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23 de septiembre de 2010

Así empezó, así fue, y así acabó...

El 22 de septiembre de 2008 (el mismo día del estreno de Lost, pero cuatro años después xD), después de un verano estudiando para el examen teórico de conducir, me presenté a examen. Fueron apenas 15 minutos contestando preguntas, y otros 15 de nervios esperando a que salieran mis compañeros. Como otras veces, estaba más preocupada por el examen de otros que del mío propio. No estaba nerviosa, o eso creo recordar. Sabía que iba a aprobar, que el examen no era difícil e iba bien preparada.
Cerca de las 6 de esa misma tarde, salían las notas en la web de la DGT. Apta con dos 2 fallos.
Muy contenta, una semana después me vine a Coruña a empezar 1º de carrera. Me olvidé de la autoescuela durante muuucho tiempo. Llegó el verano, volví a casa, y allá por finales de agosto me acordé de que me quedaba medio carnet por sacar todavía. Cerca de la última semana de agosto de 2009, cuando estaba cerca de hacer un año con el teórico aprobado, hice mis primeras prácticas. Un par de ellas por el pueblo y alrededores (casi mato a un par de perros por estar durmiendo la siesta al sol en la carretera) y antes de que empezase el curso ya hice mis primeras prácticas en ciudad. No se me daba mal, y me gustaba bastante lo de conducir.
Empezó 2º y empecé a hacer menos prácticas porque los horarios de la autoescuela no coincidían con los míos. Sobre todo hacía prácticas los viernes, y de paso me bajaba la autoescuela. Pasaron los meses haciendo una práctica cada 15 días, y llegaron las navidades. Mi profesor me dijo que tenía que aprovechar las vacaciones para hacer prácticas e ir a examen antes de que empezase el curso otra vez. Así lo hice. Más de la mitad de las navidades la pasé madrugando, perdiendo el día en Coruña, y volviendo hambrienta por la tarde a casa.
Fui a examen el último fin de semana de enero. Después de morirnos de frío esperando al examinador, me hizo un examen de dificultad normal. La hora no era la mejor para circular, había llovido hacía un momento y mientras conducía salió el sol, de manera que la carretera era como un espejo y no veía nada. Tuve un fallo al elegir un carril cuando quedaba poco para acabar, que me obligó a desviarme, me puse nerviosa, fallé y el profesor me pisó los pedales. Suspensa sin dudas.
Me hundió. Era un examen accesible, antes de volver a las clases, y yo pensaba que estaba totalmente preparada para aprobar y para conducir yo sola. Me dijo mi profesor de volver a la semana siguiente, pero me negué. Me quedé sin ganas de conducir durante un tiempo, y mucho menos de volver a hacer un examen.
Al mes o algo así, volví a presentarme. Si la primera vez estuve esperando por el examinador un rato al frío, la segunda vez quise morirme. El profesor cuando vio a la examinadora nos dijo que era buena, que no ponía exámenes complicados y que no era demasiado exigente con los detalles. Y UNA POLLA. Después de esperar a la señora cerca de hora y media, viendo subir y bajar a otros alumnos de los coches, la señora se dignó a aparecer. Para entonces, del frío del suelo no sentía los pies. Y mal vamos si pretendes que conduzca sin saber si estoy pisando un pedal o no, o sin sentir la vibración del motor para arrancar.
El examen fue un desastre. La señora se dedicó a mirar el paisaje y pasar de mí. Yo tampoco lo hice bien, entre lo nerviosa que estaba, el frío que tenía, y que no era capaz de dejar de temblar, se juntó todo. Según la hoja de examen yo estaba suspensa desde poco después de haber salido del parking donde empiezan los exámenes (se me caló el coche en un cruce –supuestamente no es suspenso eso, solo una falta- porque me dio las indicaciones en el último momento con un grito), y sin embargo, me tuvo más de 20 minutos conduciendo de frente, sin decirme prácticamente nada. “Si no te digo nada, tú ve de frente”, y así tuve que hacerlo, mientras ella miraba a la gente por la ventanilla y hablaba con mi profesor. Llegamos a una rotonda, era cerca de la 1 y pico de la tarde, y estaba el tráfico denso, denso. Nunca tengo decisión para entrar en las rotondas salvo que vea que no viene nadie, y no estaba el momento para dudar. De repente, el coche empieza a hacer un ruido rarísimo. El profesor me estaba acelerando a tope para salir en la rotonda. Me pareció ver un hueco, y como la examinadora empezaba a gritar “qué pasa? qué haces?” salí. Venía un todoterreno. Me mandó parar, y suspensa. Sí, mi profesor me había tocado los pedales durante el examen, y se quedó tan tranquilo.
Al salir del coche en la calle de donde se sale del examen, con la examinadora lejos, le dije que yo no quería salir en esa rotonda, que no tenía que haberme mandado nada, porque eso me hizo suspender. Me dijo que estaba suspensa de antes y que no pasaba nada. No pasaba nada para él, claro, porque yo tenía que renovar.
En ese mismo momento dije que no quería volver a saber nada de ese profesor. No quería volver a montarme en un coche con él, y mucho menos volver a hacer un examen con él. Si siente que tiene que ayudarme (tocarme los pedales no es ayudarme) durante el examen, es que entonces no estoy lista para ir a examen. Y un profesor no puede enviar a nadie a examen cuando sabe que no está listo, no solo para aprobar, sino para salir solo a la carretera y no ser un peligro.
Ahí fue cuando oficialmente me quedé sin ganas de más coches. Sentía que todo el tiempo y dinero que había invertido en el carnet no valía para nada. Me sentía entre fracasada (por tener que renovar, por haber hecho un examen tan mal, etc) e indignada, por haberse portado tan mal la examinadora y el profesor. Tuve una semana muy mala de ánimo. No tenía ganas de nada, me sentía triste… gente que consideraba amigos no supieron entenderlo y me echaron la culpa de haberlo hecho mal, que si no sabía conducir y quería fingir que sí, que si era una exagerada, y todo eso. Desde ese día no he tenido más contacto con ellos, ni quiero tenerlo. Bueno, sí, intentaron trolearme, me reí un rato de ellos, y cuando se cansaron, no volví a saber nada.
Tardé un tiempo en convencer a mi padre de que me dejase cambiarme de autoescuela. Cuando me dejó, al empezar el verano, me fui a una sucursal de una autoescuela muy conocida y muy barata en Galicia que acababa de abrir. Haciendo la matrícula, le dije la fecha en la que había hecho el teórico (hacía año y medio, o más) y la profesora, escandalizada, me dijo que tenía que darme prisa, porque me iba a caducar. Que el teórico caduca? Sí, después de aprobarlo tienes dos años para aprobar el práctico. Si no, te caduca y tienes que volver a hacerlo. Ya había escuchado algo así, pero creo que me dijeron que solamente si no hacías ningún examen práctico, porque demostrabas que estabas poniendo en práctica la teoría blablá. Mentira todo, caduca igual.
Empecé las prácticas con la nueva autoescuela. Fue empezar con ella y darme cuenta de TODO lo que me quedaba por aprender. Por ejemplo, tenía miedo a reducir marchas, no sabía incorporarme a autovías, ni salir de ellas correctamente. Tampoco había hecho ningún aparcamiento en batería, lo que también me complicaba los cambios de sentido en lugares estrechos como párkings o calles sin salida. Sabía que el otro profesor no me había enseñado todo lo que debía, pero no sabía que eran tantas cosas.
Fui a examen después de estar 15 días con la nueva autoescuela, la penúltima semana de julio. La examinadora fue una grandísima puta (le arrearon hace unos meses por hacer también putadas: http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2010/04/30/trafico-presentara-acusacion-agresor-examinadora/380267.html) y como debía querer acabar pronto para ir a comer, forzó los suspensos. Yo caí, la chica que iba detrás no. Básicamente, me puso en una rotonda que en la mitad, con poca visibilidad, hay un semáforo. Me coincidió en rojo. Me frenó la profesora y otra vez, suspensa. En realidad ese semáforo, ese día, ahí no pintaba nada. Regulaba la entrada a la rotonda (para mí que para eso están, para regularse solas…) de una calle que actualmente está en obras y está cortada. Es decir, regula el paso del aire, como mucho.
Durante agosto cerró la autoescuela. Mi teórico caducaba el 22 de septiembre, y el 1 me quería venir ya. Arreglamos algunas prácticas estando yo en Coruña, y me apuntó para ir a examen el 17. Llega el 15, y los de Tráfico lo retrasan hasta el 22. El 22 me caducaba el teórico, por los pelos. Y el 20, Tráfico dice que tiene mucha gente para las semanas anteriores y nos cambia el examen al 23…
Perfecto, el 23 tengo el teórico (y el psicotécnico) caducado. ¿Y ahora qué? Parece ser que no hay problema: yo estaba apuntada para examen dentro de la fecha, es culpa de Tráfico haber retrasado el examen. Puedo presentarme.
Así que hoy madrugué, le dejé comida a Sally de repuesto por si tardaba en volver, y temblando ya, volví a hacer el examen. Por primera vez, el examinador fue puntual. Es más, llegó antes de tiempo. Yo fui de segunda, en el coche escoba. El profesor que nos llevaba en el coche escoba decía que el examinador que nos había tocado era el mejor de todos los que había en Tráfico, y que había estado hablando con él antes de subir al coche y que le había dicho que salvo que atropellásemos a alguien, nos saltásemos varios semáforos, o hiciéramos alguna gorda, no nos iba a suspender.
Vimos desde el coche escoba el primer examen. El chico que iba siempre me dio miedo al volante. El coche lo controla como quiere, no tiene problema con las marchas, ni con las distancias, ni con las frenadas, ni nada. Lo que es el coche, lo maneja a la perfección. Pero en lo que es el contexto, se pierde. Cambia de carril sin mirar si viene coches, se pierde dentro de las rotondas, entra cuando hay otro coche yendo hacia él, intenta meterse por direcciones prohibidas, le dicen “izquierda” y va a la derecha, etc. Le hizo un examen corto y fácil. El peligro andante, aprobado.
Luego me tocó a mí. Sinceramente, no me acuerdo del recorrido. Sé que salí de dentro del puerto y que aparecí en… la parte de atrás de Eirís, pero no estoy segura. Creo que no recuerdo el recorrido. También fácil, la única complicación fueron las limitaciones de velocidad, que el puerto está a 40 y luego me puso por otra carretera (la del Materno) que tienes que ponerte a 80, pero nada más. Ni peatones, ni rotondas, y solo un semáforo para salir del puerto (y que casi la cago xD).
Apenas 10 minutos, y fuera del coche.

Aprobada. Por fin.


Y como puse en Facebook:

"Señores de Tráfico, ahora que tengo la L, por favor, vayan poniendo el culo en pompa, que me voy a preocupar personalmente de metérsela por el recto a cada uno de ustedes. Gracias."

18 de septiembre de 2010

Corto: Vincent, de Tim Burton


Hace unos meses, antes de que empezase el verano, David y yo nos propusimos hacer un “ciclo temático” y vernos la filmografía entera de Tim Burton. Llevamos poco avanzado, apenas nos dio tiempo a ver Beetlejuice y Alicia, y estamos a nada de ver Big Fish.
Desde que me enseñaron este corto, cada vez que me hablan de Tim Burton me acuerdo de él. Me encanta todo el corto en sí. La exagerada expresividad, el guión, hasta la traducción en español xD Después de intentar hacer un corto, y tener que proyectar otro… este corto es muchísimo mejor todavía.
No me cansa Vincent.

17 de septiembre de 2010

Tristezas, alegrías y un poco de popcorning. Sally.

Estos últimos días soy una pequeña montaña rusa emocional, sobre todo gracias a la cobaya. Llevamos unos cuatro días juntas y creo que ya confía en mí, y me está empezando a querer.
Por cierto, ya tiene nombre "bonito". No sé por qué, al segundo día de tenerla, se me vino a la cabeza el nombre de "Sally", y fui incapaz de encontrar otro que me gustase más. Se hace raro decirlo, pero me gusta.

Sally y yo empezamos mal. El día que compré la jaula me dijeron que me la podía llevar cuando quisiera. Esa misma noche llevé la jaula al piso de Iris, me prestaron un poco de lecho provisional para ponerlo en el suelo, y me la traje. Me dolió que conseguimos agarrarla dentro de su jaula, la metimos en la mía, y aún tardé un rato en irme. Yo escuchaba a la madre pitar (es que hacen un ruido como pitidos) y a Sally escondida en una esquina, pitando también. Sé que la madre no la echaba de menos, pero ella era la primera vez en que estaba sola.
Esa primera noche lo pasé mal. Esperaba que pasase la noche chillando, pero no hizo ni un solo ruido. Que estuviese en silencio fue todavía peor. Pasé una noche bastante ansiosa, preocupándome por ella: el bebedero no funcionaba bien, no sabía si tendría frío o hambre, miedo…
El primer día apenas comió. Me dejaron un poco de heno y a lo largo del día le puse lechuga. No bebió nada. El segundo día más o menos y me di cuenta de que tampoco había hecho sus necesidades. Empecé a preocuparme por ella. Quizás se sentía tan sola que no quería comer o moverse, y se estaba poniendo enferma. Busqué en internet sobre el tema, y nadie tenía el problema de una cobaya que no hacía sus necesidades.
Desde el primer día la saqué de su jaula. Intenté soltarla por el baño para que corretease, pero se quedó hecha un ovillo y no se movió. Más tarde la llevé al sofá, protegido por una toalla. Quise hasta jugar con la ley de Murphy y dejarla por el sofá o mi cama, a ver si así aprovechaba y me lo manchaba. Después de correr con ella de un lado a otro, nada.
Por la noche, ya muy preocupada, la solté en mi cama. Más triste de lo que imaginaba le dije que no quería que se pusiese enferma, y que si no comía y no bebía normal, y sobre todo hacía sus necesidades, la tendría que llevar de vuelta a la jaula con su madre.
Pues la muy cabrona, fue ponerla en su jaula, meterme yo en cama, y arrasar con el comedero. Tenía pera, tomate y lechuga. Por la mañana no quedaba nada. Fui después a comprar para comer yo y cuando volví tenía toda la jaula cagada. No me ponía tan alegre desde hacía mucho tiempo.
Estos otros dos días estoy viendo que, como mínimo, tiene confianza en mí. Me hubiera gustado ofrecérsela en forma de comida, pero solo come cuando nadie mira, y nunca de la mano. Sin embargo, cuando vino Iris a ayudarme a poner el nuevo bebedero la puse en la cama, y cuando la estuvo chinchando Iris, Sally corrió hacia mí. Y hoy la llevé al sofá para jugar con uno de mis compañeros de piso, y cuando se hartó, se acurrucó junto a mí.
Y ahora, lo que me acaba de hacer feliz y que cerca de las tres de la mañana me ponga a escribir esto, es que ha hecho su primero amago de popcorning, y solo tras estar cuatro días con ella.
El popcorning es un gesto que hacen las cobayas cuando son felices o están muy contentas. Se ponen saltar y a correr de un lado a otro. Casi literalmente, no caben dentro de sí mismas xD Pues hoy, como todas las noches, la dejé encima de mi cama un rato. La acaricio, nos quedamos mirando durante un rato, y ella curiosea por ahí. Cuando quiere volver a la jaula me mira de frente (justo de frente no ven) y pita suavito. La cogí, la puse en la jaula y se abalanzó sobre el comedero. Luego se puso a caminar por la jaula (normalmente se queda en una esquina mirándome y como mucho camina para ir a otra esquina), y después de un par de vueltas y de rascarse, empezó a dar saltos cruzando la jaula. Saltos hacia arriba, de alegría, no hacia adelante, como huyendo. Luego se subió a la rejilla donde tiene colgado el heno y estuvo curioseando lo que hay encima de la jaula. Nunca la había visto tan activa y eléctrica *-*

Estoy tan feliz y aliviada de que ella esté tan contenta…

Por cierto, tengo un vídeo monísimo de ella, comiendo lechuga. Tengo que editarlo y buscaré la manera de subirlo.
Mientras, más fotos.



Guinea pig
Guinea pig
Guinea pig

14 de septiembre de 2010

Cobaya (aka Culo Blanco)

Como adelanté en una de estas últimas entradas tengo mi primera mascota oficial (la tortuga era mía, pero en realidad siempre la cuidaron mis padres). Es una cobaya mezcla de pelo corto con pelo largo, de color blanco y marrón claro. Creo que tiene una oreja y su alrededor negro, pero como todavía no sé si va a cambiar de pelo, no sé si se va a quedar con ese color.
Lo de tener una cobaya empezó por Iris y su piso nuevo. Antes de llegar ella había un chico en el piso, y tenía una cobaya hembra y otra macho. Como suele pasar, la hembra se quedó preñada. Parió tres cobayitas y el tío, cuando se fue del piso, dejó allí a la madre y a las tres crías. Ni Iris ni sus compañeras de piso estaban interesadas en quedárselas, así que empezaron a repartirlas. A las crías les encontraron casa pronto, y tenían intención de dar a la madre a una tienda de animales. Cuando llegué a Coruña estaban ya repartidas. Eran monísimas, pero como ya tenían dueños, a la espera de que pudiesen separarse de la madre, no dije nada.
A los tres días, una de las chicas que había dicho que quería una cobaya se lo pensó mejor y dijo que no. Parece ser que ya tenía una, quería la segunda para que se hicieran compañía, pero murió la primera. Ya no estaba interesada en la otra. Así fue como se me ofreció al pequeñín. Acepté sin pensarlo mucho.
Pasé unos días investigando por internet sobre cómo se cuida una cobaya, qué necesitan y qué no pueden comer. Esas cosas. Me pareció un buen animal, aunque tenía el problema del espacio: son animales que necesitan una jaula espaciosa, y la habitación de este año no es grande. Las jaulas que anunciaban en zooplus (donde David compra la comida de su perra, y donde voy a empezar a comprar yo las cosas para la cobaya) no me cabían en la habitación. Simplemente. Seguí buscando, y por Ebay no había nada, ni jaulas para cobayas ni para conejos (que son las mismas básicamente), ni pequeñas para hurones, ni grandes para hámsters. Nada, o nada por lo menos que se pudiera adaptar a una cobaya, porque no pueden tener suelo de reja y esas cosas.
De las tres crías, me fijé en una que era más clara que las otras. Tenía todo el culo blanco, y parte de la cara. Me hacía gracia porque corría por la jaula, saltaba, y se dejaba ver un poco más que las otras dos. Cuando le empecé a coger cariño, me dijeron que justamente ella, estaba cogida. De las otras dos, el novio de una de las compañeras de Iris había escogido una, pero que no la sabía describir. Tendríamos que esperar a que llegase él para poder llevarme la mía.
Hace un par de días, Iris me llamó por teléfono y me dijo que la chica que se había adjudicado la cobaya de culo blanco también se echó atrás. Yo me podría quedar con Culo Blanco :)
Y ayer por la tarde me dijeron que me la podía llevar ya. Como todavía no hicimos el pedido a zooplus (estamos esperando a que estén algunas cosas en stock de nuevo) llevé la jaula al piso de Iris y me dejaron algo de lecho y ya me llevé a la cobaya dentro de la jaula :)
Pensé que iba a estar chillando toda la noche, y por si acaso, antes de ir a buscarla, les dije a mis compañeros de piso que lo sentía si los despertaba y así. Pero nada. No hizo ni un ruido. Únicamente, cuando caminaba por la jaula, que movía la madera que tiene de lecho y crujía un poco. Pero de todas formas no dormí gran cosa xD Estaba preocupada todo el rato por la cobaya. Por si no le funcionaba en bebedero (no me fío nada de él), por si se quedaba sin comida, por si tenía frío… me levanté cerca de las 5 de la mañana a ver si dormía y estaba despierta. Me dio la impresión de que hacía un ruido como tiritar, e intenté abrigarla como pude. Todavía no le tengo casita, para que no se refugie y no me vea, pero tampoco así puede hacerse un nido y guardar el calor.
Cuando desperté me vestí, hice la cama, y abrí la puerta de mi habitación. Sabía que mis compañeros (por lo menos los que están aquí) querían verla, y no tardaron en aparecer por la habitación preguntando por él. Mientras, como era de esperar, el pobre bicho asustado en una esquinita.

Y esta tarde, con David en el salón la cogí un par de veces, y me la traje al sofá, para que explorase un poco. Y también para que se acostumbrase a estar conmigo. Hizo ruidos por primera vez desde que está aquí ^^, aunque me puso cara de asco a toda la comida que le ofrecí xD Luego la llevé a la habitación de nuevo, y David y yo nos pusimos a ver el season finale de True Blood. Cuando acabó y se tuvo que ir, fui a la habitación sin hacer ruido, y la pillé robando un cacho de lechuga. Cuando me vio aparecer hizo ruido de llevarse una sorpresa xD
Es taaaaaan mona ^^


Y bueno, las fotos que le saqué hasta ahora. Seguro que hago más en cuanto empiece a caminar por la jaula, o cuando la vuelva a soltar por el salón.


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Es demasiado adorable cuando estira la cabeza para curiosear *-*
Por cierto, sigo buscando nombres. No me gusta Culo Blanco, pero tampoco se me ocurre ninguno que me llame la atención xD Soy un caso xD

8 de septiembre de 2010

Me falta un tornillo (en realidad, todos)

El piso que alquilé para 1º tenía mi habitación prácticamente desamueblada. Tenía una cama y un armario de los baratos del Carrefour. Le suplicamos mi compañero y yo, que tenía lo mismo en su habitación, que nos pusiera unas mesas de estudio. Resultaron ser un par de paneles de contrachapado de madera aguantados por un par de caballetes. Ni siquiera eran cuadrados.
No le pedimos estantería. Así que cuando empezó el curso me di cuenta de que realmente necesitaba una. Fui al Carrefour, y me compré la mítica estantería de pino, sin tratar y ni siquiera sin lijar, de 15€. No es la primera que veo en un piso de estudiantes, creo que todos en algún momento tenemos una de esas.
Durante 1º me funcionó perfectamente, pero en el piso de 2º no tenía suficiente espacio en mi habitación para esta estantería. Volvimos al Carrefour y compré otra más pequeña. Ésa es la que tengo este año en este piso. La otra supongo que la llevará mi hermano cuando vea su habitación, si no tiene ya estantería. Sí, alquiló el piso fiándose de la gente que vivía allí (los conocemos, son del pueblo), y aunque pudo ver el piso, no llegó a entrar en su habitación (había una chica durmiendo la borrachera dentro xD).
Durante el verano, la estantería pequeña que tengo ahora quedó desmontada en el piso que tengo ahora, junto a la mesa de estudio. La desmontó David en el piso de 2º mientras mi padre y yo nos peleábamos con la mesa para subirla al coche sin desmontarla xD Luego la subimos al coche, descargamos la mesa y la estantería en mi habitación, cargamos el coche de cajas y nos fuimos a casa.
El día que llegué este año a Coruña me acompañó mi padre, y de paso dijo de montarme la estantería. Así la habitación ya me quedaba puesta y cómoda para instalarme bien. Nuestra sorpresa cuando vamos a montar la estantería y no aparecen los tornillos para armarla. Buscamos por la habitación y no aparecen. Bajamos al coche, por si se pusieron junto a la estantería para traerla pero se nos olvidaros allí, y no aparecen. Pensamos en qué podíamos haber hecho con ellos, y no nos acordamos de verlos en todo el día. Lo único que se nos ocurrió fue que David, como desmontó la estantería mientras nosotros cargábamos la mesa en el coche, quizás puso los tornillos y todo en su bolsa, pero que lo apoyó un momento en algún sitio, y con lo de andar subiendo y bajando cajas, se nos olvidaron completamente.
Contamos entonces los tornillos que necesitamos para montarla, y vamos a una ferretería a buscar tornillos.
El tío que nos atendió no vale para vender. Porque era la única ferretería que encontramos, pero era antipático y no ayudó aunque le pidiéramos explícitamente ayuda. Le dijimos que teníamos que montar una estantería del Carrefour, y que qué clase de tornillos podíamos necesitar. El hombre vive de vender tornillos, una mínima idea se supone que debía tener. Lo único que nos dijo es “yo no he visto la estantería, no puedo decirle nada”. Compramos unos que creíamos que estaban bien, pero cuando los probaban eran demasiado cortos y finos.
Esta vez preparamos, cogimos una de las baldas que tenía los agujeros, dispuestos a probar todos los tornillos de la tienda hasta dar con uno que se ajustase. El señor que no conocía la estantería estaba contando tornillos para otra mujer (necesitaba cerca de 120, tenía para rato) y nos atendió otro hombre. Le dijimos lo de la estantería y tal, y nos enseñó unos “que se suelen usar para eso”. Eran esos. No eran tornillos normales, eran más largos, con una parte lisa… tornillos especiales xD Encajaron en los agujeros de la balda y volvimos a probar.
La estantería tiene tres baldas amarradas a las tablas verticales: la de arriba, la de abajo y la del centro. A mayores, tiene 3 baldas más que no van sujetas, sino que en los agujeros de las tablas se colocan unos topes y se apoyan encima. Compramos los topes también, el señor acertó a la primera.
Tanto los tornillos especiales como los topes fueron perfectos a la estantería a la primera.
El problema que surgió entonces es que los tornillos especiales tenían que atornillarse con una llave Allen, que traía la estantería, pero que también habíamos perdido. Intentamos apretar con un destornillador de estrella, con la mano y con las llaves, pero no entraron de todo. Quedé con mi padre entonces en que, como él tenía que venir a Coruña al día siguiente, se traía su juego de llaves Allen y acaba de apretarme la estantería. Mientras, que no le pusiese peso, por si se venía todo abajo.
Cuando me quedé sola, empecé a deshacer la pequeña maleta que me traje. Primero ordeno las camisetas, los pantalones, y cuando abro el cajón del armario para poner la ropa interior… allí estaba la bolsita de los tornillos, con todo dentro: topes, tornillos, llaves Allen, y incluso los embellecedores para tapar los pocos tornillos.

Tierra trágame.

6 de septiembre de 2010

Nuevos primeros días - Diario 33

Aparezco de nuevo fugazmente desde el mundo donde no hay internet. En el piso todavía no contratamos servicio, y no sé si llegaremos a hacerlo. Creo que estamos esperando a que los vecinos más despistados nos presten la conexión que ellos no usan (otra vez xD). Pero todavía somos 3 de 4 en el piso (a la hora de publicar esto seremos 2) y no sé si va a cambiar.
Llevo ya desde el día 1 por la tarde en Coruña. Compañeros nuevos, piso nuevo, zona nueva… y de momento todo muy bien. Me voy dando cuenta poco a poco de lo realmente pequeña que es mi habitación (más incluso que la del año pasado), pero le estoy sacando partido. Además, tiene agujeros en las paredes que puedo aprovechar para sacar más espacio todavía en caso de necesitarlo, y tengo un Ikea a un bus de distancia para cualquier cosa que necesite (el recién inaugurado Ikea de Coruña xD).
La primera noche lo pasé mal. Fui la primera en llegar, y la primera noche estuve sola. Sola, en un piso totalmente nuevo. Así como se puso el sol, cuando ya mi padre se había ido, me di cuenta de que la luz de arriba de mi habitación no funcionaba, porque no tenía bombilla. Y yo no tenía ni bombillas ni nadie tan alto como para poder enroscarla. Además, no me traje todas las cajas, y el alargador está en una de las que todavía no tengo. Mi habitación tiene un solo enchufe (más tarde descubrí otro escondido y lejos), así que tuve que elegir: luz de flexo, u ordenador. Luz y nada que hacer, u ordenador y oscuridad. Escogí ordenador. Vi un par de capítulos de Dexter (estoy empezando la 3ª) y me fui a dormir. Como no tengo mesilla de noche, me peleé un poco con la silla del ordenador para tener dónde apoyar móvil y gafas mientras dormía, y así como me tapo con las sábanas y empiezo a estar a gusto en cama, escuché la voz de una niña pequeña por el pasillo de mi piso. O estaba tan cercana que parecía que estaba en el pasillo. Yo estaba acojonada. Sola en el piso, sin internet, y sin saldo. David ya me había llamado, así que no iba a volver a llamar, y mi padre no me iba a llamar a esas horas. Iris no había llegado a Coruña todavía, y desde luego, no iba a cruzar el pasillo para escapar del piso xD
Ahora que llevo unos días, la voz lo más probable es que haya llegado desde el patio de luces. Se escucha todo como si estuvieran a tu lado, y no solo cuando tienes la ventana abierta. También se escucha la cisterna de los vecinos de arriba, de vez en cuando algún que otro paso… pero la voz seguro que venía desde el patio de luces.

Me gusta la zona en la que está mi piso. No son edificios nuevos, pero hay ambiente de gente. No como los dos últimos pisos, que eran zonas de oficinas y apenas había vida por el día o así que caía el sol parecía una ciudad fantasma. Vivo cerca de una calle peatonal, y por las tardes está llena de gente en las terrazas de los bares, niños jugando calle arriba y calle abajo, y de gente paseando. Tampoco son edificios muy altos, es como el centro de un pueblo grande. Salvo que echas a caminar y no hay final, hasta que te encuentras con el resto de la ciudad.
Además, tengo la grandísima suerte de que Iris está viviendo un portal más abajo. Los pisos coincidieron, no los buscamos cerca ni mucho menos, pero somos vecinas, No podemos hablar por el patio de luces y hacer radiopatio porque su ventana da a la calle y la mía al patio, además de que coinciden en la misma pared de ventanas, no quedamos enfrente. Pero es una suerte tenerla tan cerca, bajar la escaleras y ya estar ahí. Cuando llegó pasé la tarde con ella, y el sábado fui a cenar con David a su piso y estuvimos hasta las 4 de la mañana de charla.
El resto del piso está bien. Todavía no sé cómo hacer para que salga agua caliente de la ducha, pero creo que es que cada vez que uno se ducha apaga el calentador después. Tendré que acostumbrarme de nuevo a los calentadores. Todavía tampoco sé muy bien dónde se guarda cada cosa en la cocina, pero ya tengo mi armario asignado con mis infusiones y galletas xD
Con los compañeros de momento sin ningún problema, y espero que siga así. Di con un par de… no sé si llamarles punkis, rockeros o metaleros, la verdad. Desde luego, nada de finolis como el año pasado. Son personas normales, civilizadas, coherentes, que piensan. Con las que se puede hablar, y parece que bastante abiertos y tolerantes. Por lo poco que sacamos el tema de salir, vamos por los mismos locales o casi, también. Tengo en cuenta que todavía falta un compañero por conocer, y no sabemos nada de él. De momento hay buen rollo y ningún problema, aunque sea mínimo, espero que él no tenga problemas con nosotros.

Vine tan temprano para hacer exámenes, o por lo menos con esa excusa. Tuve el 2 el de Morfología, el 3 el de Literatura III y el 16 tendré Sintaxis. Me presenté a Morfología totalmente desmoralizada, convencida de que no sabía nada e iba a gastar una convocatoria. Sin embargo, creo que el examen me salió bien. Las preguntas no fueron muy diferentes al de junio, pero creo que bien. Dice la profesora que esta semana que entra ya estarán publicadas las notas.
El 3 iba a tener el examen de Literatura. Llevaba mucho tiempo sin tocar esos apuntes, concentrada en Morfología y con lo mal que estudio en mi casa. Llegó el día anterior y perdí la tarde con mi padre acabando de montar mi habitación, llegó la noche y no recordaba ni qué materia entraba. Sabía que entraba Neoclasicismo, Realismo y Naturalismo pero… ¿qué partes? Decidí que lo más o menos inteligente era no presentarse. Prepararla para diciembre, junto a Literatura IV, hacer tutorías si era necesario, conseguir los apuntes que me faltaban, e ir sobre seguro. Y también bastante importante, no llevar el disgusto de llegar, entregar en blanco y sentir que había perdido el tiempo totalmente.
Empezaré el martes a estudiar en serio para Sintaxis. Estuve mirando por encima mis apuntes, y son bastante buenos (salvo que falten páginas, que lo dudo, y que no puedo saber hasta ponerme delante de ellos en serio), así que voy a ir a por todas. Y que sea lo que Dios quiera.

Más cosas… es muy posible que en unos días tenga una mascota propia de verdad por primera vez en mi vida. Pero ya lo contaré en otra entrada. Porque en caso de que no pueda conectarme, dejo algunas entradas programadas para no dejar morir el blog durante las semanas que me faltan para tener internet, aunque sea en la Facultad.

Suerte con los pocos principios de curso que está habiendo. Espero poder estar activa de nuevo por aquí pronto.

1 de septiembre de 2010

Preparados, listos... Coruña!

Todavía no me lo acabo de creer.
Se acaba agosto, y mi maleta para irme mañana a Coruña está ya hecha. Se acaba el verano (por fin!), y voy a cagarla bien cagada en los exámenes, por lo menos los dos primeros, pero no me voy a estresar por eso. Y por fin, vuelvo a ser libre.
Por fin puedo hacer lo que quiera sin sentirme observada y juzgada, puedo ver a David cuando quiera, puedo comportarme con naturalidad con él, no tengo que aguantar a mi hermano, y los horarios los pongo yo. Tampoco habrá turnos de internet ni de tele.
A cambio, la comida vuelve a ser mi responsabilidad. Tengo que volver a enfrentarme a los fogones (literalmente), a qué comer dentro de unas horas, a fregar todos los días y a los turnos de limpieza.
No voy a decir que me hace ilusión irme y conocer a mis compañeros de piso, porque todos sabemos lo que acaba pasando cuando me ilusiono por algo. Pero sí tengo ganas de irme. Este año me di cuenta ya pronto, de que mi casa ya no es mi casa. Estoy prácticamente independizada, estoy acostumbrada a vivir sola y responder de lo que hago solamente ante mí. Me choca estar en mi casa y contarle mi día a mi padre, compatibilizar horarios con mi hermano… ya no estoy acostumbrada a eso. Tengo ganas de volver a tener mi independencia, mi libre albedrío, mi falta de horarios y normas.

El jueves 2, a las 10 de la mañana tengo el primer examen, Morfología, que suspendí vilmente en junio (en parte lo merecía porque hice mal el examen, en parte no porque me sabía la materia). Así que el 1, mañana ya. No sé cómo voy a ir, pero revisando las cajas con las mantas, sábanas, y recordando que tengo que montar la estantería, creo que tendrá que llevarme mi padre.
Muerta de sueño, y a la espera de saber más cosas sobre mi futuro tan próximo, hasta mañana. Que tengo pendiente la entrada de la fiesta de la playa (por lo menos).