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18 de diciembre de 2012

Un final

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Son las 8 y media de la mañana, y hoy me levanté a las 5. Duele, pero no mucho, porque hoy, espero, acabo la carrera. A las 12 tengo el último examen de todos, un examen-putada para cubrir créditos de libre configuración, de una asignatura del primer ciclo, pero una asignatura y un examen después de todo.
Cuando bajé de cama, dormidísima, le dije a mi padre “mañana voy a dormir todo lo que quiera, no voy a poder despertador”. No lo decía solamente porque eran las 5 y cuarto de la mañana, sino porque no recuerdo la última vez que no me puse un despertador. Acabase estudiando o no, me despertaba a las 10, me levantaba a las 10 y poco y hacía que la mañana fuese productiva. O estudiar, o ir metiéndole mano a mi habitación en la remodelación... lo que fuese.
Ya empecé con esa dinámica durante el verano. Enlacé despertarme para las clases con despertarme para aprovechar las mañanas, y realmente ya no sé cuál fue la última vez que me fui a dormir sin poner despertador.

Pero en unas horas se acaba. En unas horas haré el examen de Hermenéutica, saldré muerta de hambre para comer, llegaré a casa a media tarde, y seré libre. Desde mayo que no me relajo en el tema de los exámenes. Quiero sentarme una tarde entera a tejer sin el cargo de conciencia de “tengo cosas que estudiar”. Y esta semana tengo que tejer mucho, que tengo varios encargos pedidos y con fecha de entrega próxima.

Me parece mentira que se acabe. Ha pasado todo muy rápido, pero a la vez muy lento. En estos cuatro años (y unos meses) han pasado muchas cosas buenas, algunas peores y otras un poco mejores. Ahora soy capaz de recordar solamente las peores, pero espero que con los años, cuando esté menos quemada, pueda recordar también las buenas.
Voy a hacer el examen sola, porque soy la única matriculada en la asignatura. La última matriculada de la historia de esa asignatura. Me gustaría decir que voy a dejar el listón alto, pero como viene siendo habitual, no sé si lo conseguiré. No sé si lo que sé está bien sabido, o si sé lo que tengo que saber. Y probablemente (aunque espero que no) me caiga otro 5 por pena, por ser la última asignatura, por dejarme terminar ya. Porque a los Licenciados ya no nos quieren y nos están echando a patadas del sistema educativo.
Hacer este examen sola me parece un final bastante.... representativo, simbólico de lo que ha sido mi carrera. Nadie me ha marcado, ni compañeros ni profesores. No he hecho amigos para toda la vida. La Facultad no “ha pasado por mí”, como dicen algunos carteles. He pasado por aquí, he cumplido como he podido con lo que se me exigía y cuando está todo listo, me voy. Entré sola, sin conocer a nadie, y me voy sola, con pocas caras conocidas, y los amigos de verdad fuera de la Facultad.
El primer día de carrera, cuando nos hicieron una visita guiada por la Facultad, éramos muchísimos. De esa generación quedamos muy pocos. Algunos abandonaron, otros están fuera, otros terminaron en junio, septiembre... o tienen que volver en junio y septiembre. Además del grupo de 60 y pico personas que éramos el primer día, la Facultad estaba llena, de caras desconocidas. Ahora también está llena de caras nuevas, pero no son mayores. No los miro con ese respeto de “oohh universitarios de último año, esta gente sabe mucho”. Los miro con cara de “críos de Bolonia, extendiendo el instituto hasta los 24 años”.
Durante el verano de 1º volví a la ansiedad. Una ansiedad que tuvo uno de sus picos horas antes de mi primer examen de septiembre, pero que se relajó así como entré en el edificio. Escribí en su día una entrada sobre el cariño que le tenía al edificio. Y es cierto, pero con matices. En este lugar he pasado muchas horas y muchas cosas. Alegrías, decepciones, enfados, alivios, aburrimientos y agobio. He tenido mi primera (pequeña) experiencia laboral, he aprendido a aprender por mí misma, a tratar de manera diferente con la gente... aunque muchas otras cosas pasaron fuera de aquí, el edificio era como un refugio. Huir de los compañeros de piso que he tenido que soportar varios años, refugiarme de la lluvia y el viento, me ha dado de comer cuando yo misma no podía alimentarme... pero esto está dirigido al edificio. No a la gente de dentro. Mucho menos a los seres que habitan la parte de los despachos. Tampoco he tenido lazos con el resto de alumnos. Son las paredes, el techo, la biblioteca, la falta de calefacción y los ruidos apocalípticos inesperados.
Una Facultad que, salvo para trámites burocráticos (desgraciadamente me quedan unos cuantos) no creo que vuelva a pisar. Hay un máster que suena muy bien, pero además de inútil, conozco a los profesores que lo dan; lo que lo hace el doble de inútil. El máster de educación no lo quiero hacer en la UDC, aunque como no cubren todas las plazas, echaré solicitud cuando me quiera matricular. Y aún en ese caso, no se imparte en esta Facultad.

Me voy un rato a la biblioteca a estudiar. Vacía, a estas alturas de año y de la mañana.

PD: En la foto mis gafas nuevas. Con los apuntes de Hermenéutica debajo.

14 de diciembre de 2012

Medio mes de silencio

Otro medio mes que se ha ido sin escribir en el blog >.<
Pero la verdad es que sigo sin nada que contar. Sigo con los exámenes, con una rutina inflexible (por falta de cosas emocionantes, no porque tenga que seguirla) que me deja tiempo para tejer, perder el tiempo, y estar con Gerardo :)
Básicamente, por las mañanas me despierto, desayuno, todas las cosas que se hacen recién despertada, y hasta antes de comer tejo un rato o simplemente pierdo el tiempo entre blogs. Luego como, otro rato de tejer o ver series hasta las 5 y media o 6 de la tarde, y me subo a estudiar un rato. Ahora estoy estudiando en casa Hermenéutica, como hice con Literatura Galega, pero cuando empecé los exámenes no era capaz de tener la voluntad de irme a estudiar, y estuve unas semanas abriendo la Capilla del Pilar, donde ahora tenemos “sede” los Cromáticos (otro tema para otra entrada) y pasaba allí un par de horas al día estudiando, leyendo y escribiendo. Después de estudiar intento hacer cosas útiles: normalmente cosas en la cocina. Aprendí a hacer chulas de calabaza y vuelan en casa, así que a cada poco tengo que estar haciendo más. O sino, a esas horas Gerardo ya suele haber vuelto de trabajar y dedicamos el tiempo a hablar hasta que se va a dormir (o se duerme :P).
Me queda poco tiempo de exámenes, por fin. Parece que llevo de exámenes desde... mayo. En mayo estudiando para junio, durante todo junio estudiando para los propios exámenes; 15 días de descanso, y estudiar para septiembre, 15 días de descanso y hasta ahora, diciembre. Aunque realmente he tenido algo de tiempo libre entre exámenes y exámenes, y soy incapaz de estudiar más de 3 horas diarias (lo que realmente es poco tiempo de trabajo), mentalmente no tengo tiempo libre. Tengo un cargo de conciencia que es como si me dijera “no debes hacer cosas divertidas, tienes que estudiar”. Ayer mismo vi un tutorial para hacer un pequeño globo aerostático estilo steampunk, muy sencillo, y lo primero que pensé fue “bien, me queda solo una semana de exámenes, y luego puedo hacerlo”. Tengo también la mascarilla de respiración sin pintar ni hacerle nada, como al reloj, porque mentalmente esas cosas de momento las tengo prohibidas.
Pero el martes acabo. El martes de mañana tengo el examen de Hermenéutica, el último de todos, y se acaba. Aún no sé ninguna nota, pero pase lo que pase, la siguiente convocatoria a la que puedo presentarme es junio. Unos meses de descanso mental, de empezar a buscar trabajo en serio, y los exámenes llegarán en meses.
Pero quiero terminar ya. Quiero tener mi titulación lista. Mañana sale la convocatoria para auxiliares de conversación, y quiero pedir plaza. A dónde, todavía no lo sé, porque no hay opción a Finlandia. Sé que es un proceso de selección largo, que me apunto ahora y me confirman si me voy o no avanzada la primavera, pero me encantaría poder irme. Probablemente pida Irlanda, aunque Polonia me está llamando la atención poderosamente xD Siendo realistas, Irlanda. Clima, personalidad, paisajes, e idioma. Y que desde los 15 años que la Xunta no me dejó irme en verano a Irlanda, tengo la espinita clavada.

Sigo tejiendo, como siempre. Estoy a la mitad del diseño de un Desdentao (dragón protagonista de Cómo entrenar a tu dragón) de 50cm de largo, y estoy entre amarlo y odiarlo. No se da acabado >.< Aunque ahora que tengo las orejas y patas hechas, solamente me falta terminar el cuerpo (y cuando llegue a la cola será más rápido, menos puntos por vuelta), y luego inventar las alas. No sé cómo voy a hacer las alas todavía, pero creo que también me llevarán su tiempo. Tengo que entregarlo el 24 de diciembre, y creo que me va a dar tiempo.
Además, estoy también tejiendo un puppy pillow pal para una amiga, o más bien, una prima suya recién nacida. Es grande y lleva su tiempo, pero al tener el patrón hecho y ser el tercero que hago, solamente come tiempo, no neuronas.

Mientras, sigo con mis conflictos internos entre crafterpelotas. Estuve un día escribiendo una entrada larga cagándome en todas, pero no pude escribirla toda entera y luego se me pasó el cabreo y la dejé. Pero está ahí para cuando me vuelvan a atacar las ganas de bajar santos.

Seguimos con la rutina. Ahora a vestirse, ir a comprar pan y empezar a calentar la olla con grelos.

30 de noviembre de 2012

Querida burocracia (enésima parte)

Llevo cuatro años estudiando en la misma Facultad. A estas alturas conozco al personal que trabaja allí, tanto profesores, como bibliotecarios, administrativos, e incluso el personal de mantenimiento y limpieza. A estas alturas he perdido la fe y la esperanza en dos de esos grupos: los profesores y los administrativos. He visto más chapuzas que cosas bien hechas, y por eso pensé que sin esperar nada de ellos, no podrían sorprenderme, para mal, nunca más.
Oh, todo lo que me equivocaba.

Tras tres años de carrera y ni una sola ayuda para aprender a matricularnos y para hacer otros trámites burocráticos, decidí que yo sola no sabía contar créditos. Iba a entrar en 4º, que sería mi último año de carrera, y aunque estaba contando con necesitar casi un curso más, quería saber cuántas asignaturas tenía que hacer. Matricularme de todos los créditos necesarios para terminar la carrera, o en junio o en septiembre. No sé contar créditos todavía. Hace mucho que no toco las matemáticas, y aunque sea sumar y restar, siempre me dieron problemas. Sobre todo la parte de que uno de los tipos de créditos que tengo que cubrir no es múltiplo de 6, cuando todas mis asignaturas son de 6, y no sé si puedo aprovechar los créditos sobrantes para cubrir los de libre elección, o tengo que hacerlos a mayores. El caso es que después de contar y contar, cada vez que me pongo a mirar créditos me da un resultado diferente. Y es por eso que fui a pedir ayuda secretaría.
Les expliqué lo que me pasaba. No fui la única, toda mi clase (e imagino que las otras titulaciones también) pasó por secretaría esa semana para lo mismo. Me contaron los créditos, me dijeron los que tenía, los que me faltaban, y resolvieron que tenía que hacer X asignaturas (no me acuerdo de cuáles) para tener todos los créditos completados. Me parecieron pocas, pero para eso pasé 2º y 3º de carrera de 8:30 de la mañana a 8:30 de la noche en la Facultad, de clase en clase.
Terminaron las clases, hice los exámenes de junio, me quedaron un porrón de asignaturas (obligatorias) para septiembre; estudié durante el verano, y las saqué todas, menos una. Gramática II, una asignatura que a principios de curso nos dijeron otros profesores “todos los de 4º están asustados siempre por Gramática II” y no parecía para tanto, sí lo era. Pero bueno, una para diciembre, y echándole ganas, se aprueba bien. Sigo terminando el curso en el 2012, cuenta como año académico 2012.
Me matriculo por internet, pero aunque somos muy modernos, hay que pasar por la Facultad igualmente. Así que hago la matrícula de Gramática II, imprimo todos los papeles, y cuando puedo, me acerco a la Facultad (a 100km de mi casa). Entrego una autorización para que me pasen el pago de 20€ de matrícula a mi cuenta del banco, y de paso, una tía se pone a fozar en mi expediente. Y me dice “sabes que te faltan créditos por cubrir, no?”.
Pues sí. No me quedaba solamente Gramática II por hacer, sino que tengo que hacer DOS asignaturas optativas a mayores para cubrir créditos de libre elección. Porque imagino que como a nadie le dan problemas (son una putada) cuando dije lo de hacerme el recuento, debieron pensar que iba a no sé, sacarlos de una chistera o encontrarlos bajo un sofá, y no me los tuvieron en cuenta.
Me dijeron que tenía apenas una semana para cambiar la matrícula, y tras mucho pensarlo y hablar con compañeros y profesores, volví a la Facultad. Me matriculé en esas dos asignaturas (Literatura gallega y Hermenéutica filosófica) y puse las tras asignaturas en convocatoria extraordinaria de fin de carrera para poder hacer el examen en diciembre sin haberme matriculado antes en ellas (vamos, que no soy la primera a la que le pasa y ya buscaron una manera de arreglarlo lo máximo posible).

Matriculada, ya solo me queda luchar con los profesores o los apuntes. O es lo que quería creer, porque me siguen puteando y siguen cagándola, una vez matriculada, arreglada de papeles y con los plazos para cambiar cosas terminados.
Me han pasado el pago de la matrícula dos veces.
La primera vez, cuando fui a la Facultad y me dijeron que me faltaban créditos, les fui a entregar un papel para que me pasasen el pago al banco directamente. Una asignatura sin docencia son 20€ (que para sentarte a calentar una silla durante 2 horas y 6 folios ya es cara de carallo), y durante el tiempo que me estuve pensando qué otras asignaturas coger me pasaron el pago.
Luego, fui a modificar la matrícula. Añadí dos asignaturas más, optativas y con convocatoria de fin de carrera, es decir, diciembre, un examen. Según lo que pone el papel que me imprimieron como justificante de matrícula, las tres asignaturas son 40€. Que ya también me parece caro para ellos no tener que hacer nada.
Pues me han pasado un pago de 40€. No de los 20 de diferencia, ni los devolvieron antes, no, volver a cobrar todo.
Es decir, cuando me acerque a la Facultad tendré que volver a pasarme a visitar a esa panda de inútiles, y decirles que corrijan eso. Que bastante tengo con los problemas y complicaciones que me pusieron durante estos años para andar aguantando tonterías a última hora.

Ahora a ver qué problemas me ponen. Porque para cobrar siempre andan espabilados, pero para devolver el dinero... voy a ver esos 20€ en Semana Santa, lo estoy viendo.

Mientras, es 30 de noviembre. Tengo el examen gordo el 3 de diciembre. Estoy acojonada. A veces pienso que va bien, a veces pienso que va mal. No tengo ni idea de qué va a pasar. Rezad todos por mí. Mucho.

25 de noviembre de 2012

Desastre de mes

Creo que es la primera vez que me pasa, en los tres años y pico que tiene este blog, que escribo solamente tres entradas en todo el mes. Si es por falta de tiempo, falta de motivación en general, una rutina poco interesante...
Los cambios en mi vida son pocos y pasan muy poco a poco. Estoy forjando un par de rutinas nuevas, pero van naciendo tan poco a poco que no veo un momento en el que empecé a hacerlas, y no tengo por lo tanto una fecha para contarlas.
A la Universidade Cromática nos cedieron la Capilla del Pilar. Desde finales de octubre que tenemos las llaves y permiso para usarla dentro de los límites razonables. Nos hemos puesto las pilas, y aunque al principio no estuve en la organización de esas actividades, estoy ya plenamente dentro. Cada dos semanas, los viernes, tenemos sesión de cine, abierto, gratuito para todos, por la noche, y una vez al mes tenemos club de lectura. También abierto y gratuito. Hasta ahora ya he asistido a unas tres sesiones de cine, y una sesión del club de lectura.
En el cine estamos en pleno ciclo de Wes Anderson. Hasta ahora vimos Viaje a Darjeeling y The Royal Tenenbaums, dentro de dos semanas nos toca Fantastic Mr. Fox, que dicen que es de las mejores que tiene. Son películas que me alegro de ver visto, por lo extrañas pero buenas que son a la vez. Quizás no las hubiera visto sola en casa, o no las hubiera disfrutado tanto, pero pese a la pésima acústica de la capilla y las temperaturas árticas, las disfrutamos. Es tipo de cine que no había probado nunca, y como experiencia está bien.
Para el club de lectura vamos alternando: un mes leemos ensayo, un mes leemos literatura. Hasta ahora solamente pude ir a una sesión, de literatura, con La hora de la estrella, de Clarice Lispector. No la conocía y creo que hicimos un buen acercamiento. Ninguno de nosotros había leído ningún otro libro suyo, por lo que no sabemos si ése es su estilo habitual, aunque tiene toda la pinta de que sí (fue su último libro y ella lo sabía). Si sus otros libros son así, me gusta y quiero conocerla mejor.
El 15 de diciembre tendremos la siguiente sesión, esta vez de ensayo. No conozco al autor, ni la temática, sé que dijeron que nos iban a chocar las ideas del señor. Algo de “por una vez vamos a criticar y no a alabar”. Tiene toda la pinta de ser un absolutista o capitalista, cuando nosotros, por decirlo de una manera muy simplificada, tiramos al comunismo. No personalmente, sino por la manera de funcionar con la asociación, en el sentido de rechazar el dinero y apoyar la cultura gratuita. Y los autores que ellos suelen leer, que yo de ensayo no leí nada desde los libros de narratología de la carrera, también se acercan a esas ideas.
Y para la siguiente sesión de literatura vamos a tener otro autor que llevo tiempo queriendo conocer: Roberto Bolaño. No el Bolaño al que le van a dedicar las Letras Galegas en el 2013, sino el sudamericano. Estuvimos mirando extensiones de diferentes obras, y vamos de estrella en estrella: Estrella distante. Ya llevaré a Canal Nostalgia mis impresiones. Además, por mi cuenta quiero leer Los detectives salvajes, que tenía que leerla para clase pero no me dio tiempo, y tenía una pinta muy muy buena.

Tenemos la capilla puesta bien bonita. Subieron al coro tres sofás, y le construyeron una mesa con un par de palés y unas ruedas, además de una estantería. Para la parte de abajo consiguieron que el ayuntamiento les diese algunos bancos del parque, que tenían en un almacén, y llevan unos días pintándolos, por estar tan desastrados. Ahora tenemos bancos de colores. También tenemos una mesa de reuiones, sillas, una vitrina rescatada de la basura, nos trajeron un par de radiadores, trajeron un radiadorcito pequeñito, y montaron otra mesa donde tenemos equipo de sonido para poner música ambiental. Está viva la capilla xD
Durante la semana, todos están fuera. Vienen los fines de semana y es cuando hay realmente actividad allá dentro, pero durante la semana estaba cerrada. Entonces yo, que estoy aburrida aquí, dije que podía tenerla abierta durante las semanas. Aunque sea por ser un puesto de información, porque durante las semanas no organizamos nada. Tienen en marcha el concurso de fotografía (no me incluyo porque voy a participar), están las fichas para hacerse socios, etc. Y yo aprovecho para estudiar.
No es el sitio más cómodo, ni el más calentito, pero es el que menos distracciones tiene. En casa soy incapaz de hacer nada. Es más, tengo que enviarle un texto a una profesora para que me corrija de cara al examen, y aquí llevo dos horas intentando corregirlo por encima para enviarlo, y no soy capaz de leer más de dos líneas a la vez, eso si me entero de qué ponen.
Y esa es una de las rutinas nuevas: a las 5 voy a la capilla, estudio una hora y pico-dos horas, y me pongo a leer hasta las 7 y media. En principio quería estar hasta las 8, pero no soy capaz de estar tan concentrada durante 3 horas seguidas, y si empiezo a pensar en otras cosas, pienso en los espíritus de la capilla, el frío que hay, en el hambre que tengo a esas horas... me acojono y me voy de todas maneras.
Estoy volviendo a leer, a diario, durante una hora y pico, como costumbre. Y estoy sufriendo de miedo al abismo: hay tantas cosas que quiero leer, tantas cosas que quise leer y durante estos cuatro pasados años no pude, que no sé por dónde empezar. Acabo decidiéndome por algún libro que tenga a mano, cualquiera, sin acabar por sumergirme en ninguno de los que quiero leer en realidad xD Ahora estoy con una antología de Merimée, que me va a durar un par de días más, y luego espero tener la lista de libros que tengo que leer para Literatura Galega, que me tuve que matricular porque me faltaban créditos (aquí tengo que solicitar un gran aplauso para los de secretaría de mi Facultad) y tengo que avanzar con ellos. Pero luego, no lo sé. Tengo ganas a varios bestsellers, por eso de dejar que un libro me enganche por la historia y volver a devorar páginas, volver a tener esa fiebre por seguir y acabar un libro, y esa sensación de “y yo antes qué hacía con mi vida?”.

El 3 tengo el primer examen, de Gramática II. Estoy acojonada. Pensaba que aún tenía 15 días y esta será la última semana. Se me echa encima el tiempo, y vuelve esa sensación de “no sé nada, la voy a cagar”, a la que se junta con la presión de que quiero acabar YA. Si suspendo este examen, la siguiente convocatoria es en junio, con lo que me pierdo las mayor parte de convocatorias de prácticas y trabajo en el extranjero de este curso. Pero sobre todo, quiero ir en diciembre a ver a Gerardo (otra cosa que se ha ido fraguando poco a poco y no he venido a contarlo) con el alivio de haber acabado ya.

Ahora voy a intentar seguir con el texto este. La asignatura no es difícil en sí. Es difícil porque es aburridísima y no hay quien estudie eso con ganas.

9 de noviembre de 2012

Mi chico ideal

Siempre he tenido claro qué busco en un chico, aunque hasta ahora pensaba en él de manera platónica, y por decirlo de alguna manera, me estaba “conformando” con menos. No es que me conformase realmente, es que nunca había conocido a alguien como el que estaba buscando realmente, y pensé que simplemente, no existía. He conocido chicos que me gustaron, pero siempre había algún “ojalá...”. Nunca nadie había cumplido con todo. Incluso había “renunciado” a algunas cosas porque ya me parecía mucho pedir.
Para mi chico ideal, buscaba a alguien que pudiera disfrutar de la misma música que yo. Que pueda apreciar la belleza detrás del ruido, que encontrase los gritos y las guitarras relajantes, y con quien pudiera compartir conciertos y festivales. Otra cosa importante, es que tenía que ser cariñoso y con un punto romántico (y creo que todos disfrutamos de algunos momentos cursis puntuales); que se deje sobar sin que se agobie, que le guste abrazarme y no le importe tenerme encima a cada poco. Además, me gustaría que fuese una persona culta; con o sin estudios, alguien inquieto intelectualmente, que quisiera aprender cosas, que fuese curioso y disfrute de museos, exposiciones, y que estuviese interesado en diferentes campos. Que me deje hablar de arte, música o literatura y no le parezca una tontería (este último punto está dentro de las exigencias más exigentes quizás xD). Que sea alguien leído, que le guste la literatura o la lectura, con quien hablar de libros, con quien irse a algún sitio tranquilo y pasar los dos la tarde leyendo. Alguien que vea los libros como objeto de disfrute, no de colección o de decoración.
Que sea alguien responsable. Alguien que tiene responsabilidades y cumple con ellas. Que pueda comprometerse con algo y mantenerlo. En principio esto no parecía importante, pero odio cuando la gente empieza cosas y las deja a la mitad, por comodidad o por exigirles un esfuerzo que no quieren hacer. Buscaba a alguien que se hubiese comprometido con algo (unos estudios, un trabajo, alguna afición a lo largo de los años) o hubiese hecho algún esfuerzo alguna vez.
También es importante que yo le guste. Ya tuve muchos años adolescentes de buscar chicos para los que no valía nada. No pido idolatración, solamente alguien que me valore, me quiera y haga sentir querida. Aunque suene algo egoísta, alguien que me haga sentir que valgo algo para él, que de verdad quiera estar conmigo, y haga esfuerzos por estar conmigo; que no me deje tirada así como deje de ser cómodo.
Que entienda mi ansiedad. Aunque no sepa qué hacer con ella (ni yo misma lo sé) que de entrada entienda que puede haber momentos en los que me encuentro mal y que hay cosas que no puedo hacer (salir a cenar, a veces salir a comer...). Que no lo vea como una neura ni una tontería. Y sobre todo, que tenga paciencia conmigo cuando no me encuentro bien.
Que busque más o menos el mismo futuro que yo: un trabajo estable que me permita vivir tranquila, con tiempo para dedicarme, fuera del trabajo, a las cosas que me gustan y me hacen feliz. Una vida tranquila, sin ostentación ni caprichos. Una casa estable, en un sitio agradable, y la capacidad de ahorrar como para poder pegarme veranos de festivales e inviernos de conciertos. No busco alguien que ambicione riquezas ni una vida de fama ni muy agitada; pero tampoco una vida de escaquearse, vaguear y no esforzarse por nada más que conseguir lo mínimo. Me gustan las rutinas rodeada de cosas y gente que me hacen feliz, y no podría compartir esta vida con alguien que no estuviese contento con ella. Sé que soy joven, tengo 22 años y parece que aún me queda tiempo para pensar en el futuro, estabilidad y eso. Pero es lo que me gusta. Tranquilidad, rutinas, estabilidad, saber o intuir qué va a ser de mí de aquí a 6 meses.
Estas son las cosas básicas. Hasta ahora no había encontrado a nadie que las cumpliese todas. O música y responsabilidades, o música y tranquilidad, o lectura y responsabilidades... pero nunca se habían dado todas estas cosas juntas. Y ya si me pongo exigente:
Que no beba, ni fume, ni tome drogas. Estar pendiente de que la otra persona pueda fumar es un coñazo. Le cogí mucha tirria también a los borrachos, con esos ojos ausentes y el que se comporten diferente. No pido un abstemio al 100%, pero no me gusta cuando pasan del puntillo. Sobre todo porque yo sí soy abstemia al 100% y no lo veo divertido ni entretenido. Ya si hablamos de drogas, aunque sean porros... prefiero pasar del tema. Me hace mucha menos gracia que el alcohol y el tabaco. Aguanté porros durante un tiempo, y estoy cansada de ellos.
Que su idea de salir por las noches y pasarlo bien incluya conciertos y tranquilidad. Que su concepción de pasarlo bien no sea estar de pie toda la noche, en discotecas/pubs/botellón. Que no se aburra si para salir vamos a un bar y pasamos la noche sentados y charlando.
Que no tenga miedo a la distancia. Tal y como están las cosas, y según lo que he querido desde hace años, es realista ver la posibilidad de me vaya fuera a trabajar, aunque sea solo unos meses con algunas prácticas o becas. Necesito que comprenda que es algo que quiero o tengo que hacer, y no me ate a él, a una ciudad o una casa. En su día me perdí el Erasmus por alguien que no soportaba tenerme lejos más de 3 días, y no quiero volver a repetirlo. Pidiendo un poco más, me gustaría alguien que tampoco se viese irremediablemente atado a un sitio y, si me va bien fuera y si tiene posibilidades de estar él también bien fuera, pudiera plantearse venir conmigo. La distancia es una etapa, tampoco quiero distancia durante años.
Ya en plan locura, que fuese alguien creativo. Si es dentro de la música, mejor. Sería un orgullo poder ver a alguien que se mueve dentro de la música, que lucha por ella y se esfuerza por ella. En plan sueño, si tiene un grupo y dan algún concierto, el orgullo de estar con él y tener la posibilidad de vivir el concierto desde dentro. Pero en plan locura. Más que una necesidad es un plus, un sueño, algo a lo que no aspiro conseguir, pero que sería genial que fuese.

Pues bien. Lo he encontrado. Existe alguien que cumple todo esto. Punto por punto. Y cuánto más lo conozco, mejor es. Y cuánto más tiempo paso con él, más feliz me hace. Una sorpresa por mañana, una sonrisa al irse a dormir.
De momento tendremos que luchar un poco con la distancia, pero vale la pena.


So close, no matter how far...

5 de noviembre de 2012

Recuerden, recuerden...

Hola, bella dama. Bonita noche, ¿verdad? Perdone mi intromisión. Quizás deseaba pasear. O sólo disfrutar de la vista. No importa. Es hora de que tengamos una charla. Ahh… olvidaba que no nos han presentado. No tengo nombre, llámeme “V”. “Sra Justicia… aquí V”, “V, aquí la señora Justicia”. “Hola, señora Justicia”. “Buenas noches, V”. Ya está, ya nos conocemos. Soy admirador suyo desde hace tiempo. Oh, sé lo que piensa… “El pobre chico está loco por mí…” Lo siento, madame. No es así en absoluto. La admiraba… aunque a distancia. La miraba desde la calle cuando era chico. Le decía a mi padre: “¿Quién es esa dama?”. Y me contestaba, “es la señora Justicia”. Y le decía, “¿No es bonita?”. No es algo físico, sé que no es de esas. No, la amaba como persona. Como ideal. Eso fue hace mucho. Ahora hay alguien más. “¿Qué? ¡V! ¿Me has traicionado por una ramera vanidosa de labios pintados y sonrisa incitante?” ¿Yo? ¡Disiento! ¡Fue tu infidelidad la que me echó en sus brazos! ¡Ah-ha! Te sorprendí, ¿eh? Pensabas que no sabía lo tuyo. Pues lo sé. ¡Lo sé todo! No me sorprendió. Siempre te gustaron los uniformes. “¿Uniformes? No sé de qué me hablas. Tú siempre fuiste el único, V…” ¡Mentirosa! ¡Zorra! ¡Ramera! ¿Niegas que te lanzaste a sus brazos y a sus botas? ¿Te comió la lengua el gato? Eso parece. Te has mostrado por fin. Ya no eres mi justicia, ahora eres su justicia. Te acostaste con otro. ¡Dos pueden jugar a ese juego! “Sniff, ¿quién es ella, V? ¿Cómo se llama?” Se llama Anarquía. ¡Y me ha enseñado más que tú como mujer! Me ha enseñado que la Justicia es inútil sin Libertad. Es honesta. No hace promesas ni las rompe como tú, Jezabel. Me preguntaba por qué no me mirabas a los ojos. Ahora lo sé. Adiós, querida. Me entristecería por nuestra separación, pero ya no eres la mujer que amaba. Aquí tienes un regalo final. Las llamas de la Libertad, que hermosas. Ahh, mi preciosa, Anarquía… “Hasta ahora no conocía tu belleza”.



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“Recuerden, recuerden, el 5 de noviembre. Conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora para evocarla sin dilación.”

29 de octubre de 2012

Mis fotos de Arch Enemy

Muchos quebraderos de cabeza me han dado las fotos de Arch Enemy. O la ausencia de ellas. Intenté como pude ir acreditada como fotografía al concierto; en este caso, no por entrar gratis, sino por poder hacer fotos. Al contrario que con In Flames, iba a ir al concierto pagando o no pagando. Pero recuerdo que uno de los primeros pensamientos que tuve cuando vi que venían a dar un concierto fue “fotos mías de Arch Enemy, mías, mías”.
Si hay algo que compensa las hasta 10 horas que me paso después de un concierto redactando y corrigiendo una crónica, es el orgullo que me dan las fotos que saqué. Algunas veces mejores, otras veces peores, pero ver que soy capaz de hacer eso me encanta. Algunas fotos me han hecho sentir tan bien que las imprimí y las tuve colgadas en mi habitación (Carlos Escobedo a la batería en el Rock in Way y Bernardini colaborando con Tregua, por ejemplo). Pensar en tener fotos mías de Arch Enemy, en una sala preciosa y fácil de sacar fotos como es la Capitol... era demasiado bonito para ser verdad.
Y efectivamente, no fue verdad. Pedí acreditación, la trabajé como suelo trabajarlas, como me la dieron para otros conciertos, pero tanto yo como otros fotógrafos que conozco solamente recibimos silencio por parte de la promotora. Por lo tanto, nos quedamos sin fotos. Compré la entrada, igualmente estuve en primera fila, pero no tengo fotos. Tengo pensado cagarme extensamente en la promotora y en esta clase de promotoras demasiado importantes como para no hacernos caso a los “pequeños” oficialmente en TheDrinkTim, solamente hay que esperar a que tenga el día un poco cruzado y ya me extenderé por allí.
Como hay más vida más allá de las cámaras réflex, me llevé la compacta. Desde que uso réflex en conciertos, la compacta es... muy, muy pequeña. Sobre todo, porque la réflex es inmediata. Enfocas, mantienes, y justo en el momento que pulsas, dispara. La compacta tarda, normalmente el tiempo suficiente para hacerte perder luz, posición y salen movidas. No hablemos de encuadres, que no nos podemos poner pijos; todo lo que pido es que salga el músico.
Y así están mis fotos. Entre la compacta, extremadamente movidas, y las de la cámara del móvil, sin zoom y sin enfocar. De las 37 que saqué (ya no me esforcé, era consciente de lo que tenía entre las manos), he conseguido rescatar 5. Además tengo una foto completamente en negro que creo que es un vídeo que grabé convertido en foto por error, porque no aparece por ningún lado. En fin.
En general, no hay fotos del concierto. No hubo fotógrafos acreditados. Solamente una chica por Rock in Spain, que, sinceramente, para hacer esas fotos, yo me hubiese quedado en casa. También había por allí un señor que creo que es el de la sala, pero hasta ahora solo subieron fotos de Titan's eve. Y los de la promotora, que ellos sí pudieron sacar fotos. Pero ni las he encontrado ni tengo ganas de verlas.

Las que conseguí sacar yo, con tristeza de corazón:

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27 de octubre de 2012

Arch Enemy, en la salud y en la enfermedad

...porque me han dejado destrozada.

Ya los vi en directo en el Sonisphere de hace dos veranos, y no me acabaron de convencer en directo. En el momento me llevé una gran decepción, pero pasando el tiempo, me di cuenta de que no había sido culpa suya. Todo el festival fue una gran decepción, y tenía que darles otra oportunidad.
Y así como pude, se la di. Este jueves pasado se alinearon los planetas y su gira de presentación de Khaos Legions (que llevan con ella desde antes del Sonisphere, no es que no se lo curren) pasó por Santiago. Como es normal, cada vez que un concierto así pasa por aquí, todavía no me lo creo, y hasta el momento de llegar a la sala y ver a gente haciendo cola con camisetas de Arch Enemy, no me acabé de creer que fuesen ellos, y no otro grupo con un nombre parecido.

El concierto fue en Santiago, y como ya no estoy en Coruña, tuve que ir desde casa. Cogí un bus casi a medio camino entre mi casa y Santiago (o eso pensaba, porque fueron diez minutos de coche y 2 horas de bus), y a apenas las 4 y media de la tarde llegué a Santiago. Aproveché que mi hermano está pasando el fin de semana en Madrid para ir a su piso y dormir en él; así que mi primera parada fue su piso, que por encima está cerca de la estación de buses. Puse a cargar el móvil, deshice la bolsa con el pijama y la ropa para el día siguiente, fui a buscar un supermercado para tener algo para comer (con los nervios apenas comí al mediodía), y como no tenía otra cosa que hacer, fui tirando para la sala.
Para cuando llegué, sin haberme perdido ni nada así (eso no lo esperaba, es una zona de Santiago que no conocía), eran cerca de las 6 de la tarde. Eran como unas 12 personas a la cola, y como no tenía otra cosa que hacer, me senté por allí. Fuimos esos 12 y un par de personas más hasta que llegaron sueltos hasta las 8 menos cuarto, cuando la apertura de puertas era a las 8. Es una de las cosas que me encantan de Galicia: no se hace cola para las cosas. La gente va a llegar con los teloneros empezados o 10 minutos antes, no hace falta guardar colas.
En ese último cuarto de hora estuve hablando con una señora-chica que andaba por allí, que llegó sola aunque luego se le unieron el novio y un amigo. Venían desde Ourense, y ella me estuvo contando que dejaba en casa a una de sus hijas, de casi 16 años, en casa, mordiendo las paredes. Que la niña quería conciertos, quería ir a conciertos con su madre y la madre no la llevaba de conciertos. Que ya vendrían a Cradle of Filth en plan regalo de cumpleaños, pero no más conciertos hasta que mejorase las notas. Pobre chica, la madre acababa de estar viendo a Manowar, estaba viendo a Arch Enemy y en nada se va a ver a Kreator, y lo que vaya cayendo.

Tras la charla que tuvimos en la cola, entramos como si dentro regalasen comida. Conseguí el último cachito de valla a la izquierda, casi mi sitio oficial en la Capitol. A ellos los perdí al entrar, entre que fueron al puesto de merch y a coger para beber, aunque me los volví a encontrar en la salida. La gente de Coruña que me dijo que iba a venir no aparecía, y sabiendo la pachorra que tienen esperarían a que estuviesen Arch Enemy para salir para aparecer.
Los primeros teloneros. Titan's Eve no me disgustaron. Eran jóvenes, y no tenían canciones muy buenas, pero tocaron bien, soportaron a los de las primeras filas, y tenían momentos muy chulos en algunas canciones.
Los segundos teloneros... VoidVod, que todo el mundo dice “ooh, los míticos VoidVod”... pues mira, los míticos VoidVod salieron puestos al escenario, y además de tener canciones larguísimas y cansinas, dieron algo de penita, sobre todo el cantante, que se movía raro y hacía cosas ridículas. Los de las primeras filas descubrieron que si le coreaban el nombre entre canción y canción el tío hacía tonterías y ahí lo tenían: lanzando besos, haciendo que lloraba de la emoción como una Miss... el resto del grupo parecía sobrio, pero este hombre, vaya todo por Dios. En general, no me gustaron. Ni en comportamiento, ni la música que hacían. Se hicieron largos, muy largos.

Y por sin salieron Arch Enemy. Se me hizo corto, aunque tocaron un montón de canciones. We will rise llegó antes de lo que esperaba, de sorpresa, al igual que The day you died, que no la esperaba directamente. Sonaron genial (gracias Capitol), tuvieron unas luces perfectas (pena de que la promotora sea una cutre y haya denegado fotos a todos los las que pedimos), y ellos son los amos por algo.
Incansables aunque permitiéndose descansos (y Michael Amott peinándose entre canción y canción), mantuvieron la energía hasta el final, y la gente se puso realmente salvaje xD Algún que otro pogo en la Capitol había visto, lo que no había visto era un pogo de media Capitol. Por lo menos esta vez Angela no pidió sangre, como en el Sonisphere. Y es que el concierto lo merecía. Yo agarrada a una valla, intentando soportar algunos empujones, y sobre todo, resistiendo la tentación de soltarme y ponerme a girar con el resto (porque luego no sería capaz de llegar adelante y me arrepentiría).
La gran sorpresa vino con el final del concierto. Yo no soy de las que piden púas. Yo no paso el concierto gritándole a los músicos, yo lo paso divirtiéndome, viviendo el concierto, cantando (o gritando en este caso) y disfrutándolo en general. Me da rabia la gente que entre canciones no para de gritar que les tiren púas, y ni loca me meto en los grupos que se forman cuando se tira una púa al aire y corren todos a por ella.
Pues acaba el concierto, y quien tenía delante (Michael Amott) tira todas las púas que tenía en el micro. Se despiden, se retiran. Pero salen de nuevo a saludar, a sacar la foto para twitter, y Michael trae más púas en las manos. Se agacha en el escenario, delante de mí, y estira la mano con la púa en ella. Yo no soy tonta, no pido púas, pero cuando se acercan, las cojo xD Me estiré todo lo que pude para cogerla, pero no llegaba. Alguien le cogió esa púa, entonces cogió otra, y volvió a intentarlo. Sorteó el resto de manos y me dejó la púa dentro de la palma de la mano, mientra yo pensaba que me había descolocado el brazo de haberlo estirado. Pero con mi púa en la mano, para mí, especialmente para mí *-*
Ese fue el momento de la noche. Ni Nemesis (que fue un momentazo), ni cantar We will rise, ni dedicar a los políticos del país Dead eyes see no future. Amott dándome una púa.
Este hombre ha sido demasiado bueno conmigo, y jamás podré hacer nada para compensárselo. Compuso Nemesis, concretamente el solo, ese solo del que hablaba en la entrada anterior que me hizo ver con otros ojos los gritos, y que cambió mi concepción de la música al completo. Me da su música, me abre las puertas a otra música, y luego por encima tiene el detallazo de darme una púa, de fijarse en la niña de la esquina, aplastada y dolorida, que llevaba gritando todo el concierto *-* Es algo que no sé cómo pagar, que no voy a poder compensar de ninguna manera. Salvo dedicarle amor eterno, y devoción casi absoluta.

Y ahora, como tras cada concierto de este estilo, el tema de los guturales. Hacía mucho que no podía gritar, tanto que no me acuerdo cuál fue el último concierto que grité. Pero aproveché este todo lo que pude. Y estoy contenta con los resultados :D Al día siguiente la garganta perfecta, así que, los haga mejor o peor, no me estoy haciendo daño, que es lo primero. Además, más o menos pude escucharme, además de sentirme, y me descubrí siendo capaz de variar el volumen. Y curiosamente, a cuánto menos volumen, más control, sobre la vocalización y sobre el tono. Fue una sorpresa, el ser capaz de gritar sin gritar alto. Normalmente en la cola de estos conciertos acaba triunfando la testosterona y los tíos intentan demostrar lo bien que pueden gritar, y lo que hacen es romper la voz al gritar. Eso lo hacen hasta las gitanas en el mercado si pueden. Esta clase de grito que estuve practicando es algo completamente diferente. No tengo ni idea de qué hago físicamente para que me salga, pero estoy sorprendida, muy sorprendida xD
Pero volvemos al tema de siempre. No soy capaz de practicar sola, y no tengo gran control sobre ello. Me doy miedo a mí misma, no soy capaz de hablar sola, y en casa no tengo el puntito de adrenalina o desinhibición para poder hacerlo. Así que seguiré estancada durante mucho tiempo más.

Después del concierto cogí un taxi y volví al piso de mi hermano. Me parecía que no estaba cansada, pero así como me senté en cama se me puso un peso de varios kilos en cada hombro, y no pude aguantar mucho despierta.

Recuento de daños a pleno 27:
El cuello apenas me duele. Puedo moverlo hacia arriba y abajo otra vez, aunque me tira.
Las piernas mejor podían cortármelas. Por delante y por detrás, arriba y abajo... me duelen todas las piernas. Agujetas de estar de puntillas, saltando y lo de siempre, pero esta vez, no sé por qué, me duele más.
Mazado bajo los brazos, de chocar contra las vallas.
Mazado bajo el pecho, y en este caso, también en el costado izquierdo, de las vallas del frente y del lateral.
Garganta perfecta :D
Cuando desperté al día siguiente me dolía una costilla, pero creo que es de la valla de la esquina, de darme contra ella.
Además, la parte de la cadera de la izquierda también la tengo algo dolorida. Una tía me fue empujando y tuve que estar apoyada en la pierna izquierda, con el costado derecho tenso, casi todo el concierto. Pensé que iba a molestar más de lo que molesta, que es apenas nada.
Y bueno, tras dormir 10 horas tras el concierto, llegar a casa y querer volver a cama a las 10 de la noche.

Tengo algunas fotos, sacadas con el móvil y con la compacta. En una primera vista, no me gustan. Movidas, desenfocadas... cosas de estar acostumbrada a la réflex. Cuando reúna paciencia me pondré a editarlas y así tenemos una entrada más. Con menos texto y más fotos.
Cuántas cosas buenas tengo que contar en el blog estos días :D

24 de octubre de 2012

Nemesis

Aún me acuerdo de aquél momento. Tenía 15 años, y estaba dando vueltas por mi habitación. Probablemente recogiendo el desastre en la que la tenía convertida. En una mesa, tenía el casette con uno de los discos recopilatorios de música que me regalaba una revista de rock que compraba habitualmente.
La primera canción no me gustaba, y la pasé. Luego tenía tres canciones melódicas antes de tener que volver a pasar otra de esas canciones que eran solo gritos y ruidos.
Me entretuve con algo, las tres canciones pasaron más rápido de lo que esperaba, y llegó esa cuarta canción que por costumbre pasaba. Pero tenía las manos ocupadas en algo, y dejé que sonase.
No me gustaa de principio, siempre escuchaba los tres o cuatro primeros segundos, notaba esa onda sonora, de ruido casi, y la pasaba. No me gustaba la música con gritos, era solo ruido. A mí me gustaba la música, no el ruido.
Pero esta vez escuché algo más. Había una guitarra, con la melodía que me atrapaba. Se notaba de fondo, aparecía de vez en cuando, pero destacaba encima de los gritos. Y hacia el final de la canción, se apagó el ruido y esa guitarra destacó en un solo que me dejó quita, escuchando. Dejé de hacer lo que estaba haciendo. Los gritos se unieron en la melodía en el siguiente estribillo, y luego volvió la guitarra, más y mejor aún.
Mientras sufría por primera vez un principio del síndrome de Stendhal, se acabó la canción. Y me dolió que se acabase. El disco quería seguir con las canciones melódicas, pero puse de nuevo esa última canción. Quería volver a escuchar esa guitarra.
Y así es cómo conocí a Nemesis.




Hoy, casi 7 años completos después, voy a estar a metros de Arch Enemy. De nuevo, aunque lo estoy viviendo como si fuese la primera vez. Y no dejo de pensar en qué va a pasar cuando tenga frente a mí a Nemesis, imprescindible en mi vida desde aquella primera escucha, cuando sentí por primera vez estar conectada a algo mucho más grande. Que escuchar y entender aquello (la belleza bajo el ruido) me hacía parte de una minoría, una minoría con mucha suerte, y que aún hoy no deja de darme alegrías y sorpresas.

One for all, all for one.
We are one, we are Nemesis.

19 de octubre de 2012

Diario 43

Cada vez parece que escribo menos en el blog, pero es que tampoco realmente mucho que contar. Mis días están siendo bastante monótonos y repetitivos, aunque también podría tenerlo un poco más cuidado.
Sobre todo, estos días los estoy dedicando a ganchillar y a prepararme para estudiar. Que no es estudiar en realidad, el examen va a ser práctico y lo que tengo que hacer es acostumbrarme a esa práctica tan rara y larga.
En cuanto al ganchillo, estuve haciendo fotos al material que tengo nuevo, y ya no puedo seguir diciendo lo de que no tengo material para ir a mercados o ferias. Sí tengo material. Sobre todo en bufandas y guantes, que a lo tonto he ido juntando cosas y tengo casi una bolsa entera. En cuanto a amigurumi también estoy tejiendo bastante, aunque por estar lejos de Coruña estoy sufriendo una pequeña crisis de colores, y estoy teniendo que ponerme creativa para poder seguir tejiendo.
Viendo esto, me enteré de un mercadillo que se va a hacer en Coruña en noviembre. Me habló Ana de él, ella se apuntó de cabeza, y yo fui detrás. Como imagino qué clase de público va a haber, no voy a esmerarme mucho con el amigurumi y voy a dedicarme sobre todo a cosas de lana: guantes, algún gorro, y a ver si entre hoy y mañana lleno la casa de flores y broches. Me quedan restos pequeños de ovillos de colores, que no me dan para un amigurumi, pero imagino que sí dan para flores. Y hace mucho que no hago ninguna flor. Quién me diría a mí hace unos meses, tejiendo flores... xD
En cuanto a encargos me está yendo bastante bien. Me lo estoy tomando con calma, haciendo cosas que me gustan o que me apetecen por el camino, pero siempre tengo algo a la cola. E incluso alguno viene inesperado, como una compra de un pollito ayer por la noche a través de Artesanum. Creo que la próxima entrada de blog para Enemy Dolls será alabando a Artesanum, porque estoy encantada con ellos, y con cada cambio que hacen más (y eso es difícil xD).

Me estoy dando cuenta estos días de que diseñar patrones está convirtiéndose en algo normal en mí. Si no encuentro un patrón que me guste, lo hago y ya está. Y lo sorprendente es que no están quedando mal del todo. Empecé con un Slender man cuando llegué de Coruña (un poco chuchirrío, creo), seguí con un murcielaguito que llevo colgado del bolso y el otro día hice un Nyan Cat casi sin darme cuenta. El Slender man me dio ayer una sorpresa grandísima al buscar en google y ver que está casi de primero en las búsquedas. A mí que no me gustaba... y en esa entrada concreta, tengo más de 150 visitas. En Deviantart no están muy emocionados con ellos, aunque voy recibiendo visitas y comentarios. No es una avalancha de gente como era hace unos meses, con días con muchos comentarios y otros días sin nada. Voy a probar a colarme en Cuánta Razón, a ver si hay suerte y a ver qué sale de esos bordes.

El la otra cosa que ocupa mis días, están los estudios y qué va a pasar más allá de diciembre. Aún no repartí ningún currículum, es cierto, pero estoy mirando directamente maneras de irme fuera. Como primera toma de contacto estoy viendo que hay bastantes convocatorias para pequeños períodos de prácticas Europa adelante. Las becas Da Vinci, extensiones de las Da Vinci (hoy vi unas especiales de la UDC para sus exalumnos, aunque con las mismas condiciones que las originales), y diferentes organismos, con diferentes cantidades, diferentes destinos (aunque suelen coincidir en Alemania, Irlanda, Italia, Polonia; Finlandia es más difícil de ver) y en general, hay oportunidades. Estoy viendo prácticas desde un mes a nueve meses. Pero todas piden la titulación terminada. Imagino que así como me pongan mi 5 empezaré a enviar solicitudes a dónde pueda xD
Me da miedo irme fuera, claro que me da miedo. Pero, más allá de que aquí vaya a tener trabajo o no, más allá del máster, oposiciones, clases particulares, academias, supermercados o todas las otras cosas a las que pueda optar, es una experiencia que quiero vivir. Quiero por lo menos haber pasado un par de meses fuera, y saber si eso es para mí o no. Llevo mucho tiempo diciendo que quería irme a vivir y trabajar en Finlandia, y si me aferro a unas hipotéticas futuras oposiciones aquí, no sabré si me hubiera ido bien fuera. Me da más miedo verme frente a una clase de la ESO, harta de todos esos monstruos hiperactivos y ruidosos pensando que a lo mejor fuera estaba mejor.
Quiero vivirlo. Si no es para mí, ya me meteré en la ESO, y se intentará llevarlo como se pueda. Pero eso, que quiero probarlo por lo menos. A mi padre le hace menos gracia que a mí aunque haya sido él el que me lleve tiempo insistiendo en que fuera estoy mejor. Imagino que en el momento de la verdad está viendo que se vuelve real y que Finlandia, Canadá, incluso Brasil (adónde dice que me valla) están más lejos que Coruña. No realmente, porque en unas 3 horas de avión creo que te plantas en Helsinki... de mi casa a Coruña son 2 de bus.

Por el resto, el invierno... is not coming. El invierno llegó. Hay frío, tengo ya el deshumidificador puesto en mi habitación para poder dormir sin despertar con escarcha en la cara, y ya saqué los guantes y alguna bufanda. Tengo los pies congelados, llueve, y las pocas veces que sale el sol, sigue haciendo frío. En fin, lo de todos los años.
Con la cosa de las elecciones y el aniversario del Prestige a lo mejor me vuelvo a pasar pronto por aquí. Espero que con eso o alguna otra cosa :)

12 de octubre de 2012

Más paja en el ojo ajeno

Hay temporadas mejores, y hay temporadas peores. También hay temporadas donde parece que todos los gilipollas están aterrizando cerca, y, casualidad o no, te tocan todos a ti. Porque tras la entrada anterior de “la paja en el ojo ajeno” estoy de nuevo en una situación parecida: alguien que se queja de que le hacen algo, que él me ha hecho a mí, lo predica a los cuatro vientos, y parece que no se da cuenta.

Por partes.
Desde hace mucho tiempo, desde que me tatué concretamente, llevo siguiendo a un chico en Twitter. En realidad me encontró él (que también se iba a tatuar esos días) y le hice followback. Nunca tuvimos mucho contacto, pero me gustaba seguirlo; o por lo menos no me molestaba hacerlo. No coincidíamos en muchas cosas, sobre todo porque él twittea sobre todo sobre WOW (del que yo no sé nada) y fútbol. Intercambiábamos un par de mensajes y ya está.
Pero hace unas pocas semanas, unas 3, vi que algo iba mal. Tenía toda a pinta de haber dejado a su novia en condiciones similares a cómo dejé yo a mi ex hace 6 meses, pero él lo estaba llevando fatal. Dijo que cerraría la cuenta, y le hice una mención diciéndole que esperaba que le fuese todo bien y que se le echaría de menos. La cerró. A las 24 horas volvió diciendo que no iba a huir, que huyendo no iba a solucionar nada. Le di la bienvenida, y como pensé que podía ayudarle en algo, le dije que si quería hablar contase conmigo, aunque no nos conocíamos apenas. No es la primera vez que hago esto.
Nos agregamos, y empezamos a hablar. Pasamos como tres o cuatro noches hablando hasta las 5 de la mañana, más llevaderas o menos. Lo importante es que parecía que conseguía distraerlo. Lo comenté con un par de personas, y aunque parecía descabellado, parecía que todos estaban de acuerdo en que él algo quería. Que aunque estuviese dolido por lo de su ex, no era normal que hablase tanto conmigo, hasta tan tarde y así. Por otro lado, yo me empecé a ilusionar con él. No parecía la persona que yo conocía de twitter, sino un chico más cariñoso algo menos borde de lo que parecía.
En muy pocos días llegamos a unos niveles muy altos de confianza, tanto que casi estábamos planeando vernos. Aunque él es de Madrid, desde que estuvo Isi con el novio, y ya que va a haber una mini kdd de la web en la que trabajo, tenía ganas de ir. Y como en Coruña tenemos casa para acogerlo, le dije que se viniera. Estaba en un punto en el que si me lo llega a decir una vez más, le digo que voy.
Entonces él empezó a seguir a Iris. Estábamos en las puertas de la Mardi Gras, el 29, esperando para el concierto de Gauntlet, y me dice “Mira, un tío con nombre raro me acaba de empezar a seguir”, y era él.
Al llegar a casa, mientras yo agonizaba un rato, y durante los siguientes días, cambió a Iris por mí. Ella jugó a WOW, tenían más de qué hablar, y de un día para otro pasó de pedirme que fuese a Madrid, dejándome los dientes largos con las cosas que me llevaría a ver, a no ser nadie. Después de alterar mis horarios por quedarme ayudándolo, distrayéndolo, pasaba de mí sin darme ninguna explicación.
Y me sentí una tonta, y me empecé a sentir muy mal. Por tonta, por haber caído en algo así, por ilusionarme de nuevo con algo que no iba a llevar a ningún lugar (de principio porque, aunque todo hubiese ido bien, y él también se ilusionase conmigo, yo no quiero nada a distancia; ya lo tuve y no lo quiero), y sobre todo, por haber pensado que él era diferente a cómo era. No era más que otro crío cambiachaquetas, otro forocochero más, otro de “yoyoyoyo” que no se da cuenta de que los demás también existimos. Un desagradecido como poco.
Aún así, mi promesa, de hacía apenas un par de semanas, era estar ahí por él. Decía que estaba bastante solo, y eso parecía. Y por mucho que me doliese a mí, quería estar ahí para ayudarlo. Sin importarme lo que me pasara a mí o cómo me sintiese yo, él necesitaba más la distracción que yo.

Con lo que parecía que él no contaba es que Iris me iba a contar todo lo que hablasen. Ella luego me contó cosas, entre las que destaca que él empezó a sentir respecto a ella lo que yo sentía por él. Un culebrón. Él decía lo mío le había sorprendido porque había pasado todo en muy poco tiempo, pero en el mismo tiempo le pasó a él con Iris. Mientras, Iris le dejó claro desde el principio que está por otro, que más o menos la corresponde, y que también está en Madrid. El chaval este me llegó a decir que creía que si Iris iba a Madrid, se verían y pasaría algo. Iris ya le había dicho que no, y yo también le dije que no. Que Iris tenía más cosas que hacer en Madrid que estar con él. Pero él seguía en su mundo de fantasía.
Cuando yo ya estaba completamente al margen tuvieron bronca. Él prácticamente le insistió a Iris para “arreglar” las cosas con el otro chaval, teniendo la esperanza de que se pelaran y así ella quedar para él. Con lo que no contaba es que lo arreglaron de verdad. No se lo tomó bien, le armó un Cristo de la hostia y se enfadó muchísimo.
Entonces es donde viene la paja en el ojo ajeno.
Empezó a publicar en twitter que estaba cansado de ser un buenazo que busca la felicidad ajena sobre la propia, y que eso iba a cambiar. Cuando le da el punto, se pone a twittear sobre lo despreciado que se siente, sobre que a partir de ahora él va a ser lo primero en lo que piense, porque está cansado de que la gente lo pise.

Entonces es cuando me quedo con cara de gilipollas y sin saber qué decir. Pero qué me cuentas, niño? Conmigo no te ha puesto en segundo plano, en ningún momento pareció siquiera que le importara que yo me encontrase mal, más allá de la preocupación cortés por ser amigos. Yo sí lo he dado todo por él cuando no tenía por qué, porque él siempre fueron unas letras y un avatar cambiante en una pantalla. Sin tener por qué, me preocupé por él, me volqué con él aunque supusiese tener sueño o cansancio el día siguiente, o no parar de pensar qué podía hacer para distraerlo o hacer que se sintiese mejor. Y luego por él me empecé a sentir mal como había mucho que no me sentía, y parece que ni siquiera le importó.
Que me venga a hablar de ponerse en segundo plano para buscar la felicidad de otros. Que me hable de “sacrificarse” o de apoyo. Que raje.

En fin. Tras descubrir que no era cómo yo pensaba que era, se me pasaron los “males”. Si algo he aprendido en los últimos años es a motivarme, a olvidar ciertas cosas, y que cuando algo no vale la pena... no vale la pena. Pero ahora tengo que aguantarlo, haciéndose la víctima, el pobrecito, dando pena por twitter como la daba hace unas semanas, mendigando atención. Al diferencia es que ahora sé qué pasa detrás de twitter.
Al contrario que él, yo no pienso cambiar. Sigo pensando que, aunque a veces duela, vale la pena intentar ayudar o escuchar a quien lo necesita. No es la primera vez que lo hago y no es la primera vez que acabo escaldada, pero no por eso voy a dejar de hacerlo. Sigo creyendo en el poder de las sonrisas y la motivación, y voy a estar ahí para quien lo necesite. A veces incluso aunque no los conozca, o no lo merezca.

6 de octubre de 2012

Diario 42

Respecto a la anterior entrada, estoy mejor. No sé qué me pasó esos días, no sé qué pasó exactamente para sentirme mejor, porque pasó de un momento para otro, pero ya estoy mejor. Hablé con las dos personas que estaban involucradas y creo que va a quedar con una ida de olla, un descontrol por mi parte y nada más. Por lo menos para ellos no ha sido nada. No creo que lo entendiesen, pero no ha sido nada.

Así que, aunque hace una semana ya, voy a contar lo que pasó el 29, que da para rato.
Durante casi todo el año sin tener nada que hacer, y durante un verano paradísimo, se juntaron mil cosas interesantes e importantes en Coruña para el 29 de septiembre. En un primer momento apareció el festival de cine de fantasía y ciencia ficción, que se cerraba el 29 con una marcha zombie, a la que no quería faltar. Acompañando al festival de cine, iban a hacer en una fundación una feria del terror, donde quería conseguir un par de libros. Un poco más tarde anunciaron que se iba a hacer el mercadillo artesanal “Orzán revive”, para devolver un poco a la vida, aunque fuese por un día, la calle y la zona del Orzán, que está que da penita últimamente, con las ruinas, la soledad y la gente rara. Si tuviese algo tejido podría haber intentado ir, pero como sigo sin recuperar stock, ya no me lo planteé. Aunque un par de chicas que conozco iban a montar puesto y quería pasarme a saludarlas.
Por la noche, desde hace tiempo, teníamos programado el concierto de Gauntlet con Strikeback en la Mardigras, y gracias a la marcha zombie se organizaron diferentes fiestas zombies en pubs de la zona vieja. Tras el concierto, seguiría la marcha.
Todo esto me consolaba de no haber ido a Madrid a la Euro Steam Con, una convención europea deslocalizada de steampunk. Es decir, cada uno se reuniría en su ciudad o dónde pudiese, en vez de organizar cientos de personas en una sola ciudad y tener que viajar todos o casi todos. Las de España se iban a hacer en Madrid y Barcelona. Yo quería ir a la de Madrid, pero al final no pudo ser. Pero a una semana de hacerse la de Madrid, me encontré con un evento de Facebook diciendo que la haríamos también en Coruña. Que nos podíamos reunir en Galicia, y que haríamos un picnic; primero se dijo que en el Monte de San Pedro, luego acordamos que mejor Santa Margarita. Y a eso tampoco podía faltar.
Entonces el sábado quedaba así: por la mañana feria del terror y Orzán revive, a comer a Santa Margarita, volver temprano, vestirse de zombie e ir a la marcha. Pintada, ir al concierto y luego salir ya vestida a las fiestas de la zona vieja. Parecía factible, parecía que podía ir a casi todo. No contaba con el cansancio.

El día fue parecido a cómo lo tenía planeado. Por la mañana me desperté a las horas a las que me estoy despertando normalmente, me vestí, hice la comida para el picnic steampunk, y mientras bajaba (un poco tarde) me pasé por el mercadillo del Orzán. No tuve tiempo de ir hasta la feria del terror. Llegué a Santa Margarita justo cuando iban a empezar a comer, después de una pequeña sesión de fotos, y comimos. Y nos peleamos por la comida. Y comprobamos que mucho steampunk, mucho retrofuturismo, modales ingleses y tal, pero seguimos siendo gallegos: planificábamos que seríamos 11 a comer (fuimos 17, creo, al final), y hubo más de una persona que llevó comida para 11. Sobró comida por todos lados y de todas clases: ensalada de pasta, perritos de hojaldre, sandwitches vegetales, cupcakes, pastelitos, agua, pan, pizza... de todo.
Luego hicimos unas cuantas fotos. Las mías se pueden ver en el álbum público en facebook. Yo no salgo en esas, obviamente. Pero para no andar con links, algunas fotos de lo guapos que íbamos (en serio, había gente espectacular)

Photobucket
Photobucket
Photobucket

Al acabar de comer subimos a la Casa de las Ciencias para hacer las fotos de familia, y bajamos a un bar a hacer conexión en directo con el resto de steamers de Europa. Ya había rulado algunas de las fotos que hizo una fotógrafa hermana de una de las participantes de antes de que yo llegase, los de Madrid tenían a punto la webcam para retransmitir por la noche, los de Alemania nos saludaban, veíamos mensajes desde Portugal, alguno desde Holanda, creo... increíble :D

Cuando dieron cerca de las 6 y media me tuve que despedir de ellos, no sin antes decirme que me apuntase al grupo de facebook sobre steampunk en Galicia, para hacer quedadas y así. De vuelta, llamé a Iris para reunirnos las dos en el mercadillo del Orzán, y luego ir a pintarnos de zombies. Nos quedamos hablando con las chicas de la mesa, se nos hizo algo tarde, yo estaba agotada, y al final decidimos saltarnos la marcha zombie (con dolor de corazón pero también de pies), relajarnos un rato en el piso y bajar directamente al concierto.
Cené con tranquilidad, miré por encima las fotos que había sacado, me cambié, me puse ropa cómoda, y bajamos al concierto con algo de tiempo. Como no había nadie ni habían abierto puertas, nos quedamos sentadas en la placita que hay frente a la Mardi. Y entonces vi a un murciélago. Me acordé de que cuando estuvimos en Sanabria mi padre me dijo cómo cazarlos, y lo intenté. No le gustó mi chaqueta, y no conseguimos nada más que yo coger algo de frío, Iris reírse mucho y acabar colgando en twitter que yo había llamado “Batman” al murciélago para que se acercase.
El concierto... los he tenido mejores. Strikeback de nuevo, como en el Brincadeira, hicieron todo lo que pudieron para el concierto complicado que tenían, y lo hicieron muy bien. Sin embargo, Gauntlet no me acabaron de convencer. No por la banda, porque ellos tocaron bien, y fueron majos, y esas cosas que me gustan de los directos; más bien por su sonido. Era todo muy homogéneo, sin cambios, y una canción parecía la segunda parte de la siguiente, y las canciones se hacían largas. Además, las piernas me dolían como a una vieja de haber ido y vuelto desde Santa Margarita, y haber pasado gran parte del tiempo de pie, me dolían los ovarios, hacía cogido frío... no tenía muchas ganas de trash metal. Cuando no debía quedarles mucho tiempo para acabar, decidimos irnos. Avisé a los que habían bajado a las fiestas zombie que no iba a ir porque no me encontraba muy bien, y así como llegamos al piso nos metimos en cama. Yo no recuerdo mucho más hasta el día siguiente, donde el calor y el descanso me había acabado con casi todos los males.
Me tocaba entonces recoger la habitación, empezar a hacer la maleta, recoger lo que tenía esparcido por la casa, quedar con la casera para que me diese la fianza y así.

Para ser un solo día pasaron muchas cosas. Y lo pasé muy bien en todas. Solamente me arrepiento de no haber contado con el factor cansancio y haber tenido que rendirme antes de lo que esperaba. Pero creo que la marcha zombie ha ido bien, y es probable que entonces la repitan para el año (esta ya era la segunda edición), y para entonces ya participaré.

2 de octubre de 2012

Diario 41

Yo venía a contar qué planes tenía para el 29, que tenía muchos; y lo que hice al final, que fueron unos pocos menos. Nuestro granito de arena a la EuroSteamCon, la marcha zombie, el concierto de Gauntlet... cosas que quería contar en el blog porque lo pasé muy bien y quería que fuese una de esas entradas que leeré en un par de años y disfrutaré.
Pero soy incapaz. No puedo escribir sobre pasarlo bien, sobre lo que pasó el 29 de septiembre, porque, aunque sea 1 de octubre (2 ya que pasan de las 12 de la noche) ese día queda muy lejos ya. Han pasado muchas cosas, o demasiado pocas, y todo es diferente a como lo era antes.
No voy a entrar en detalles. Dentro de unos meses, si vuelvo a leer esta entrada, recordaré qué pasó. Recordaré vivir sonriendo durante tres días, quién causó esas sonrisas, lo que hablamos, lo que hice, lo que hizo, y eso no hace falta explicarlo aquí. Recordaré que fueron días intensos, bonitos, llenos de pensamientos positivos, aunque un poco lejanos, de planes que no se fraguarán y de una ilusión que ahora duele.
Porque como es demasiado habitual, me he olvidado de no ilusionarme por nada. Desde el principio me decía que era tonta, muy tonta, que no debía implicarme, que no me dejase llevar. Que lo que estaba haciendo y sintiendo era imposible y una idiotez, que iba a acabar mal. Por momentos parecía que estaba equivocada. Parecía que por una vez las cosas salían bien.
Me dejé llevar, y llevo ya 48 horas que solo quiero salir de mi cuerpo, o borrar esta semana pasada, y que se acabe todo. Como suponía, ha acabado todo. Mucho antes de lo que esperaba, y sin haber podido disfrutar un poco más, pero está acabado. Como es habitual, ha llegado alguien mejor que yo, ha acaparado la atención mejor que yo, y de nuevo se forman grupos en los que se conversa... dándome la espalda. De nuevo estoy fuera, de nuevo me siento una molestia. No quiero escribir, no quiero participar, porque en el fondo sé que yo ya he cumplido, que no tengo nada más por hacer y que intentando seguir como estos días pasados solamente molesto.
Me siento sola. De nuevo, conozco a alguien, a alguien que vale la pena de verdad. Cuando las cosas empiezan a cuajar llega alguien nuevo, que acapara toda su atención, y yo me quedo mirando, desde lejos. Sola. Sintiéndome una molestia. Sintiéndome mal y egoísta por querer mantener lo que había pasado los días anteriores. Sintiéndome egoísta al sentirme mal y querer un poco de atención, cuando en todo este tiempo me he desvivido y he hecho cosas por esa persona porque estaba pasando por algo parecido.
De nuevo, vuelvo a sentir que me usan. Que tengo un papel, y que cuando está cumplido, no me necesitan más y se deshacen de mí. Ayudar en clase, entretener una tarde, enseñar una cosa, distraerse una noche. Cuando mi función está cumplida vuelvo a verme sola, sin saber qué hacer, ni qué decir.
He malinterpretado todo. Una voz dentro de mí decía que fuese con cuidado, que estaba pidiendo un imposible, y que no debía ilusionarme. Otra se encargó de leer entre líneas lo que no estaba escrito, de hacerse ilusiones, de imaginar, de buscar maneras de viajar. Incluso se vio dentro de un concierto gritando a su lado, o despertando por la mañana. Lo he malinterpretado todo, y soy la idiota de la historia.

Yo solo quería ayudar a un amigo. Luego, solamente quería una sonrisa suya. La mía vino con ella. Y ahora... ahora solo quiero volver a hace una semana. Cuando él no era más que unas letras conocidas, una risa espontánea, un comentario simpático o ininteligible. No cuando era dolor, y otra historia que pudo ser... pero no fue.
Ahora solo quiero silencio. Silencio, mi cama, con mis sábanas calientes y dormir.

28 de septiembre de 2012

La no compañera de piso

Está acabando mi tiempo en Coruña, me quedan unos pocos días en este piso antes de volver a casa, pero no quería irme sin dejar constancia en el blog de una cosa que pasó la semana pasada, que jamás me había pasado algo parecido, y que no acabamos de comprender del todo todavía.

Este piso tiene cinco habitaciones, y estamos ahora cuatro personas. Como el precio del piso baja para todos si se llenan todas las habitaciones, tanto la casera como los que están dentro estuvieron hablando con gente que venía a estudiar a Coruña por si querían alquilar una habitación.
A mediados de mes, quizás unos días después, una chica dijo que estaba interesada. Es conocida de vista de la chica con la que estamos viviendo, creo que es amiga de una amiga o algo así. Estaba pendiente de que la admitieran en un ciclo para saber si venirse a Coruña o no, y cuando la admitieron (eso parecía) “avisó” de que venía. Con eso me refiero a que le mandó un mensaje por whatsapp a esta chica diciendo “eey que mañana nos vemos!” por lo que supusimos que la habían cogido y que se venía.
Sin avisarnos la casera, a la mañana siguiente, mientras hacíamos de comer, entró un señor en el piso, cargando con cajas. Supusimos que era su padre, y tras él entró una chica (y alguien que parecía su abuelo). Nos saludó desde lejos, nos preguntó cuál era su habitación (¿?) y fueron metiendo cajas allí. Preguntamos si necesitaban ayuda, y nos dijeron que no. Entonces, cuando acabamos de comer, subimos a la terraza, como hacemos Iris y yo cuando ella come en el piso, y después de acabar de comer nos quedamos hablando allí. Al cabo del rato vino el chico con el que vivimos, y mientras hablábamos los tres subió ella, nos pidió fuego para fumar, y volvió a bajar (¿?).
Cuando dio la hora de que Iris se fuera a trabajar, llevamos los platos a la cocina, y tras nosotras, entró la chica que está viviendo aquí. Cerró la puerta y en voz baja nos dijo “que esta se va”.

Entonces descubrimos el sentido común y la inteligencia de la persona que supuestamente iba a venirse a vivir durante 9 meses: la tía alquiló la habitación sin venir a visitar el piso. Esta otra chica le describió cómo era, sin engañarla, para que no tuviera sorpresas (es viejo, cinco pisos sin ascensor, no tenemos nevera en al cocina, la habitación que le toca a ella tiene poco espacio para poner una mesa de estudio, etc.), y cuando llegó decidió que no le gustaba. Era muy viejo, sin ascensor, y su habitación no le gustaba. Y que se iba. Parece ser que estuvo buscando otro piso, y encontró algo por Monte Alto. Y que se iba, cuanto antes.
Iris se fue a trabajar, yo no me acuerdo qué hice por la tarde, y cuando volví, la tía ya no estaba. Se llevó todas sus cosas y nos dejó las llaves a la entrada.

Con las siguientes horas fuimos conociéndola un poco más, y alegrándonos de que se hubiera ido. La madre de una amiga de la chica con la que vivimos la llamó para cotillear (imagino xD) y le dijo que era mejor así. Que esta tía es muy pija, muy tonta, muy ombligo del mundo, y que solo nos iba a complicar la existencia. Parece ser que tiene una visión muy americana de la convivencia en pisos, y que va a hacer fiesta, a estudiar lo justo y limpiar poco. Quiere, como el año pasado, a alguien que le bese el culo y que trabaje por ella. Se dijo en algún momento la frase “quiere hacer fiestas en su habitación”, por ubicarse un poco xD
Y tenía razón, estamos todos de acuerdo en que mejor que se haya ido.

Dos días después, Iris llamó a la casera para preguntar por las facturas que tiene que pagar, y descubrió que no sabía que la otra se había ido. Es decir, la tía se largó y no se le ocurrió avisar a la casera de que no se quedaba en el piso. La casera pensaba que estábamos todos juntos.

Ahora mismo, no sé qué ha sido de ella. Según nos enteramos, se fue a pasar unos días al piso de otra amiga suya, hasta que la habitación del piso de Monte Alto quedase vacía. Porque parece ser que por encima llegó a plantearse la posibilidad de quedarse en este piso hasta que pudiera irse al otro, y pagarle a la casera por días, como si fuéramos una pensión.

En fin. Cosasa de pisos compartidos. Tras cuatro años, aún sigo viendo cosas extrañas, gente extraña, y me siguen pasando cosas que de otra manera jamás me hubieran pasado.

23 de septiembre de 2012

Cogiendo carrerilla


Los días pasan volando. Cuando llega la noche y pienso en lo que ha sido el día me doy cuenta de que parece que el día ha sido largo, pero que no he hecho casi nada. Pero en realidad no dejo de hacer cosas. Es por eso que tengo esa sensación de “no tengo nada que contar”, cuando en realidad sí tengo cosas que contar. Tuvimos durante unas horas una compañera de piso a la que le puedo reservar una entrada para ella sola, pasé la tarde en el acuario con la otra compañera de piso, me estoy riendo y pasándolo bomba con Iris como nunca, también podría hablar de su gato... pero sigo teniendo la sensación de que no tengo nada que contar porque no estoy haciendo nada.
Pero lo que sí no puedo parar de contar es que tengo ganas de ganchillar. Muero de ganas de volver a casa con mis lanas, agujas, imperdibles, patrones y todas esas cosas y volver a ponerme al 100% con ellas.
Estos días de estar parada me han llevado a invertir el tiempo de ganchillar en buscar nuevas ideas, en encauzar las futuras horas de trabajo. Durante todo el verano he tenido la sensación de “quiero ganchillar, pero no sé el qué”, y entonces hacía otro dinosaurio, o empezaba un conejo nuevo. Nada que no hubiera hecho antes.
He buscado inspiración (gracias eternas a Pinterest y a DeviantArt, por dejarme buscar y guardar material), y creo que la he encontrado. También gracias a Ebay por abrirme nuevos caminos con nuevo material, que está en camino ya. He encontrado tiendas de lana aparentemente muy buena muy barata (mezcla de algodón, soja y bambú suena genial, pero tengo que probarla antes), y de cosas que ya se irán desvelando así como vayan llegando. Cosas que me dan un nuevo acercamiento a los amigurumis, que me van a hacer cosas nuevas. Una pequeña tontería que me dan ganas de seguir innovando y mejorando.
Tengo varios proyectos marcados. El primero, terminar pronto con la manta de seta para poder pasar a otra. Estoy todavía intentando decidirme por cuál será, pero cada día me inclino más al símbolo de Batman. Tenía un antojo con un Dratini, pero me imagino una colcha de Batman y se me cae la baba. También estoy buscando la manera de hacerlo en pequeño para hacer cojines. Quería hacerlos más pequeños y más propensos a ser vendidos, porque soy realista, y como me niego a vender estas mantas por menos de 100€ (que en esta van 6 meses de trabajo y los que me quedan) sé que no las voy a vender rápido. Pero tengo el problema de que si vuelvo a hacer todos los cuadraditos, aunque sean más pequeños, igualmente los voy a tener que coser, rematar, etc. Así que estoy buscando alguna manera de simplificarlos. Pero haré algún cojín, también les tengo ganas.
Con el nuevo material que está por llegar quiero reinventar los conejitos y ositos pequeños que estaba haciendo. Quiero darles alguna utilidad además de ser muy monos, y como me quedan pocos, también quiero volver a hacerlos y volver a llenar la casa de osos. Nunca son demasiados osos.
Y el último proyecto va a servirme para crecer como mente imaginativa resolutiva de problemas. También para alejarme un poco de los peluches asépticos que estaba haciendo. Voy a meterme en la creación de personajes conocidos. Tengo una lista bastante amplia, y creo que sé cuál quiero hacer primero, pero no sé por dónde seguiré. A estas alturas de año no voy a decir que van con miras a la preparación de la mesa del ExpOtaku, pero es material que probablemente llegue a entonces y que vaya a funcionar muy bien. Antes de eso me avisaron de otro evento, relacionado con juegos y videojuegos para noviembre; tienen que informarme más sobre cómo va a funcionar, cuándo es exactamente y esas cosas, pero ya estoy en contacto con gente de asociaciones que va a ir y que está en contacto directo con los organizadores.

Me da rabia poder escribir solamente entradas de “quiero hacer, tengo proyectos”, pero solamente me traje un ovillo de lana para probar que terminé en un día, y un par de ovillos más para avanzar con la manta... que también terminé. Tuve que comprar dos ovillos más en un chino para estar ocupada con algo, pero como no tengo relleno estoy haciendo guantes. Hoy termino un par a rayas, y como me está sobrando una burrada de lana, imagino que haré alguna bufanda o algo así. No sé qué tal está la idea de hacer un ejército de guantes.

Lo malo de los proyectos en amigurumi es que llevan tiempo. No puedo poner en marcha dos proyectos en un día, porque es un proceso de creación lenta, y no hay horas suficientes para todo. Ahora que no tengo que ir a clase, y apenas voy a tener que estudiar, tengo mucho más tiempo libre, y no va a ser suficiente. Imagino que iré dedicándome un poco a cada uno, alternándolos, dándoles forma a la vez, y cuando se acerque el evento de noviembre le daré más caña al tercero. Será cosa de organizarse, e intentar no lamentarse mucho de tener solamente un mes para hacer honor a halloween :( Haré algo especial pero sencillo, para no dejarlo olvidado, aunque tenga las prioridades en otras cosas.

A ver cómo van saliendo estas cosas. Mientras, sacaré ratos para seguir con la remodelación de mi habitación a un pequeño rincón steampunk, que se está alargando más de lo que creía porque es más difícil de lo que creía. Ahora que vuelvo a casa volveré a meterme con ello. Probablemente haga como durante el verano: trabajar un poco en la habitación durante la mañana, comer, trabajar en lanas durante la tarde. La noche para frikear, editar fotos, blogs, DeviantArt y Pinterest.

A ver si traigo las aventuras que estoy pasando por Coruña estos días pronto :)

11 de septiembre de 2012

Primeros exámenes

Estos días se está pasando el tiempo volando. Me levanto temprano, me acuesto tarde, y parece que en el medio, todas esas horas que quedan... no son suficientes.
Hace más de una semana que estoy en Coruña, y ya hice los primeros-últimos exámenes, aunque ahora queda lo peor.

Los exámenes los empecé ya el 3 de septiembre, con Gramática II. Voy a diciembre. Si me aprueban es por un aprobado general, porque mi examen no está bien. No está bien porque no sabía ni cómo eran los exámenes, no lo estudié para lo que era, y no voy a llegar al 5. Ahora ya lo sé, y así como me den la nota iré a hacer la revisión para hablar con las profesoras para en diciembre aspirar a más de un 5 por lo menos. Espero que sea la única que me quede para entonces.
Desde entonces he tenido solamente dos exámenes más, aunque deberían ser 4. La Xunta decidió que era super importante hacer que el viernes 7 fuese festivo (celebran el inicio del curso con un festivo, Spain is different), y tenía dos exámenes, que me pasan para el 17. Me jode porque eran dos exámenes que tenía prácticamente listos, y me los atrasan 15 días. Y me jode algo más que al ser un lunes me quitan un fin de semana de relax por Coruña. Contaba con tres fines de semana para salir, para estar con la gente, o para estar en mi cama despierta sin preocuparme por los ruidos de la calle (tengo el piso en la zona de marcha xD), y me los reducen a 2 porque algún político estúpido dijo que era divertido hacer festivo ese día.
Los otros dos exámenes que hice, creo que bien. De uno suponía las preguntas (profesores vagos que repiten exámenes de junio a septiembre), y no me equivoqué. Ahora que haya estudiado la manera correcta de responderlas, que a mí lo de “comenta esta palabra” y que esa palabra sea un demostrativo me da miedo. Sobre todo cuando hicimos “prácticas” en clase y el profesor se dedicó a hablar de cualquier cosa menos de esa palabra.
El otro fue más o menos como lo esperaba, y ya tengo la nota. Un 5 raspadito, pero es una menos. Para haber ido a clase muy pocos días, para no haberme gustado la asignatura y haberla estudiado la noche antes, estoy contenta y no me voy a quejar.

Mañana tengo uno de los exámenes que más miedo me dan, y para el que llevo estudiando más tiempo. Me vuelvo a enfrentar a Semántica Léxica, sin mucha idea de qué me pueden preguntar. Y me enfrento por tercera vez, tras haber preparado el examen 5, y acojonarme a última hora en dos convocatorias. Desde que me presenté por última vez se jubiló el profesor que hacía los exámenes (en realidad se jubiló en la última convocatoria en la que me presenté) y ahora va hacerlo y corregirlo el vago que repite los exámenes de convocatoria en convocatoria. Lo que sé seguro es que el examen va a ser más corto, es decir, aunque sean igualmente 4 preguntas para desarrollar, van a ser preguntas menos generales, más específicas, y más cortas de escribir. El problema que tuve siempre con esos exámenes es que hacen unas preguntas tan generales que no sé qué quieren que cuente y nunca me doy cuenta de si me estoy dejando algo, al ser tan abiertas. A ver si con este, que además debe estar cansado de tener alumnos residuales en esta asignatura, se porta y pone un examen fácil, o entendible. Aún recuerdo la primera pregunta de uno de los exámenes que hice: “La semántica léxica”. Aha. Muy bien. La asignatura se llama así, y tenemos casi 100 hojas de apuntes. Qué le pongo? Todo?

Y luego iremos con las asignaturas de literatura. Estoy más confiada aunque a estas alturas todavía no me encontré un profesor que me hiciese una crítica constructiva (se limitan a decirme “es que te faltan cosas”), pero no me dicen qué cosas. Igualmente, confío en esos exámenes. Tengo ganas de aprobarlos, y de aprobarlos bien, no como Semántica, que si se pudiera aprobar con un 3 no iba a pedir un 5 xD

Y cuando acabe los exámenes me esperan 15 días de vacaciones en Coruña que quiero aprovechar bien. Llevo todo el verano encerrada en casa, madrugando para estudiar y sin hacer nada divertido, y aquí tengo gente a la que llamar. Vivo además en una zona buena de la ciudad, donde siempre hay cosas que hacer y sitios a los que ir, que se junta con que es fin de verano y están organizando cosas chulas. Empezando por unas jornadas de terror, que entre proyecciones de películas (no voy a ir, no soy tonta) y documentales (a lo mejor sí voy a alguno) van a hacer una zombie walk a la que quiero ir, pero de zombie. Ya surgieron también un par de conciertos a los que ir los sábados por la noche, tengo el acuario al lado de casa para ir a ver peces y focas, me pareció ver en google que estoy al lado del museo de arte contemporáneo, y más cosas. Entre ellas, tengo que llamar a un par de amigos con los que a finales de curso del año pasado tuvimos una conversación “es que yo no tengo modelos, es que yo no tengo fotógrafos” y hay que solucionar eso.
Espero no aburrirme.

Mientras, sobrevivo a los exámenes dándole a la cabeza. He diseñado un par de guantes de ganchillo que me gustaron mucho (aunque no puedo acabar el segundo porque a dos vueltas del final me quedé sin lana :__), y estoy juntando muchas ideas para hacer cuando vuelva a casa. Cuando llegue, espero que sea con un solo examen a la vista, y hace un tiempo que tenía esa sensación de “quiero ganchillar, pero no sé qué”, y para solucionarlo estoy juntando una cola de proyectos, de ideas, más que de amigurumis concretos, para hacer. Iris me enseñó a usar bien Ebay estos días, y tengo material en camino que creo que me va ayudar bastante. No a ganchillar, porque son “accesorios”, pero sí a querer hacer cosas para poder usar esos accesorios. Cuando estén hechos y los enseñe ya se me entenderá mejor :)
Además, estoy empezando a moverme para hacer cosas diferentes. No tengo trabajo, no tengo carrera todavía, pero no me voy a quedar quieta!
Quiero aprovechar, en fin, este invierno para aprender, para volver Enemy Dolls un poco más serio, para juntar material para resistir el verano (si en el Expotaku me masacraron, en el Mercado Medieval me remataron), que este año en dos eventos me desplumaron y aún ahora no junté tiempo para reponer; y seguir creciendo. Aunque lo lleve tiempo diciendo, quiero empezar a tener mi colección de patrones propios, dejar de usar tanto material de otra gente (aunque sea con licencias libres, quiero ser más independiente) y esas cosas. Quiero trabajar en el amigurumi, y creo que voy a tener tiempo para ello. Desde luego, tengo ganas.

Lo malo es que después de llegar a casa, después de acabar los exámenes, esas son todas las perspectivas que tengo. Al igual que mis compañeros. 3 que tienen todo aprobado quieren hacer el máster, otra que espera terminar en septiembre también pero después de eso... ninguno sabemos qué queremos hacer. Ninguno sabemos qué va a ser de nuestra vida. Nuestra carrera era cómoda: carrera->CAP->prácticas del CAP->oposiciones->enseñanza secundaria. Pero nos faltan los dos últimos nudos de la cadena. Las salidas de nuestra carrera no se pensaban. Era una progresión continua que no nos llevaba a tener problemas existenciales de “ahora qué hago con mi vida”, era todo más sencillo. Pero ahora ninguno sabemos nada. Los que más claro lo tienen son dos que tras hacer el máster van a seguir con el programa de doctorados, para quedarse en la universidad (aunque sea como becarios-esclavos 5 años), pero para los que eso no nos llama, estamos frente a un mundo cruel en el que no sabemos muy bien cómo colocarnos.
Yo tengo el apoyo del ganchillo. Me mantiene ocupada, sueño con un día poder vivir de eso (soñar es gratis), y voy sacándole dinero poco a poco. Puedo buscar trabajo mientras, mientras (soñar es gratis) no se convierta en algo rentable de ser un trabajo “de verdad”.

Pero un paso de cada vez. Primero, terminar los exámenes. Luego, sobrevivir a octubre. Y luego, a ver cómo se vive en el abismo.