo hacía, y más después de todos los desprecios del arquitecto, del niño, etc. Me gusta, pero es como si me diese miedo investigar más y meterme en líos o en camisas de once varas por ello. Lo estoy exagerando, dicho así parece que anda metido en problemas de drogas o delitos o así, y para nada. Como siempre, exagero, le doy mil vueltas, y total, que estamos a jueves y no he vuelto a saber de él.
Después del concierto de Display of Power fuimos a despedir a una de las chicas que andaban con él (otra cosa que me impuso muchísimo, era su madre xD fue madre adolescente y le encantan los conciertos, y aprovechan y van juntos xD) a un taxi para irse a casa, y de vuelta a las tiendas la otra chica yo la veía enfadada, celosa, y luego me di cuenta de que era ella quien quería ir agarrada de él. Y llegaba yo, una mocosa que en dos horas le tumbaba todo. Se empeñó en no volver a las tiendas, y no hubo manera de convencerla de que no durmiese en el coche. Dijo que bajaría el alcohol, dormiría un poco y luego se iría a casa a acabar de descansar.
Nos volvimos a las tiendas, nos despedimos hasta el día siguiente y por primera vez en todo el festival, me costó dormirme. Eran las 7 de la mañana y el sol estaba saliendo. No sabía muy bien todavía qué había pasado, ni qué iba a pasar. Pero la verdad es que no pasó gran cosa. A las 9 y algo, después de no haber dormido nada, me levanté. Desayuné, empecé a recoger las cosas mientras los de mi grupo de tiendas se iban despertando (volviendo a insistir en cómo tenía tanto aguante xD), y los de las tiendas de al lado también. De allí a un rato llegó el amigo borracho, con otro vaso en la mano, de paseo. Se ve que todavía no había dormido.
Con mi vecino hablé poco, estaba cortado él por los de sus tiendas y yo con mi hermano despierto ya. Cuando ellos acabaron de recoger se fueron, y antes de que se fueran nos despedimos y le di una tarjeta de Enemy Dolls. Le dije que buscase eso en Facebook, y que cuando le diese al me gusta yo lo vería y ya lo agregaría. Para no perder el contacto.
Y estamos a jueves, y aunque la página tiene algunos seguidores más, ninguno es él. No sé si perdió la tarjeta o no encuentra la página. No sé mucho de él, solamente de dónde es, y creo que me suena de verlo saliendo alguna vez por Coruña. Pero no sé mucho más.

Tras recoger ellos, mi hermano me ayudó a doblar mi tienda de campaña, y mientras ellos quedaron recogiendo el campamento criminal que habían montado, yo me fui. Quería coger un bus temprano para llegar a casa a comer, y no podía esperarlos.
Y caminando con un dolor de pies increíble, pero con muchas ganas de otro concierto, de otro fin de semana así, con un fin de noche como el de la noche anterior, subí por última vez la cuesta hacia el recinto de conciertos. Ya no quedaba nadie allí, estaban desmontándolo por dentro y ya habían limpiado toda la acera. Tras dos buses, llegué a las 4 de la tarde a casa, y aunque mientras comía (caliente, por fin) me entraba el sueño, luego me espabilé y seguí despierta toda la tarde.
No tengo apenas fotos. Tengo las cuatro que subí a Facebook, y una de ella es la que tengo de Sôber, movida. Lo que tengo, y que me dan ganas de sonreír cada vez que lo veo, es un vídeo del concierto de Display of Power. No está grabado por mí, está grabado detrás de mí. Y se me ve a mí, a ellos dos, y al viejo que me miraba.
En los primeros segundos se ve cómo el amigo borracho me coge en brazos. Más adelante, hacia la mitad se me ve a mí acabadísima, con el sombrero blanco, al amigo con vasos de cerveza de un lado para otro, y mi vecino no es más que la silueta. A veces se le ve entero, a veces solamente la mano que le sostiene un vaso de cerveza al amigo. El que está en el medio casi estático, con el pelo rizado rubio es el puto viejo que me miraba. Así como mi vecino me abrazó y yo me dejé abrazar el tío desapareció. Este vídeo está hecho antes de eso.

Arriba Brincadeira! (segunda parte)

Son casi las 6 y media la mañana, llevo desvelada desde las 4 y poco y como voy a volver a pasar el día de comida familiar en casa de mi abuela, a ver si aprovecho para seguir con el relato de mis memorias del Brincadeira, que aún quedan dos días intensos.

Me había quedado al acabar el viernes, escuchando a Heredeiros da Crus desde la tienda. No duré mucho despierta, me quedé dormida de nuevo al poco rato, y me trasladé a otra dimensión donde había ruidos, ni gente ni nada que me pudiese perturbar hasta las 8 y media que sonó el despertador. Casi justo cuando había sonado, me llamó Iris por teléfono. Me dijo que se encontraba mal, que tenía toda la pinta de tener otra cistitis, y que si podía ir un poco antes para pasar por una farmacia para intentar conseguirle algo para curarla. Como ya tenía previsto, me vestí, cogí algo para desayunar, cargué la mochila con el neceser y cosas para ducharme en su casa (a esas alturas una ducha caliente era un paraíso) y fui a esperar al autobús. Por el camino me llamó y me dijo que iba a ir urgencias (era sábado) y que ya iríamos juntas con la receta a la farmacia.
Y así empezó mi sábado, en urgencias. Por suerte no había mucha gente y pudimos ir pronto a casa, Iris se tomó los antibióticos y al poco rato ya le iban haciendo efecto. Mientras, yo conocía su piso (que parece que va a ser mi piso durante septiembre), me daba una ducha y conocía a su compañero de piso (vaya pesado xD).
Mi idea para el sábado era ir a ver a Iris por la mañana, comer en el camping, cambiarme y salir para Sada a ver al niño con el que me lié hace un par de meses. Acabé comiendo con Iris y luego tirando para Sada directamente, sin andar haciendo más cábalas de las necesarias con los autobuses y los horarios.
En Sada con él... pff. Se me pasó el tiempo de estar pendiente de quién puede vernos para decírselo a nuestros padres, y fue todo bastante en ese plan. Para estar tranquilos y “protegidos” nos salimos del pueblo hacia el monte, donde acabé con varias heridas en las piernas por andar rebozándome con ortigas. La mano y rodilla izquierdas me acabaron picando hasta bien entrada la noche, y la pierna derecha aún la tengo llena de arañazos de las silvas. Pudimos estar poco tiempo juntos, y no creo que me haya compensado el tiempo de autobús, ni el tiempo de dar vueltas pensando en los horarios. Y así como frase para el recuerdo “quien con niños se acuesta, insatisfecho se levanta”. A ver, admito que en parte es mi culpa. Llevo toda mi vida juntándome con tíos de 25-30 años (incluso cuando tenía 17 años), y no sé qué esperaba de un chaval tan joven. Mientras estuvimos juntos lo pasé bien, pese a tener una sensación de incomodidad por pensar que había ojos espías de su madre -o la incomodidad porque él lo pensase, y no poder sobarlo como pude el día que estuvo en Coruña-, pero me fui con la sensación de que merezco algo mejor y que fui a perder el tiempo. Y cero ganas de repetir.


Quería llegar al festival para ver a Lendakaris Muertos a las 9, o a Kästoma a las 10 y poco, y no llegué por los pelos. Cuando bajé del autobús fui para el camping, cené algo, y justo al lado de la puerta de entrada para el festival un médico que estaba trabajando en el hospital de campaña me reconoció porque había trabajado con mi padre y me llamó. Me dijo si necesitábamos algo en el camping, y medio en broma le dije si tenían algo para el picor de ortiga. Habían pasado casi cuatro horas de haberme metido encima de las ortigas y aún me picaba; la mano casi la sentía como cuando está dormida y está despertando, y en la rodilla el pantalón hacía que me picase más aún. Cuando me quise dar cuenta estaba sentada en una camilla con la rodilla vendada. La mano no tenía herida y no había mucho más que hacerle hasta que tuviera las pastillas de la alergia o se pasase solo.
Hablamos, me mandó recuerdos para mi padre, nos pusimos un poco al día de cómo nos van las cosas, me dijo que tenían poca gente para atender, que nos estábamos portando bien y me soltó dentro del festival, al que llegué sin haber hecho colas ni pasado registros xD

Entre una cosa y otra, Kästoma habían acabado. Imagino que me quedarán pendientes para otro año o para otro concierto; son de la zona de Coruña y de vez en cuando tocan en algún sitio. Los de Mad Sin estaban ya en el escenario, y me fui a bailar con ellos. No había mucha gente, pero la que había estaba bastante motivada. Cuando acabaron ya me quedé allí para esperar a Status Quo.
No como el día anterior, esta vez fueron bien de tiempo y salieron a escenario cuando se suponía que tenían que salir. No me lo esperaba, pero Status Quo han envejecido en señores, son todos unos señores. Salieron a tocar de camisa de botones, uno incluso con un chaleco. Elegancia y energía para la edad que tenían, se mantuvieron como auténticos señores durante todo el concierto. De haber estado viendo a Mad Sin y entre que había un montón de gente, pero no apelotonada, caminando entre huecos conseguí ponerme en segunda fila y desde ahí vi la mayor parte del concierto.
Gracias a toda la gente que tenía alrededor llegué a la conclusión de que no hay nada peor que un señor mayor de 40 años en un concierto con un móvil o una cámara de fotos. Haciéndole caso al concierto en las primeras filas (sin contar con los del centro, que eran fans del grupo y estaban dándolo todo) estábamos cuatro. El resto eran señores mayores, y no tan mayores, con el móvil en alto o con la cámara de fotos, pasando del concierto por estar pendientes de que estuviera todo grabado, como si luego en casa se fuese a ver bien. En el mejor de los casos estará enfocado, pero la mayor parte de las veces, al estar tan cerca de los altavoces, ni siquiera se entiende qué canción están tocando. Y ahí pasaron el concierto, brazo en alto, grabando todo como si el mundo dependiese de ellos.
Al acabar Status Quo aún quedaba un rato para Tito&Tarántula, que no me llamaba mucho la atención y no me apetecía esperar quieta para ver. Fui para el escenario pequeño, donde The Locos estaban montando su propia fiesta. Como escuché después, uno de los guitarristas de Ska-p montó este grupo, y más o menos con eso se puede entender qué clase de fiesta había. Bailé dos o tres canciones, y me agoté con eso. Eran cerca de las 2 y media de la mañana, y llevaba despierta tantas horas y había hecho tantas cosas que estaba muerta. Tampoco me llamaba mucho la atención ninguno de los grupos que quedaban por tocar, así que me fui a la tienda a dormir sin remordimientos de conciencia.


Por el camino, sorpresa, me encontré con los de mi grupo de tiendas, sentados fuera del recinto. Decían que iban a esperar para ver a Chimo Bayo (pinchaba a las 5), pero esperar tantas horas mientras bebes alcohol... acabaron borrachísimos, agotados y sin ver a Chimo Bayo. Dicen que tenía el volumen altísimo y se escuchaba perfectamente desde la tiendas, pero yo ni me enteré. Para mí no hubo mundo hasta cerca de las 6 y media de la mañana, con unos vecinos de tienda discutiendo “tío, dame las llaves”, “déjame en paz, hostia, yo no las tengo”, “tío, dame las llaves” y esas conversaciones de borracho. Pero volví a quedarme dormida pronto.
Me desperté sobre las 10 y poco. Al contrario que otras veces, no tenía esa sensación dentro de estar saltándome algo que no paraba de repetirme “Sôber, Sôber, Sôber, Sôber”, sino solamente estaba contenta. Me vestí, desayuné mientras el resto seguían como en coma, y fui hasta el pueblo. Hice una parada en el supermercado para comprar agua y algo de fruta para después de comer y fui a un bar a pedir un bocadillo para comer y de paso ir al baño a lavarme un poco y aprovechar unas instalaciones de cuarto de baño de verdad.
Y contenta con mi comida y con el día que me quedaba por delante, me volví al camping. Por el camino me crucé con mi hermano y la chica con la que compartía tienda, que me miró sorprendido y me dijo que creían que seguía durmiendo. Ellos iban a desayunar un café caliente o algo así imagino.
De vuelta en las tiendas, no recuerdo muy bien qué hice, pero a la 1 y poco me comí el bocata, que me supo a gloria, esperé un rato, hice la mochila, y a las 2 y media más o menos salí de nuevo para el recinto del festival, a la jornada más intensa de todas (que lo fue, aunque no en la manera en la que yo creía). Los de las tiendas quedaban tirados por el suelo (los que habían conseguido despertarse), y mientras me iba, una tía me dijo que pagaría por tener el aguante que tenía yo xD Con algo menos de alcohol y con motivación se lleva, que a morir solamente fui el jueves y el domingo, no hice ningún sobreesfuerzo, y tiendo a ser más bien blanda y me canso pronto.
El domingo era el día del metal y del rock. En realidad no era el Brincadeira, era el Rock in Cambre (que según las camisetas lleva 21 ediciones), pero al hacerse también el Brincadeira en las fechas aprovecharon la organización, el recinto, el sonido, los escenarios, y el metal que iba a haber durante el fin de semana se pasaba al domingo. Era mi día.
En fin, llegué a la zona de conciertos cuando el primer grupo, Eotem, por el que tenía bastante curiosidad, estaban casi empezando. Lo único que sabía de ellos era que son un grupo de chavales de Coruña o de la zona, que decían que sonaban muy bien, pero todavía no habían grabado nada, o si lo habían grabado, no encontré ningún sitio donde escucharlo. Habiéndoles visto en directo puedo decir que tenían razón y que suenan muy bien.
A esas horas ocurrió una chorrada que hizo que mucha gente se pusiera histérica y que ahora esté rondando una entrada de Tumblr poniendo a caer de un burro a la organización y sus “faltas de respeto”. Se supone que el concierto de estos chicos empezaba a las 3 y 5 de la tarde, pero cuando empezaron todavía no habían abierto las puertas, y la poca gente que estábamos fuera (que eran sobre todo madres, familiares o vecinos o lo que fuera de los chavales, metaleros estábamos 4) escuchamos la primera canción desde fuera. El grupo hizo algún amago de no empezar sin público, en plan “dónde estáis, cabrones? Levantad el culo del camping”, pero les debieron mandar empezar de todas maneras porque hay un horario que seguir. Así como suena apenas la primera estrofa, una de las madres monta en cólera y arremete contra el segurata que estaba en la puerta, que le dice que si no le dan orden desde la organización, no puede dejar pasar a nadie. Airada y sobrecabreada fue, sin buenas maneras de primeras ni de segundas, a gritarle gesticulando a un tío que parece ser que era de la organización. Al recibir los gritos histéricos de esta mujer y de alguna otra que seguía frente a las vallas, le dijo al segurata de las puerta que nos dejase pasar. Y no dejó pasar. Llegamos para el final de la primera canción. Punto, no hay más.
El post del que hablaba es este: http://thisismosh.tumblr.com/post/29345666951/la-organizacion-del-brincadeira-falta-al-respeto-a-los que lo pinta todo de manera casi apocalíptica, como si les mandasen empezar a punta de pistola y se hubiesen negado a dejarnos pasar. Habiendo estado en otros festivales, sé que este no es el único caso. Por problemas de coordinación, por ser muy temprano, etc. a veces no se da la orden de dejar pasar a la gente a tiempo. En el Brincadeira los chavales estuvieron solos una canción, pero en el Sonisphere del año pasado abrieron puertas (para pasar por dos o tres cacheos antes de entrar al recinto) 5 minutos antes de que empezasen Hammerfall, y los que estábamos a mitad de la cola conseguimos llegar al recinto en la última canción del concierto. Yo no veo que sea para montar tanto escándalo; las molestas con el tema eran esas señoras, no los que estábamos a ver una música que no conocíamos. Las madres indignadas, ya se sabe.
Bueno, quería aclarar ese punto, por eso me he extendido algo más. Se está montando un poco de revuelo, hay gente exagerando (gente que conozco y que no estaba allí; yo sí estaba allí y lo vi), y no me parece que estén dando una visión imparcial. Nada más.

Me quedé a ver a Eotem, que me gustaron mucho; luego salió un payaso con una guitarra a hacer el idiota que no me gustó nada, y cuando acabó se suponía que salía a tocar Manolo Kabezabolo. Iban un poco adelantados según el horario y aproveché ese tiempo, además de que Manolo no me interesaba mucho, para bajar a coger algo de merienda. Fui al camping, merendé algo, me llevé una manzana para arriba, y cuando me estoy acercando me doy cuenta de que lo que está sonando no es lo que debería. Está tocando un grupo con un sonido oscuro, gótico, con sintetizadores graves, guitarras machaconas y una voz gutural grave. Eso no podía ser Manolo Kabezabolo. Cuando los tuve delante reconocí a los chavales de Shroud of Tears, y luego me enteré de que el señor se había puesto enfermo, y debían estar sustituyéndolo. El grupo siguiente está formado por un par de chavales de Shroud of Tears, así que debieron aprovechar que estaban en el recinto, que son de cerca, o que tocan que te cagas para hacer tiempo.
Tras ellos tocaron Strikeback, un grupo que no conocía de nada y con el que quedé muy impresionada. Tiene un par de miembros compartidos con los anteriores, y estos chavales son una pasada. Es un estilo diferente, más metal y menos gótico, más combativo y reivindicativo, pero son geniales igualmente. No tienen nada que envidiar a otras bandas formadas por gente mayor que ellos que están haciendo giras nacionales y sacando discos.
Luego nos cortaron un poco el rollo con Chícharo psicótico (“chícharo” es “guisante” en gallego), que creo que podría describirlo como un grupo de rock suave formado por señores que al llegar los 40 entraron en crisis y dijeron que, o hacían un grupo ahora, o no lo hacían nunca. Y ahí estuvieron, tocando su horita y siendo los reyes del rock and roll.
Las risas vinieron con los siguientes, mis queridos y estimados Tregua. Como suponía que en la última canción iban a colaborar con Sôber, aproveché que las vallas estaban todavía vacías para coger sitio; para esa última canción y para su concierto.
No era la primera en guardar sitio en las vallas. Es más, entre la gente que estábamos en la puerta cuando empezaron a tocar Eotem había unas tres o cuatro tías que salieron pitando a las vallas a asegurarse un sitio, y estuvieron 6 horas montando guardia en ese sitio. Si alguna se iba, quedaban otras custodiando el cachito de valla, no fuese a ser que aquello no estuviese vacío y alguien más quisiera ponerse justo ahí xD Ni siquiera estaban en el centro, porque yo, colocándome cuando Tregua donde quise, porque tenía metros para elegir, acabé bajo los pies de Carlos, en el centro-centro. En fin. Cosas que pasan, según leí después en Twitter, su primer concierto de Sôber, el hype de los primeros conciertos, el emocionarse con todo y esas cosas xD
Y salieron Tregua a dar un poquito por culo. A esas alturas los grupos ya estaban desfasados en cuanto al horario previsto, pero adelantados. Tregua terminaron de tocar cuando se supone que tenían que empezar, por ejemplo. Como aquella vez en el concierto de La Fuga, se me hizo largo y para mí que todas las canciones son iguales. Durante una me pareció escuchar un par de versos de Volver a sonreír, la única que conozco y se me fue la letra a esa. No hubo colaboración que esperaba, y Tregua no se quedaron a gusto con eso, sino que se dedicaron a destrozar la pobre canción, que con Sôber en noviembre había sonado tan bien. Pobre canción.


Al acabar el concierto, Tregua regalaron cds, y mira, que yo no lo quiero ni regalado xD Lo metí en la mochila por no hacerle un feo al chico que los repartía, pero en el camping al día siguiente lo tiré al centro de las tiendas y dije que si alguien necesitaba armar un espantapájaros, porque a lo mejor para eso servía.
Tras Tregua vinieron unos de rollo rock californiano, sin acercarse demasiado al punk de ese estilo. Estuvieron decentes, aunque en el momento no me disgustaron tampoco fueron la sorpresa que fueron Strikeback. Morgen se llaman, y nunca había escuchado hablar de ellos.
Tras ellos salieron Konflikto, otro grupo que ya quería ver en directo pero por una cosa u otra me fui perdiendo. Lo pasé bomba, tocaron genial y tuvieron unas colaboraciones muy chulas de gente de otros instrumentos de otros grupos (viento metal, acordeón y gaita, si mal no recuerdo).
El horario adelantado seguía, eran poco más de las 10 y media de la noche y era el turno de Sôber, cuando se suponía que iban a salir cerca de las 12. No había tanta gente como se esperaba todavía (no habían llegado los que vendrían a ver a Sôber ni a Koma), y los de la organización tuvieron que hacer tiempo. Debieron tirar de lo único que podían y nos colaron por el medio un concierto de un grupo de reagge que supuestamente tenían que haber tocado el jueves pero al final no lo hicieron (según los del grupo, a esas horas yo estaba recogiendo mi tienda en Decathlon). El concierto no estuvo mal, y tampoco nos cortaron mucho el rollo porque fueron bastante movidos y los anteriores tampoco es que diesen caña.

Como me está quedando la entrada larga, para ser más fácil de leer voy a cortarla por aquí. Ahora toca Sôber y todo el post-Sôber, y me puede llevar otro kilómetro escribirlo. Además de que hay cotilleos y seguro que algún stalker agradece que le facilite la búsqueda ^^

14 de agosto de 2012

Arriba Brincadeira!

Ya estoy de vuelta, y aunque ya es martes me siguen doliendo muchas partes del cuerpo y las 12 horas que dormí hoy no me sirvieron de mucho. Pero el fin de semana ha valido este dolor y más; tanto que estoy esperando ya al siguiente año.
Ha sido un fin de semana memorable. Tenía algo de miedo porque a última hora Iris no pudo venir, por lo que me quedaba sola en los conciertos. Pero he descubierto que es una manera genial de pasar un festival, el ser completamente independiente, además de que así conoces a un montón de gente. En general, me salió genial el festival. Lo pasé en grande, vi los conciertos que quería ver, conocí a mucha gente que de otra manera no hubiera conocido, a algunos que ya conocía los conocí un poco mejor; y sin compromisos, cuando estuve cansada o aburrida me fui.
Es algo que nunca había podido hacer, y tengo claro que voy a repetir en un futuro. Está bien ir con amigos o con más gente, pero cuando quieres, decir “yo me voy a ver conciertos, hasta mañana”, e irte cargada solamente con agua, y una mochila con abrigos y volver cuando quieras, viendo los grupos que quieras desde donde quieras... no tiene precio.
Como decía, fue un fin de semana y un festival que dudo que olvide alguna vez. Ha tenidos detalles concretos muy grandes, ha tenido detalles pequeños que hicieron todo mejor, ha tenido cosas pequeñas que voy a olvidar, y ha tenido momentos largos muy grandes. Pero voy a recordar este fin de semana como algo muy grande que duró cuatros días, con pequeños detalles concretos que lo hicieron mucho más grande todavía. De algo que no se duda es que el Brincadeira es el festival que voy a tener como referencia, que mientras siga con esta programación y mentalidad va a ser imprescindible cada verano.

Hay muchas cosas de las que no me acuerdo. Fueron cuatro días intensos y a veces no recuerdo qué pasó exactamente en algunas franjas horarias, como es normal. Y cuando me pongo a recordarlo todo lo mezclo, y me acabo liando. Así que, como siempre, día a día:

El jueves me desperté temprano para hacer la mochila con la ropa, acabar de recoger la comida (había preparado empanadas la noche anterior) y coger el bus de las 2, para llegar a Coruña sobre las 4. Me hubiera gustado llegar para ver a Shroud of tears, pero era poco realista. Llegamos mi hermano y yo en ese bus, y mientras él esperaba a unos amigos de Santiago para ir juntos hasta Cambre, yo tuve que ir hasta el Decathlon para ir a recoger mi tienda. Acostumbrada ya a los horarios de pueblo, me jode muchísimo caminar por la ciudad, siempre se tarda muchísimo en hacer cualquier cosa, y el tiempo vuela entre chorradas. Ellos cogieron el bus de las 4 y media para Cambre, y solamente por ir corriendo a Decathlon (y eso que los buses no se portaron mal y no tuve que esperar gran cosa) yo tuve que coger el bus de las 5 y media.
Esperaba que hubiese más gente en la estación de buses para ir para allá, pero estábamos nada más que cuatro, una pareja, un chico con pinta de perdido y yo. Entre buses, y que el camping estaba un poco lejos del pueblo llegaría allí cerca de las 6 y poco. Mi hermano me fue a buscar para llevarme a dónde tenían las tiendas, y en el hueco que me habían dejado (cabrones, detrás de un árbol xD) gracias al señor de Quechua monté la tienda en 5 minutos y me puse a comer.
Pero para mí el festival empezaba pronto. Fuimos al pueblo a cargar de alcohol y hielo para los otros, y a la vuelta me adelanté porque uno de los imprescindibles en mi Lastfm estaban dentro de cartel. Entre volver cargada con las botellas que ellos no podían cargar, cenar algo y subir de nuevo al recinto de conciertos In Vivo estaban para acabar (pensé que no, pero ya los había visto en directo en el Verea del 2008, y creo que otro año en otro sitio también). Me decepcionaron en el sentido de que esperaba otra cosa. No sé con qué grupo los confundí que me sonaron flojillos, con poca caña cuando esperaba un concierto de abrirse la cabeza. Fui cogiendo sitio poco a poco, y para cuando acabaron y Skunk DF estaban para salir, yo ya tenía asegurada la valla hacia la mitad del escenario.
Y ahí viví un concierto que llevaba mucho tiempo queriendo vivir. Skunk DF, a los que conocí y a las pocas semanas eran de mis favoritos, que me entraron directamente y que parecía que no daban conciertos, ahí estaban. Fue un conciertazo en el sentido musical; tenía miedo de que no diesen la talla en directo y me quedase decepcionada. No es el primer grupo que dejo de escuchar tras haberme decepcionado en directo, e incluso sin decepcionar, simplemente no sonar como creía que debían sonar. Musicalmente, genial. En cuanto a setlist, me cogieron de sorpresa con un par de canciones de los primeros discos, que no controlo tanto, pero todas las canciones que esperaba escuchar, sonaron. Incluso alguna como El Crisol, que pensé que no la tocaban en directo, porque es completa, porque es lenta, y porque no pega. Y ahí está, El Crisol en directo y yo enamorada del universo y de Germán, y de todo. Por los pelos tuvieron un poco de tiempo de sobra y tocaron Himen, pero también sonó. Incluso nos tocaron un tema del disco que están grabando, que yo rezaba para que lo hicieran aunque no confiaba en ello.


Lo pasé genial en su concierto. Además de gustarme musicalmente y todo eso, como personas también me cayeron bien. Son unos payasos, sobre todo Germán, el cantante, y entre las tonterías que hacía entre las canciones y durante ellas no tuvimos tiempo de aburrirnos; ni aunque no te guste el grupo.
Durante todo el concierto tuve una sensación extraña, y el grupo no tenía nada que ver. Pasé el concierto sintiendo que estaba a la derecha de Lara. Es lo que pasa cuando no se tiene personalidad y se es un clon de ese tipo de personas. La tía era tan parecida que cuando me acercaba por detrás en In Vivo tenía miedo de que fuese ella de verdad y tendría que verla. Pero como me pasó otras veces a lo largo del festival, son solamente clones unas de otras, y es normal confundirlas. Por suerte no era ella. Y aunque me la he encontrado en las fotos de ambiente del festival de uno de los fotógrafos oficiales (o creo que es ella, podría ser un clon, aunque me extraña que se hubiese perdido el festival) por suerte no me la crucé.

Salí machada del concierto de Skunk. Como estaba fresca me lo tomé a morir, muy en serio, y entre que había comido poco, y había estado al sol, salí mareada de allí. Fui a coger algo para comer, y sentada en la tierra mientras escuchaba a quien creía que era Segismundo Toxicómano, aunque luego me enteré de que el tío no había venido. Fui haciendo tiempo, y lista para ver a MINIM. Ya quedaba menos gente, eran casi las 4 de la mañana, pero me quité la espinita de haberlos visto en la Green hace unos meses prácticamente sola).
Llegué a la tienda cerca de las 5 de la mañana, muerta, y apenas recuerdo haberme metido en el saco. Por si acaso, ya había dejado el pijama a mano, el saco abierto y todo listo para sacarme los zapatos y dormir. Recuerdo escuchar música de fondo, como quien tiene un coche con música lejos, pero nada escandaloso. Al día siguiente los que estaban en mi grupo de tiendas decían que no habían dormido nada, que la música estaba altísima y que era horrible. Yo no me enteré de nada.
El viernes por la mañana fue de tranquilidad. Dormí hasta las 11 o algo así, y pasé la mañana haciendo el vago en la tienda, hasta la tarde. Los otros se pusieron a jugar a las cartas, y a mí, que las cartas me aburren más jugándolas que sin jugarlas, pasé. Al poco me metí en la tienda, en principio para estirarme, pero acabé durmiendo siesta. Cuando me desperté el resto estaban en el mismo plan, durmiendo.
El viernes y el sábado fueron más relajados que el jueves. Estuve el viernes bailando con Boikot, y me encontré con una compañera de facultad, su novia y su hermano. Estuvimos juntos en el concierto bailando y luego fuimos hasta su tienda, donde ellos cenaron (y me obligaron a cenar). Pasó el rato, y cuando iba a empezar La Pegatina, que quería verlos, les dije que yo me iba y ya nos veríamos arriba.


Total, apenas pude ver nada de La Pegatina, porque se empezó a levantar un montón de polvo, se me hizo incómodo y me fui al escenario pequeño, por curiosidad. No me acuerdo de quién estaba tocando, pero había poca gente. Estaba concentrada cuando se me acercó un chico que no conocía y me saludó. Me dijo que era el chico que había venido en el mismo bus que yo. Quería darme las gracias porque no tenía ni idea de cómo llegar hasta al festival ni hasta el camping, y me siguió porque parecía que yo sí sabía, y había llegado bien.
No sé muy bien qué hice luego, pero me fui a dar un paseo por la parte de atrás del recinto, y bordeé las mesas de control para ir a la parte izquierda del escenario, donde no había casi nadie, para ver a Calle 13, y luego Las Grecas y Heredeiros da Crus.
Calle 13 me gustaron mucho, aunque ahora los estoy escuchando en casa y me parecen más bien sosos. Tienen mucha marcha y mucha juerga, aunque al principio no me convencían mucho porque sonaban a orquesta, y para orquestas ya tengo muchas a lo largo del año. Pero se lo fueron ganando.
Luego, el momento estelar de Las Grecas. Con bastante retraso salieron a escenario, mientras, para ir ganando tiempo, le iban montando por detrás el escenario a Heredeiros. Cantaron apenas 5 canciones, pero tampoco es que supiéramos alguna más. No pudo faltar la de “te estoy amando locamente” y tengo gracias a ellas una imagen que no se me va a olvidar en mucho tiempo: Desde donde estaba, y con mi estatura, no veía el escenario en sí, y casi seguí el concierto entero por una de las pantallas. Para despedir el concierto, una de ellas dijo “venga, una roquerilla”, y puso pose de rock, muy a lo Freddy Mercury, y mientras la enfocaban de plano entero en la pantalla, aparecieron las manos de un tío, negros por estar fuera de la iluminación, con los cuernos \m/. Brutal xDDD

Luego salieron a escenario Heredeiros da Crus. Son un grupo mitiquísimo de los 90, que se hizo famoso gracias a un programa de la TVG donde ponían canciones (bastante chorras) de grupos gallegos entre capítulos de series, subtitulados en gallego. Son animales con ropa, son todo aquello que se intenta hacer dejar de relacionar con Galicia: cerrados de la aldea, brutos, incivilizados, y orgullosos de serlo. Gallinas, leiras (huertas), sachos (azadas, creo que se llaman en castellano), vacas y así. Son muy ocurrentes y tienen letras que están muy coñeras, que además consiguen meterle por el medio bastante crítica social, sobre todo en cuanto al comportamiento de la gente en pueblos y aldeas (prejuicios, homofobia, gañadas, etc.). Dejaron de tocar hace años, no por un motivo en concreto, simplemente fueron pasando del grupo hasta que desapareció, y hace unos meses anunciaban que volvían. La gente se volvió loca con el regreso, y llevan de festival en festival todo el verano, haciendo llenos que ni grupos internacionales.
Me decepcionaron un poco. Son igual de malos en directo que en grabado, pero por encima tienen fama de hacer conciertos largos, de casi 2 horas, además de pringar al público de lo que toque. Cuando tenía 9 años tocaron en mi pueblo y regaron al público de vino tinto de cartón, y creo que este verano estaban repartiendo harina y agua con una sulfatadora. Me cansé y me fui cuando quedaban unas 4 canciones para el final (escuché que acababa dentro de la tienda), y ni sulfatadora, ni harina, ni una triste botella de agua. Tocaron todos los temas míticos, que todos nos sabemos a base de escucharlos hace años, y alguna canción que no conocía. La gente lo estaba pasando bomba, pero a mí no me acaban de llegar. Escucho las canciones y algunas me hacen gracia, otras me parecen un poco decentes, pero en general no me gustan.


Y eso, cuando estaban tocando la canción que acabo de poner arriba (a falta de fotos) me fui a las tiendas. Mi sorpresa mayúscula cuando llego a las tiendas y me encuentro a mi hermano, que había pasado semanas diciendo que por fin iba a ver a Heredeiros da Crus, que los escuchaba muchísimo, que estaba emocionadísimo, y que iba a llorar cuando los viese en directo (tras llorar con Tus ganas de ganar y con Umbilical dudo que lo hubiese hecho de todas maneras, para llorar en un concierto tiene que haber detrás algo muy gordo); y allí estaba, metiéndose en la tienda. Hay que decir que pasamos la acampada con una chica que debe ser su novia, o llevan por lo menos bastante tiempo liados, y la tía es una sosa y una flojeras de cuidado, y debió decirle que estaba cansada y que se quería ir a la tienda. Muy mal por parte de mi hermano, si alguien se te pone tonto cuando va a tocar un grupo que tienes tantas ganas de ver, o no tienes verdaderas ganas de verlos, o la mandas a la mierda. Un grupo al que quieres tanto no lo dejas de lado por nadie.
En fin. Como el día anterior, tenía todo listo en la tienda para llegar, tumbarme, y con el mínimo esfuerzo estar lista para dormir. Caí rendida al poco rato, y no me enteré de mucho más. A la mañana siguiente había quedado con Iris para ir a Coruña, estar con ella un rato, ducharme en condiciones y así, y con mucho dolor de corazón puse el despertador para las 8 y media de la mañana.
Pero ya va mucha entrada, y voy a dividirla en dos. El día del sábado y el domingo, que son los días con más chicha, los contaré mañana. Y tanta chicha que tienen, que de vuelta en casa le estoy dando vueltas sobre todo a la noche del domingo, para la que dejaron todo el rock y el metal, y que viví hasta morir.

8 de agosto de 2012

Desaparecida como nunca

Estoy desaparecida de este blog, y es que parece que el día tiene menos horas que hace unas semanas y no tengo tiempo de pararme a escribir.
Estoy mentalmente ocupada con otras cosas, y apenas me doy cuenta de que tengo blogs pendientes de actualizar. Tengo ahora dos cosas fundamentales rondándome la cabeza: el Brincadeira (estamos a miércoless y no sé si iremos el jueves para comer) y las tiendas online para llevar un poco adelante el amigurumi.

Cronológicamente, lo del amigurumi viene de antes del Brincadeira y de marchar de vacaciones (también estuve una semana fuera). Cuando por segunda vez Iris no pudo venir a un mercado/feria con el fimo y amigurumi, decidimos que lo mejor era ir por separado, e ir a los sitios sin tener que depender una de la otra, apuntándonos a lo que pudiéramos ir. Así, ella ahora lleva el nombre de Shadowcat Creations y yo sigo con Enemy Dolls. Hacer las cosas en conjunto es más difícil, porque hay que consultar cosas (sobre todo cuando hay dinero de por medio), y aunque tenía ganas de hacer algunas cosas, no las hice porque no llegamos a un acuerdo o porque no nos acababan de convencer. Pero ahora que estoy sola, arriesgo sola, y me meto en fregados yo sola.
Primero, le estoy dando un empujón a mi cuenta de DeviantArt. Estoy contentísima porque sobrepasé las 1000 visitas a mi perfil (ya 1122 xD). Entre que subía cosas, me promocionaba un poco y tal, dediqué bastante tiempo que descuidé de los blogs.
Además, también voy a usar el blog de Enemy Dolls para algo más que subir las cosas que vaya haciendo. Busco un poco más de público, y quiero tener esa vía para dar crédito a la gente de la que saco los patrones, además de quizás publicar alguno mío.
También en cuanto a amigurumi de sorpresa me enteré de que DaWanda estaba abriendo una beta para España, pedí ingreso así como pude, y cuando me lo concedieron me puse a trabajar en mi tienda allí. Lleva tiempo, porque la primera vez que entras tienes que confirmar muchas cosas (mail, tienda, cuentas, etc.), además de que estos parecen bastante exigentes y no vale abrir la tienda y ya está, sino que tienes que abrirla del todo (con presentación, polícitas de tienda, pagos, envíos, etc.) y pones varios productos. Entonces ellos revisan que esté todo al nivel que quieren (fotos, datos, descripción) y luego te la confirman y abren al público. Puse las cosas que tenía en Artesanum (que es casi lo que tengo, en el Mercado medieval me dejaron esquilmada y tengo que volver a tejer casi desde cero xD) y aún estoy esperando a que me confirmen y me dejen abrir al público. De momento tiene buena pinta, y aunque no es gratuita, es más barata que Etsy, que aunque llevo mucho tiempo resistiéndome a ella creo que acabaré cayendo como en DaWanda no esté contenta del todo.
En eso ya he perdido como dos días xD

Además, entre todo esto y el Mercado Medieval nos fuimos una semana de vacaciones. Fuimos a Sanabria, en la provincia de Zamora. Estuvimos en una cabaña de “madera” (era plástico con color de madera) y nos dedicamos a conocer la zona, no mucho más. Pasamos 7 días fuera, aunque quizás fueron demasiados, porque no es que haya muchas cosas que hacer. Es un sitio precioso, con muchísimo monte, y muchas rutas de senderismo, que sería el mejor turismo para hacer por allí. Pero aunque intenté convencerlos para ir a hacernos alguna ruta, aunque fuese cortita, no hubo manera. En cambio, conocimos los pueblos de alrededor, estuvimos en sitios acojonantes de lo preciosos que eran, y tuvimos mucho tiempo para relajarnos y estar tranquilos, sin más preocupación que acordarnos de darle de comer a la cobaya.
Yo, algo que no me pasaba desde hace mucho, dejé completamente de lado la ansiedad frente a las comidas, a comer fuera de casa y esas cosas que normalmente me preocupan. Creo que descubrí un relajante personal natural, completamente insospechado, y que así como pueda, voy a volver a poner en marcha: me di cuenta de que estaba muchísimo más relajada y despreocupada después de pasar una hora y poco al sol leyendo. Tampoco completamente al sol, porque leía al lado de la cabaña, con las piernas al sol, sentada con los pies en otra silla. Empecé un libro y me comí casi 100 páginas en tres días (con lo poco que estoy leyendo, lo considero un logro) estirada al sol, tranquila y a mi aire. Lo hacía después de comer, y al acabar de leer merendaba, cenaba, o lo que fuese, sin preocuparme. Por primera vez en muchos meses, y por primera vez en muchas vacaciones. Ya estoy buscando sitios en mi pueblo en los que pueda estirarme al sol un ratito todas las tardes a disfrutarlo, mientras no vuelve a llover.

Y tras todo eso, se me echó el Brincadeira encima. Llegamos el viernes de vacaciones, y me encontré con que el jueves siguiente ya teníamos que ir. El jueves empiezan los conciertos a las 3 de la tarde (y me jode, con un grupo que quiero ver y que las 3 de la tarde no le pegan para nada), y yo quería estar instalada ya para entonces. Espero poder ir de mañana a Coruña, conseguir la tienda, ir al camping, conseguir un hueco para ir a hacer la compra (no vamos a cargar con bebidas y cosas así si está al lado del pueblo y podemos comprarlos allí), comer, y quedar listos para los conciertos.
A ver cómo salen las cosas.
Pero ahora estoy un poco más tranquila, porque el lunes casi me da un ataque de histeria. Voy a ir con mi hermano y con quien vaya con mi hermano, creo que es gente que conoce de poco. Él tiene tienda, una de dos personas de las míticas de Quecha, pero yo no. Yo antes iba con una iglú grande, pero la última vez que la abrí fue en el Sonisphere y estaba hecha un Cristo, así que tengo que conseguirme una tienda nueva. Me dio la sensación de que iba a llegar el momento de ir y no iba a tener nada listo, que iba a ser todo un desastre, y eso, casi me da un ataque de histeria xD Lo solucioné fácilmente, dándome cuenta de que en realidad quedaba mucho tiempo, que la mayor parte de las cosas las conseguiría una vez en Coruña o Cambre, y que estaba todo controlado. Hice una lista con las cosas que tenía que llevar, comprobé que era así (salvo saco, esterilla y la ropa) y me quedé más tranquila. La mayor parte de la comida o de la nevera se consiguen allí o se montan a última hora (como las empanadas), y realmente lo único que tengo que hacer es la mochila con la ropa, que la hago en nada. También parte de la histeria es que la ropa cómoda estaba aún en la cola de la lavadora, pero simplemente puse yo la lavadora en vez de mi padre, colé la ropa que me interesaba, y con el sol que está haciendo estos días ya está seca y en mi habitación.
Así que ya está casi todo listo, o por lo menos está en marcha.
Este año el festival arranca el jueves muy temprano, y acaba el domingo a las 6 de la mañana o algo así. Los días que más me gustan son el propio jueves (voy a poder ver a Skunk por fin :__) y el domingo, que voy a conocer a Eotem y a Strikeback, voy a volver a escuchar a The Grit, y lo estoy dejando para el final porque es lo más impresionante, voy a volver a vivir a Sôber. Tendré que pagar el precio de Tregua, pero Sôber otra vez :D

Mañana salimos, no sé hora ni nada todavía, y volveré el lunes, tampoco sé a qué hora. Quería aprovechar que estoy por Coruña para ir a Ikea a mirar máquinas de coser (llevo tiempo buscando una y flipé cuando vi que allí las tienen), si a Iris le viene bien a lo mejor quedar un rato... y más cosas que no voy a cumplir porque el lunes estaré muerta y solamente querré llegar a mi cama y descansar todo lo que no haya podido descansar durante los cuatro días anteriores.

De este Brincadeira solamente espero pasarlo bien. Pueden pasar muchas cosas, pero no espero ninguna en realidad. Voy a estar bastante independiente, algo que eché muchísimo de menos en el Sonisphere y en el Brincadeira del año pasado, así que solamente espero pasarlo bien. Conozco a uno de los fotógrafos que van a estar allí por intercambiar opiniones sobre salas y así, y me gustaría verlo en persona, pero a lo mejor no coincidimos. En principio, el arquitecto que me trajo loca estos meses va a estar por allí, pero va a haber tanta gente que no cuento con encontrármelo. Quería encontrarme con los chicos de un grupo y hablar con ellos antes de que toquen (tocan a las 3 y pico de la mañana), pero tampoco sé si va a ser posible. Lo único claro que hay por ahora es que el viernes voy a darme la tarde libre e iré con el niño a pasar la tarde, a repartir mimos y a dejar de echarlo de menos durante un ratito.

Así que apenas vuelvo a escribir y me tengo que despedir. A ver si durante la tarde termino de editar las fotos de Sanabria (hay unas cuantas) y dejo alguna entrada programada para llenar un poco mientras estoy fuera :)