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29 de julio de 2011

Como... magia

Hoy por la mañana, a las 5 concretamente, me sonó el despertador. Salíamos de vacaciones, y nos veníamos al sur de Portugal. Son muchas horas de viaje, y para llegar con tiempo, decidimos que era mejor pegarse el madrugón que andar pendientes de velocidades, de perderse, no perderse y demás imprevistos.
No me fui a dormir tranquila del todo por el viaje (no me gusta viajar), pero cuando sonó el despertador a las 5 de la mañana me desperté con una ansiedad muy alta, como no lo había estado desde hace varios meses. De estos días que tengo miedo de moverme, de que no sé qué hacer con las manos, con los pies, con la cabeza… siento que voy a explotar o me voy a caer a cachos y no tengo ninguna manera de pararlo. Es la primera vez en casi seis meses que tengo náuseas, y no sé si la primera que noto que no es el estómago lo que me duele, si no todos los músculos alrededor, que están tensos hasta casi romperse.
Me sentía fatal, como no me había sentido en mucho tiempo. Sé que no tengo que temerle a los viajes en coche; mi mayor miedo es marearme y NUNCA me mareo en coche salvo que vaya leyendo o algo así. Intenté relajarme, hacer respiraciones controladas, pensar en lo positivo del viaje, en alejar la mente de lo que menos me gustaba… pero me fue muy difícil.
Cargamos las bolsas en el coche, y me senté en el asiento de atrás, dolorida y, ya a las 6 de la mañana, con los músculos agotados de estar tensos. Pensé que la última vez que tuve una ansiedad algo alta, Superbia me ayudó a rebajarla. Dejé recorrer unos kilómetros, me acurruqué en el asiento de atrás, y me puse el mp3. Empieza Superbia, me relajo un poco. Siguen las canciones y poco a poco voy relajándome. Para la segunda vuelta del disco, no estaba normal, pero casi.
Lo que pasó en las horas siguientes no lo tengo muy claro, cosa de llevar los ojos cerrados y ser esas horas. Recuerdo que estaba acurrucada en el asiento, con el mp3 puesto y Carlos cantando, y cuando me di cuenta, habían avanzado dos canciones. Había sido capaz de relajarme hasta el punto de dormirme.
Me puse más cómoda, y la siguiente vez que me desperté, empezaba Tic Tac. Estar relajada por fin, después de esos momentos de miedo y angustia, y escuchar la canción entre cabeceos fue lo más parecido a la paz que he sentido en varios meses. Acabó por segunda o tercera vez el disco, y cambié de grupo. El lector del iPod me decía que tenía una lista de reproducción de Skunk DF, y hace tiempo que no los escucho.
Me volví a quedar dormida, creo que no acabé la primera canción. Para estas alturas ya estábamos pasando Vigo.
Horas después (por lo que me dijeron mi padre y mi hermano), me desperté de nuevo, pero con una sensación de calidez. Todavía con los cascos puestos, sentí que tenía que despertarme por algo. Con una sonrisa, descubrí la voz de Carlos en sus cuatro versos en Lecciones de vida. Me volví a quedar dormida.
Y tiempo después volví a despertarme con una sonrisa. De nuevo ese pequeño sobresalto por el cual merece la pena levantarse. Cuando volví un poco a la consciencia, reconocí los primeros momentos de Invisible.
Notarme descansada, relajada, contenta, y despertarme sabiendo que voy a escuchar su voz (además justamente la de esa canción) me arregló la mañana. Ya daba igual la ansiedad, las cinco horas de coche que me quedaban por delante. Me había despertado únicamente para escucharlo, mi subconsciente me había despertado en las canciones en las que participa para poder escucharlo. Primero, solamente con su voz (y la ayuda del resto del grupo, claro) consiguió librarme de la ansiedad, hasta niveles de quedarme dormida, y luego consiguió alegrarme lo que quedaba de día.

Si alguna vez caigo en coma, creo que ya sabemos qué necesito para despertarme.

27 de julio de 2011

Ausencias

Hay noches, como ésta, en las que noto vacío. Me falta algo, me falta alguien. Me voy a dormir sin despedirme de nadie, sin decir un “hasta mañana”. Es vació, es romper con una rutina cálida que me costó años forjar y con la que estaba muy contenta.
Llega la noche, pero por echar de menos, de sentir la casa vacía, no puedo o no quiero dormir. A veces vuelvo a sentir esa llamita de la literatura que me manda coger un bolígrafo, pero no tengo ideas en la recámara para aprovechar el momento. Sería más frustrante que de costumbre volver a dejar un papel en blanco, o limitarme a escribir en los márgenes “miau, miau, miau” o “cui, cui, cui, cui, cui”; por lo que prefiero no enfrentarme a una hoja en blanco, por lo menos no por el momento.
Entonces es cuando voces pasadas me llaman. Voces que me pusieron voz cuando yo no tenía, voces que me han acompañado a lo largo de los años, siempre latentes aunque no siempre explícitos. Recuerdo cuando la música era una aventura más, y no me había llevado todavía una decepción tan grande como con este último festival. Voces que me dicen que éstas son nuestras noches, que hoy tocarán Hora Zulú otra vez en mi habitación, o Gritando en Silencio, o Sôber, o los recopilatorios de la RockZone con Estirpe, Jacky Trap, Black Rebel Motorcycle Club, My Chemical Romance u otros.
Siento que necesito un abrazo, una cosita viva y calentita trepándome al hombro, pero ya no están aquí. Y me queda más de una semana de irme a dormir sola, de tener la casa vacía, sin despedidas cuando cae la noche.

Noches en las que me siento niña de nuevo, y necesito volver a conectar con ese momento de mi vida. Todo era más sencillo, no echaba de menos, no esperaba.

Sin embargo, con echar la mano a la espalda puedo sentir que todo eso está ahí. Que no estoy sola, sino que llevo eso y mucho más dentro de la piel. Todos estos años en los que me siento de vuelta, toda la trayectoria que he trazado desde mi primera noche en esta habitación hasta hoy, todos los momentos malos que he tenido (algunos bastante peores que éste) los he superado, y en el momento de marcarlos para toda mi vida me sentía feliz. No hubo dolor, hubo una sonrisa.
Poco más de una semana y vuelvo a sentir vuestros besos. Los de los dos.

23 de julio de 2011

Mi experiencia en el Sonisphere, día 2

No me he olvidado de contar la segunda parte de mi experiencia en el Sonisphere. Es solo que he estado bastante ocupada, y no hubo tiempo de ponerse a escribir xD David está en mi casa, acaba de empezar el Mercado Medieval y estoy intentando volver a cogerle el ritmo al ganchillo, entre otras cosas…
Hace hoy una semana de ese día, espero que no se me olvide de nada.

A las 10 de la mañana el calor me echó de la tienda de campaña. Los árboles sin hojas que teníamos encima daban una sombra pésima, convirtiendo la tienda de campaña durante todo el día en un invernadero. La pulsera del Sonisphere, para los accesos, se me había pegado la piel, y al separarla, tenía gotas de sudor por el brazo.
Casi eché a correr para fuera, espantada por el calor. Desayuné con los otros heavies gallegos que habían ido, y que nos habían guardado un sitio junto a sus tiendas (no los conocía antes de ir, eran casi todos de Ferrol y de ahí no conozco a nadie, pero gracias a los desayunos nos fuimos conociendo un poco xD), mientras por cuentagotas la gente iba yendo a ducharse y así. Cuando despertó David, quisimos ir juntos a ducharnos (cada uno a una ducha, pero subir a la vez, se entiende), pero al llegar a donde tenían las duchas y ver la cola de media hora, yo desistí. Hice cola para los baños, para poder peinarme con espejo y lavarme la cara, y dejé a David haciendo cola.
La zona de acampada tiene espacio para 20.000 personas. Las duchas estaban hechas en casetas de obra con unas 4 duchas por caseta, unas 5 casetas. Máximo de 20 duchas para 20.000 personas. Y los heavies se duchan y esas cosas. Un caos total durante todo el día para poder acceder a ellas.
Para los baños era algo parecido: 4 casetas de obra, a 3 váteres por caseta. A las 12 del mediodía dos de las casetas estaban impracticables, lo que hacía la cola todavía más interesante. Además, habían rozado todo el monte (cortado la hierba del monte, por si alguien no entiende xD), no podías ni esconderte entre las hierbas altas para ir a mear. Por lo menos tenían grifos y una fuente en la que podías medio ducharte, medio mojarte para ir pasando el día (aunque luego vimos que realmente no funcionaba xD).
Las chicas que estaban con nosotros en el grupo habían llevado toallitas de bebés, y se fueron por grupos a un “lavaheavies” a medio asearse. Qué es un lavaheavies? Es otra caseta de obra, abierta por delante y por detrás, formando un túnel. Dentro de este túnel están repartidos 6 ventiladores, y justo delante, un difusor-pulverizador de agua. Lo que da una lluvia fina y fría, con viento. Bueno, esa es la idea, porque a los bajitos se nos evaporaba el agua antes de llegar a nosotros xD
A las 3 abrían las puertas, y a las 3 y media empezaba Hammerfall. David y el conductor de nuestro coche querían llegar a verlos, así que comimos temprano, y corriendo nos fuimos a poner a la cola, aunque llegamos cerca de las 3 y cuarto. No había cola, fuimos caminando casi hasta las puertas, hasta quedarnos a unas 20 personas de las puertas. Las 3 y cuarto, las puertas están cerradas. Las 3 y 20, las puertas siguen cerradas. Las 3 y media, las puertas cerradas. Empieza Hammerfall y las puertas cerradas.
Entonces las abrieron. Cuando conseguimos pasar los mil controles, Hammerfall habían terminado la tercera o cuarta canción. Estábamos asados, nuestra primera parada iba a ser bajo la manguera del bombero del otro día, pero, sorpresa, no estaba. Fuimos a por otra botella de agua, entonces. Habíamos escondido un tampón entre la ropa para poder meterla en el bolso.
Pasamos el concierto sentados al sol, derritiéndonos. No estuvo mal del otro, pero de nuevo, un concierto de una hora es insuficiente. Luego subieron al escenario Mastodon, que no solo fue insuficiente, si no que estuvieron sosos con el público. Y el bombero sin aparecer. Hubo unos momentos que nuestra supervivencia se basó en correr cada media hora al baño, llenar la botella de agua en el grifo, empapar la camiseta de David, escurrírmela por la espalda, y él ponérsela por la espalda.
Tras el coñazo de Mastodon (siento a quien le gusten, pero a mí me aburrieron bastante), y volver corriendo a los baños, y tras ellos, Apocalyptica, uno de los grupos que más ganas tenía de ver. El tío que pusieron a la batería era un soso, aunque cumplía. Ellos estuvieron un tanto sosos con el público (sobre todo viéndolo desde ahora, tras toda la fiesta que tuvimos por la noche), y el tío que pusieron a cantar… primero debería aprender a cantar xD Porque no solamente cantaba regular, si no que cambió cuanto quiso las melodías de las canciones. Y acostumbrados a la voz de Corey Taylor cantando I’m not Jesus, a ese señor… puñalada en el corazón.
Las canciones instrumentales las tocaron muy bien, nos animaron todo lo que una canción instrumental puede animar. Lo flipamos con Master Of Puppets, que ellos tienen instrumental, pero nosotros le pusimos la letra.
Pero, de nuevo, se hizo corto.
Luego, media hora de descanso en la que llegó el bombero, y empezaron Dream Theater. No sé si fueron los peores del festival, pero debieron estar cerca. A mí me rayaron desde la segunda canción, y la gente en general tampoco tenía cara de estar pasándoselo demasiado bien. Escuchamos cosas como que el setlist era demasiado homogéneo, que pusieron demasiadas baladas… no era cosa solamente mía.
Al acabar, quedaría una hora para que empezasen Iron Maiden. El resto de grupos tenían una media hora de preparación de escenario, pero Iron Maiden necesitaban una hora. Rayados como estábamos, y sabiendo que la mayor parte de la gente estaba por Iron Maiden, vimos el camino a las duchas despejado. Volvimos a las tiendas, merendamos algo, aproveché para ir a la ducha, y descansar un rato.
También Iron Maiden tenían un concierto de dos horas, y nos lo tomamos con calma. Cuando llegamos de vuelta a los conciertos aún le quedaba cerca de una hora de concierto. Sin habérmelo planteado, conseguí escuchar Hallowed be thy name, The Number of the Beast, Fear of the dark y alguna otra mítica de Iron Maiden que no había pensado en escuchar.
Al llegar ya nos dimos cuenta de porqué necesitaron una hora de preparación de escenario. Estaba completamente decorado el escenario, además de trampillas, puertas y demás cosas, contaron con una cabeza gigante que tenía luz en los ojos.
Un conciertazo, y el recinto de conciertos, lleno.
Nos quedamos en la parte más cercana a la entrada porque a esas alturas era imposible pasar a la otra zona. Empezó a haber mucho polvo en el ambiente. Quisimos sentarnos en el suelo, pero no respirábamos aire, respirábamos polvo.
Nos pusimos bajo una carpa que estaba pensada para dar sombra durante el día (qué generosos, por lo menos lo intentaron), en la que, aunque había polvo, no parecía mortal. Había gente con sillas por allí, y estuvimos a la caza de algunas para poder sentarnos.
Acabó Iron Maiden, y los siguientes serían Twisted Sister, otros que tenía muchas ganas de ver. Resumiendo, el concierto fue brutal y estuvo genial, pero otra vez, se hizo demasiado corto. Quería ver a Dee Snider en directo y es mejor de lo que imaginaba. Tocaron de nuevo cerca de una hora e hizo que esa hora fuese una fiesta. En Galicia los niños de mi generación nos criamos con la versión de We’re not gonna take it “Juele a cona baby” de Heredeiros da Crus, pero parece ser que en el resto de España cantan “Huevos con aceite”. Pues al acabar la canción, Dee Snider dijo que un amigo español le había dicho cómo se cantaba en España, y él quiso escucharlo.
Sobran las palabras, alguien lo grabó en vídeo:



Durante el concierto, el conductor de nuestro coche nos encontró, y se quedó con nosotros. Y dijo una cosa en la que creo que tiene mucha razón “desde que vi el documental A Headbanger’s Journey le tengo mucho respeto a este tío”. Yo también sentía algo así, pero no sabía cómo explicarlo. Si quien esté leyendo esto no sabe a qué documental me refiero, puede ir buscándolo para bajar y viéndolo. “A headbanger’s journey”, por Sam Dunn.
Acabó Twisted Sister y le seguían Uriah Heep, grupo que vino sustituyendo a Alice Cooper y no conocía de nada. Algunas de las canciones míticas del heavy de los 70-80 son suyas, pero nunca los había relacionado. Conseguimos unas sillas mientras la chica que organizó el viaje nos encontraba. Vimos a Uriah Heep cómodamente sentados bajo la carpa.
Nos sorprendieron mucho, y para bien. No esperábamos nada de ellos y nos dieron fiesta por todos lados, sin descanso. Y disfrutamos más de ellos cuando el conductor, un tío que controla un montón de música (y cuando digo un montón es muchísimo más de lo que creía que alguien podía controlar, sobre todo de historia del metal) nos dijo que las canciones que estaban tocando eran anteriores a que surgiese Black Sabbath. Heavy metal ya completamente formado, nos hizo pensar si realmente Black Sabbath inventaron el heavy, o se inspiraron en lo que hacían ellos y cogieron fama luego.
Acabaron Uriah Heep, lo que decía que un concierto más, y el festival habría acabado. Lacuna Coil tocarían de 3 a 4 de la mañana. En un arranque de “hay que aprovechar que esto se acaba” corrimos a las primeras filas. Sin ninguna clase de esfuerzo nos colocamos en la tercera o cuarta, en medio de más gente, a ver el último concierto.
Para variar, también se hizo corto. Cristina Scabbia no me caía muy bien, y tras el concierto, la visión que tengo de ella, de ir de diva, no ha cambiado mucho. Con quien quedé impresionada es con Andrea Ferro, el chico que hace las voces y que… no sabía siquiera que existía. Se le veía majo, y hablaba español. Intentaba traducir y hablar con el público, hasta límites de decir Scabbia “we’re gonna divide you in two groups… my left and my right”: “isquierda, derecha”.
Saltamos bastante, cantamos, y lo pasamos bien pese a que sigo pensando que la música de Lacuna Coil es para escuchar en disco, en directo es de las pocas clases de música que pierde.

Acabó el concierto y oficialmente acabó el Sonisphere. Nos volvimos a las tiendas, mientras intentábamos recoger a la gente que fuimos perdiendo a lo largo del concierto. Nos sentamos en el camping a cenar con más amigos y familia de Jezza. Mientras sacaban la comida, escuchamos a lo lejos un grupo de voces que gritaban “no nos mires, únete”. Cuando las voces llegaron a cerca de donde estábamos, pasaron bajo una farola, y vimos un grupo de 20 a 35 tíos en calzoncillos, gritando, uno de ellos con un megáfono, y otro con un cono de tráfico a modo de megáfono. Nos dijeron que cuando salió el sol se encontraron a varios durmiendo tirados en diferentes sitios del camping, todavía sin ropa.
Mientras acaban de sacar y repartir la comida, yo me caí rendida. A esas horas no iba a comer nada, y me rendí. De nuevo, no recuerdo haberme metido en el saco, recuerdo el pensar “aquí está la cremallera del saco”, y lo siguiente es abrir los ojos, escuchar todavía la conversación de los otros comiendo, y ser de día. Y lo siguiente es ser las 10 de la mañana y volver a expulsarme el calor de la tienda.

Quedan las 8 horas de viaje de vuelta por explicar. Pero quiero explicarme, y aprovechar que son las únicas fotos que tengo del viaje para hacerle una entrada para la vuelta.
Hasta dentro de unas horas, espero :D

20 de julio de 2011

Mi experiencia en el Sonisphere, día 1

Ha sido maravilloso, no puedo esperar a que sea el próximo año para volver y correr a primera fila. Para volver a saltar con los conciertazos, a llorar con las canciones que esperaba escuchar y que fueron GENIALES, y a volver a pasarlo como nunca. 12 horas de conciertos casi sin parar que se han pasado en lo que parecieron minutos. Es una suerte que lo hayan cambiado de Barcelona a Madrid, las instalaciones son mucho mejores, más cómodas y salubres, completamente preparadas para acoger a las 40.000 personas que caben ahí dentro.


Soy una puta mentirosa.


El Sonisphere ha sido una mierda. Solamente lo salvó la gente con la que fui, que creo que es la única experiencia positiva que me llevo del viaje. Hablaré de ellos más tarde.
La organización ha sido un caos, en un recinto que debería estar vetado por Sanidad por ser potencialmente peligroso (la acampada tampoco estaba bien, pero no creías morir ahí dentro). No me han gustado ni los conciertos que más esperaba (Sôber o Arch Enemy; los únicos decentes que esperaba fueron Gojira o Twisted Sister), para más los de los grupos que de por sí no me llaman. Los responsables de sonido era para tirarlos en el monte a que se lo comieran las hormigas gigantes, porque no tiene perdón cómo sonaron algunos grupos el viernes.
Otro detalle imperdonable e impensable es abrir las puertas del recinto tras haber empezado los conciertos o cinco minutos antes de lo que lo hicieran. Completamente impensable.

Pero vamos por partes, desde unos días antes de salir de viaje, y así hago solamente una maxi entrada y me olvido de este tema ya.

Todo lo que pudo salir mal, salió mal. Poco menos de un mes antes de que se hiciera el festival, recibí un evento de facebook de unos conocidos de Coruña (amigos-conocidos de salir de fiesta de David, no teníamos mucha más relación) proponiendo el viaje. Unos invitados dijeron que no, otros que sí. Éramos en un principio 10 personas, dos de ellas con coche. Perfecto para el viaje. La gente, como es habitual, se fue cayendo poco a poco. Tras restar y sumar gente durante unos días, éramos 8 en dos coches. Luego, una chica se puso enferma, con una semana de antelación. Anunciamos entonces en nuestros Facebook que teníamos sitios libres y revendíamos una entrada para el festival.
Quedamos con Jezza, la chica que estaba organizando todo, el jueves en un supermercado enorme a las afueras de Coruña para hacer la compra de la comida para el festival. Llegamos, y nos anuncia que en las últimas horas uno de los conductores y su novia habían decidido anunciar que sus padres no les dejaban ir. Éramos 6 para un coche solo, y nos quedaban 3 entradas sin dueño, a poco más de 12 horas de salir para Madrid. La pobre chica se volvió loca a llamar a gente, a directamente regalar las entradas a cambio de solamente que nos llevasen en coche, y por fin, tras horas de negociar y llamar a gente diferente, consiguió encontrar a dos chicos, que no se conocían entre sí, que querían venir. Uno de ellos se ofrecía a conducir.
Quedamos frente a la casa de David a las 8 de la mañana del viernes. El otro chico que no conducía ya lo habrían recogido en Coruña, así que era cogernos a nosotros y salir a la autopista dirección Madrid. Llegaríamos a la 1 o las 2 de la tarde, justos para montar tiendas, comer e ir a los primeros conciertos.
Cuando nos vinieron a recoger nos dijeron que el otro coche saldría un par de horas más tarde. Dijeron algo de que tenían que ir a imprimir las entradas a las Fnac, que abría a las 9. Al principio dijimos que ya les valía haberse olvidado de eso, y arrancamos. Luego, en el coche, nos dimos cuenta de que Fnac solamente te imprime las entradas hasta 72 horas antes del concierto, y no abre hasta las 10. Los llamamos para decirles que no perdiesen el tiempo, que arrancasen y que en taquilla, con el resguardo de haberlas comprado, se las darían. Entonces nos dijeron que no es que no las hubieran imprimido, es que se las habían robado.
Las entradas estaban impresas desde abril, y Jezza, que las había comprado ella, las guardaba en su casa, en el salón, al lado de unos discos dentro de un sobre. Cuando fueron a cogerlas por la noche para guardarlas en las carteras, el sobre estaba vacío. Se quedaron en su casa para dormir los tres que iban con ella en el coche y el chico no conductor que venía con nosotros. No durmieron revolviendo la casa entera para buscarlas, cuando ella cayó en la cuenta de que hacía un par de semanas habían estado en su casa unos amigos de amigos tomando algo, y estuvieron viendo y escuchando los discos que tenía al lado del sobre. Uno de ellos tuvo que coger las entradas (5 entradas, 400€ aproximadamente) cuando alguien no miraba.
Llamaron a Fnac cuando abrió el servicio de atención al cliente, y tras luchar un poco con ellos y con los de la tienda física, consiguieron que les reimprimiesen las entradas. Salieron para Madrid entre las 10 y media y las 11 de la mañana, cuando nosotros ya estábamos pasando Astorga. Nuestro viaje fue muy bien, sobre lo calculado, hasta que entramos en Madrid. Sorprendentemente, no hay una sola señal alrededor de la M30 que indique, aunque sea remotamente, cómo llegar a Getafe. Además, los GPS de los móviles no nos daban nuestra localización exacta. Pasamos cerca de una hora dando vueltas, intentando encontrar cómo llegar hasta el Cerro de los Ángeles, en Getafe, donde estaba el camping. Tuvimos la enorme suerte de llevar alguna ventanilla abierta, y en una carretera, ir discutiendo sobre qué desvío tomar. Un señor que iba en un coche, paralelo en un carril a nuestra derecha, nos oyó y nos preguntó. Le dijimos adónde íbamos, nos dijo que le siguiéramos, y nos dejó justo frente a la zona de acampada.
Heavies, heavies everywhere. Heavies en una dirección y en otra. Preguntamos cómo entrar en la zona de acampada, nos dijeron que fuéramos a por las pulseras y con eso nos dejaban entrar en la zona de acampada. David y yo teníamos nuestras entradas, y uno de los otros chicos también, pero la entrada del conductor estaba entre las entradas perdidas. Pensamos que ya sería mala suerte si de cuatro llevábamos entrada, no le dejaran entrar a él también.
Nos dieron nuestras pulseras (que todavía llevo puesta, a ver encuentro un sitio donde guardarla y me la quito de una vez) y fuimos a montar las tiendas. Para entonces eran cerca de las 4 de la tarde, y habíamos venido en el coche de la empanada que había hecho David el día anterior. Sugerí comer antes de montar las tiendas, y estuvieron de acuerdo. Atacamos la empanada sin piedad.

Ahí empezamos a ver dónde teníamos que vivir durante los dos siguientes días. Y nos dimos cuenta de que cómodo, cómodo no era. Habían anunciado en la página web que la zona de acampada estaba situada en una zona verde. Creo que en Madrid el concept “zona verde” no es el mismo que tenemos en Galicia. Para mí, una zona verde es un sitio con el suelo de color verde gracias a la hierba o césped. Luego, puede tener árboles (lo obvio para hacer una acampada) o no, pero se agradecen.
Nuestra zona de acampada estaba situada en un pinar, que de por sí no crece hierba bajo los pinos, pero es que el suelo era como tierra seca, con hierba muerta y marchita, que levantaba polvo, y polvo. Y dura como la piedra.

Montamos la tienda. Nuestra agradable sorpresa cuando abrimos mi tienda y descubrimos que en estos 3 años, desde que la abrí para el Verea, cogió humedad hasta el punto de quedar la tela entre negra y verde, y las piquetas oxidadas. La montamos y la ventilamos como pudimos.
El primer concierto, de Bullet, empezaba a las 6 y cuarto, abriendo las puertas a las 6. Como a las 5 y media no habían llegado los del otro coche todavía, propuse irnos poniendo en la cola para entrar. Había que tener en cuenta que esa noche tocaban Gojira, Sôber y Arch Enemy del tirón.
La cola llegaba a casi la zona de acampada. El día siguiente no hubo esa cola, no sé cómo el viernes se pudo montar semejante. Llegamos a ella poco después de las 5 y media, pero no abrieron las puertas hasta cerca de las 6 y cuarto. La cola empezó a moverse y tres minutos más tarde empezaban Bullet. Escuchamos su run run desde la cola, porque tras pasar los mil controles que había para pasar, justamente entramos en el recinto y los vimos saludando para despedirse.

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La zona en verde es toda la zona de conciertos. Creo que me equivoqué y el escenario no está donde está la marca roja, sino en el medio y medio de la línea gris que baja, pero estaba por esa zona. Se entraba por encima de la cosa blanca, y todo eso se llenó de gente. La cola del primer día empezaba nada más acabar los árboles en dirección a la zona de conciertos. Es casi a un kilómetro de la tienda.
La zona de acampada es aproximada, porque se limitaron a poner vallas entre los árboles y no hay ninguna referencia para saber los límites. El punto rojo, más o menos, es donde estábamos nosotros.

Habíamos estado cerca de media hora a pleno sol, a media tarde, en julio, en Madrid. Estábamos secos. Lo primero que hicimos al entrar fue a cambiar el dinero por tickets para comida o bebida, y luego a la barra. Sorpresa, 2€ el medio litro de agua, 8€ el litro de cerveza (disculpe, organización, pero con 8€ me compro la estantería entera de cervezas en el supermercado), y 14 eurazos el cubalitro. 6€ un bocata de chorizo criollo.
Con el agua en la mano (que estaba caliente, no llevaba ni media hora en la nevera, por encima) nos metimos entre la gente que ya había frente al escenario, listos para ver a Angelus Apatrida, que tenía ganas de escucharlos en directo. El cambio de equipo fue de menos de media hora, nos situamos en un sitio bastante cercano al escenario, y salieron listos para tocar. Saludaron, amenazaron con las primeras notas, y en menos de tres segundos se montó el caos.
Sonó la primera nota, y noté empujones por todos lados, mientras me llovía fuerte. Me habían metido en medio de un pogo salvaje donde la gente iba a hacer daño (chavales de 17 y pico por lo que pude ver, tenían que demostrar estar hechos unos machos), mientras un bombero regaba a la gente para rebajar el calor.
Con cara de incomprensión total, me alejé de ese sitio. Minutos después vi que David había hecho lo mismo. Decidimos ir para atrás, a cerca de una carpa que habían puesto para dar sombra (no sé qué sombra esperan dar, no caben 200 personas ahí dentro, había espacio para 40.000 dentro del recinto). Me sentía cabreada, decepcionada. Vi de qué iba a ir el festival y me empecé a hundir. Si iba a ser todo el fin de semana así, más me hubiera valido quedarme en casa. Calor, incomodidad (a esas alturas me dolía el culo de estar sentada en esa tierra muerta) y conciertos de 6 canciones. No me equivoqué del todo, también Angelus Apatrida fueron visto y no visto, y el ritmo del fin de semana se ajustó casi a eso.
Luego salieron Valient Thorr a escenario. De lo que vi de ellos solamente recuerdo a un señor sin camiseta y con barriga cervecera, con una barba grande tipo… Papá Noel en castaño. Me dio mucha grima.

David me vio hundida, y vimos la vuelta al escenario. Estábamos en la parte más cercana a la entrada, donde había más gente, pero pasando la torre de sonido, había muchísima menos. Nuestra sorpresa cuando llegamos allí y había un cacho de vallas vacías. Nos amarramos a ellas empezando la recta final de Valient Thorr y fuimos avanzando poco a poco, y para cuando estaban Gojira preparando escenario (los siguientes) estábamos en una zona bastante cómoda. Twiteé foto, así que os podéis hacer una idea. Gojira, para mí, fueron de los mejores de todo el fin de semana. No se hicieron cortos como el resto de conciertos, se hicieron justos, además de tocar muy bien y estar en contacto con el público. Empezaron cuando el sol estaba cayendo, y acabaron de noche.

Era el turno de Sôber. Por fin podría escuchar las canciones de Superbia en directo. Quién sabe, a lo mejor la última oportunidad dentro de la gira de presentación del disco. Le hubiera pegado un tiro a quien estaba a cargo del sonido, porque no se podría hacer peor ni borracho.
El concierto empieza con una música en off, que tiene pinta de apagarse poco a poco, para entrar el tenor con la intro de Superbia. Se mezclaron las dos pistas, y me baso en que el tenor entró a contratiempo. Sôber no son de ir a contratiempos precisamente. Salieron a escenario con los instrumentos para empezar a darle caña, y aquello como que suena raro. La batería potente, el bajo bajito, una guitarra y…. dónde está el resto? Escuchamos Superbia enterita con una sola guitarra, y media canción sin voz.
El concierto se hizo demasiado corto. Sonarían unas 8 canciones máximo. Del último disco escuchamos solamente Superbia, La araña, Fantasma y Tic tac. Luego un amago de Fama, fortuna o placer con un alarde de batería increíble gracias a Manu, pero no mucho más. De otros discos tocaron Arrepentido, La nube, Loco, El hombre de hielo y creo que no me dejo ninguna. El concierto bien cortito. Sin tiempo a bis, por supuesto.
Además, creo que cabe destacar que el sonido estuvo mal ecualizado durante todo el concierto. La batería estaba fuerte pero no brillante (te vibraba por dentro, pero no destacaba), el bajo casi inexistente, y estoy convencida de que la guitarra de acompañamiento y la principal estaban invertidas, porque aquello no sonaba como tenía que sonar.
Y sin darnos tiempo siquiera a cansarnos, se fueron.
Le tocaba a Arch Enemy. Sus técnicos eran conscientes del desastre que habían montado con el principio de Sôber y se esmeraron en probar todos los instrumentos, que sonaban bien. Para lo que les sirvió…
Arch Enemy están empezando los conciertos con la Obertura del último disco. La mitad de la canción sonó en off (se hizo aburrido, te sentías tonto mirando al escenario vacío mientras las luces se movían) y salieron para acabar de tocar esa y empezar con la siguiente. Gossow gritó, pero no se le escuchó. De nuevo tardaron en encenderle el micrófono, estuvo media canción gritándole a un aparato apagado.
También se me hizo cortítismo. Cinco canciones (por lo menos sonaron Revolution begins y Ravenous), y cuando me di cuenta estaban ya con We will rise (que siempre empieza el bis), y Nemesis, canción que tanto esperaba.
Me dejó bastante indiferente. Se fueron del escenario y me sentía como mientras estábamos comiendo la empanada al llegar. Se cargaron el solo de Nemesis, el solo que hizo que me metiera dentro del Death y luego dentro del screaming, el resto del concierto me sentí bastante apática, aunque intenté que no fuese así.
Luego le tocaba a Slash. Yo lo siento por quien le guste, pero me parece un tío que está viviendo de su nombre, que se está aprovechando de la fama que le dio Guns n Roses y actualmente solo llama la atención para sacar dinero a costa de ello. Que es muy buen guitarrista y todo, pero puff. Venía con Miles Kennedy, vocalista de Alter Bridge, que me encanta, pero me daba PEREZA, así con mayúsculas, quedarme a verlos. Tras Slash tocarían The Darkness, pero me daba mucha más pereza todavía.
Acabó Arch Enemy y nos fuimos de las primeras filas. Dimos una vuelta por los puestos de merchandising, nos encontramos con gente de nuestro grupo, e intentamos quedarnos a escuchar a Slash desde la lejanía. En realidad yo quería escuchar a Miles, pero entre que solamente había suelo de tierra dura para sentarse, y que había un montón de polvo en el ambiente, además del cansancio de intentar disfrutar los conciertos anteriores, el cansancio nos pudo.
Y nos fuimos a dormir. Yo recuerdo haberme metido en la tienda, pensar en que hacía mucho calor, abrir el saco, poner una pierna dentro del saco y la otra fuera, y nada más.

En ningún momento tuve ganas de llevarme ninguna clase de recuerdo del festival. La cámara de fotos no la llegué a sacar del bolso. No tengo fotos de ningún día en realidad, solamente la foto del escenario antes de Gojira que mandé a twitter, pero lo último que quería en ese momento era llevarme recuerdos del festival. Y ahora me alegro e no haberlo hecho. Revivo esta fin de semana de pérdida de tiempo, incomodidad y decepción constantes porque así queda en el blog y lo puedo releer cuando tenga ganas de volver a meterme en un sitio así.
Mañana cuento el segundo día. No va a ser tan largo, o eso espero.

12 de julio de 2011

Muerto hasta el anochecer

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Siguiendo con mi propósito de ponerme en serio con la literatura otra vez, hago la primera entrada sobre libros que acabo de leer. El primero, y al que probablemente le dedicaría una entrada aunque no me hubiera propuesto esto, es Muerto hasta el anochecer, de Charlaine Harris. Más conocido el libro que empezó la serie True Blood. Realmente no me lo he acabado, me queda el último capítulo, pero como aquí no voy a contar nada que aparezca en él, además de que ya sé lo que pasa, la hago ahora.

Sinopsis.
Unos científicos han inventado una sangre sintética que sirve de sustituto para la sangre humana en la alimentación para vampiros. Los vampiros ya no tienen que matar, por lo que empiezan a querer integrarse en la sociedad. Algunos lo quieren y lo intentan, quieren ser parte de la sociedad, pero otros no, piensan que los humanos son inferiores y no quieren tratarlos como iguales.
Mientras los vampiros empiezan a luchar social y políticamente, en Bon Temps, un pueblo pequeño del sur de EEUU, Sookie, una camarera, conoce a Bill, un vampiro que vivió en ese pueblo como humano, y que quiere volver a él. Sookie, además de camarera, es telépata (ella le llama “mi discapacidad”), y está agotada de tener que poner barreras a su mente para no escuchar todo lo que el resto del mundo piensa. Sin embargo, no puede oír los pensamientos de los vampiros, por lo que estar cerca de Bill es todo un alivio. Bill es todo un caballero, la hace sentir bien, y se acaban enamorando.
Pero al poco de llegar Bill al pueblo, mujeres colmilleras (fangbangers, gente que se acuesta con vampiros) empiezan a morir, pero todo indica que no es un vampiro quien las mata.

Valoración
Sigo la serie día a día desde la segunda temporada. Sé qué va a pasar en el libro, y aún así, me ha enganchado. Ayer tuve que contenerme a la hora de seguir leyendo, para dejar un capítulo para hoy, y así me coincida con subir a Coruña y comprar el siguiente libro. Me quedan 9, tengo para rato :)
Al principio no me convenció que el libro estuviese contado en primera persona desde Sookie. Yo sí creo que tiene una discapacidad, aparte de leer la mente. Y esta discapacidad es obvia así que te metes en su mente y lees lo que piensa. Que si me pongo esta camiseta, que si me ducho y primero le lavo el pelo… a veces se hace un poco pesada con la ropa que se pone y con lo que se maquilla, pero es parte de lo idiota que es. Sookie es el personaje que peor me cae de la serie. Y eso que, después de leer el libro, creo que Anna Paquin es benévola con ella. Para que os podáis hacer una idea.
Me ha gustado mucho el libro, a pesar de todo. Me ha enganchado, y aun sabiendo quién es el asesino, qué pasa después, e incluso cosas que pasan dentro de cuatro o cinco libros, ha habido partes que me sorprendieron. Detalles que en la serie no cuentan, pasajes que se saltan, incluso personajes que cambian respecto a la serie.
Entre estos pasajes destacan algunos que yo hubiera escrito en páginas rojas y con un +18 enorme de fondo cual marca de agua. Si alguien pensaba que la serie era explícita… que lea el libro y se escandalice.
Y un graaan alivio es que no hay historias secundarias, como en la serie. No se nombra ni una sola vez a Tara (que para mí fue un error meterla en la serie), y las historias que se muestran sobre todos los personajes del pueblo. En la serie están perfectas, pero a la hora de leer se harían libros enormes, y con este narrador, serían inviables. El libro se dedica sobre todo a la historia de Bill y Sookie y a los asesinatos, nada más.

Estoy deseando llegar a Coruña para poder comprar los libros siguientes. Me quedan muchos por leer, pero como los lea tan rápido como este, no me van a llegar al próximo verano.
Por lo menos esperé hasta el verano para leerlo, si no, adiós a los exámenes.

Nota:
9 de 10.

10 de julio de 2011

Cosas fugaces

Ahora mismo, estoy acabando de ver la retransmisión en directo del concierto de Slipknot en el Sonisphere UK. Y estoy recordando el concierto que dieron hace un par de años por aquí y al que fui.
Y me acabo de acordar que una semana antes del concierto en Santiago, los vi, también en directo, tocando en el Download.
Y ahora, que vuelvo a verlos, me doy cuenta de que estoy a apenas una semana de ir al Sonisphere. De ver a Arch Enemy, tras tantos años. De escuchar a Gojira en directo. De cumplir la tarea pendiente de ver a Iron Maiden y a Twisted Sister. De escuchar, por fin en directo, a Apocalyptica.
Concierto de Slipknot por internet, concierto en directo inolvidable a la semana.



Sigo pensando que quiero hacerme un mono como los suyos. Y así como encuentre un sitio que venda monos de obrero de mi talla, me lo haré.

8 de julio de 2011

Listas de libros

Lecturas año 2011 (orden cronológico)
Entrevista con el vampiro, Anne Rice (Placer)
Sin noticias de Gurb, Eduardo Mendoza (Placer)
Drácula, Bram Stoker (placer) (pendiente de reempezar)
Romancero viejo (3º)
Obra completa, Jorge Manrique (3º)
Antoloxía do conto galego do século XX, VVAA (Placer)
Aspectos de la novela, E. M. Forster (3º)
Dime algo sucio, Diego Ameixeiras (Placer)
O cidadán do mes, Diego Ameixeiras (Placer)
La Celestina, Fernando de Rojas (3º)
Cárcel de Amor, Diego de San Pedro (3º)
Poesía completa, Garcilaso de la Vega (3º)
Vespera, Anselm Audley (pendiente de reempezar)
María, Jorge Isaacs (3º)


-A partir de aquí, obras ordenadas alfabéticamente por el apellido del autor-

Libros que quiero leer
Asasinato no consello nacional, Diego Ameixeiras
Dime algo sucio, Diego Ameixeiras (traducción)
La elegancia del erizo, Muriel Barbery
Nada, Jane Teller


Libros cursos pasados
La Regenta, Leopoldo Alas "Clarín" (2º)
Lazarillo de Tormes, Anónimo (1º-2º)
El libro de buen amor, Arcipreste de Hita (3º)
Confabulario, Juan José Arreola (2º)
La vida es sueño, Calderón de la Barca (2º)
Noches lúgubres, José Cadalso (2º)
Entremeses, Miguel de Cervantes (2º-3º)
Aspectos de la novela, E. M. Forster (3º)
Poesía completa, Garcilaso de la Vega (3º)
Peribáñez y el comendador de Ocaña, Lope de Vega (2º)
Tres sombreros de copa, Miguel Mihura (2º)
El sí de las niñas, Leandro Fernández de Moratín (2º)
Resistencia en la tierra: I y II, Pablo Neruda (2º)
Tercera residencia, Pablo Neruda (2º)
Cárcel de Amor, Diego de San Pedro (3º)
Don Álvaro o la fuerza del sino, Duque de Rivas (2º)
La Celestina, Fernando de Rojas (3º)
Sonata de primavera, Valle-Inclán (2º)
Los heraldos negros, César Vallejo (2º)
España, aparta de mí este cáliz, César Vallejo (2º)
Estragos que causa el vicio, María de Zayas (2º)



Libros pendientes de otros cursos
Cuentos, Jorge Luis Borges (2º)
Historia de una escalera, Buero Vallejo (2º)
Soldados de Salamina, Javier Cercas (2º)
Cartas marruecas, José Cadalso (2º)
Rayuela, Julio Cortázar (2º)
Juan José, Joaquín Dicenta (2º)
El diablo mundo, Espronceda (2º)
Cuentística, W. Fernández Flores (2º)
La muerte de Artemio Cruz, Carlos Fuentes (2º)
La casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca (2º)
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (2º)
El señor de Bembibre, Gil y Carrasco (2º)
El drama del palacio deshabitado, Gómez de la Serna (2º)
Aire de fuera, Linares Rivas (2º)
Fuenteovejuna, Lope de Vega (2º)
Si dicen que caí, Juan Marsé (2º)
Últimas tardes con Teresa, Juan Marsé (2º)
La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza (2º)
Beatus ille, Antonio Muñoz Molina (2º)
Doña Perfecta, Benito Pérez-Galdós (2º)
Fortunata y Jacinta, Benito Pérez-Galdós (2º)
Lo prohibido, Benito Pérez-Galdós (2º)
Los pazos de Ulloa, Emilia Pardo Bazán (2º)
Juego de noches, Paloma Pedrero (2º)
La tabla de Flandes, Pérez-Reverte (2º)
El Llano en llamas, Juan Rulfo (2º)
Luces de bohemia, Valle-Inclán (2º)
Tirano Banderas, Valle-Inclán (2º) (ya la vi representada)
Asesinato en el Comité Central, Manuel Vázquez de Montalbán (2º)
El mal de montano, Enrique Vila Matas (2º)


-De 3º tengo que encontrar las listas completas de los libros a leer, las quitaron del acceso online ¬¬'-
-Hay muchos libros de 2º, sobre todo novela, en los que solamente nos mandaron trabajar con fragmentos, pero los apunto como no leídos porque quiero releerlos, pero enteros-

7 de julio de 2011

Vamos a ponernos serios

Cuando era pequeña se me conocía como una niña que leía mucho. En mis cumpleaños, casi lo que más agradecía, eran libros. Me regalaron muchos y los disfruté (casi) todos. Todas las noches, antes de dormir, nadie me quitaba mi hora de lectura, y devoré muchos, muchos libros. Cuando me quedé sin libros en casa, tiré de la biblioteca municipal y me peiné casi entera la estantería de juvenil.
Pero luego entré en la carrera. Se supone que me iba a gustar toda la literatura, que iba a disfrutar con los libros. Y en 3º, de 6 asignaturas de literatura que he tenido, solamente tengo aprobadas 2. Cada vez odio más las asignaturas de literatura en perspectiva histórica, no me gusta nada el enfoque que le dan y la manera de impartir las clases.
Descubrí en la carrera, además, que libro que me mandan leer, libro que paso a odiar. Cada cuatrimestre puedo tener unos 20 libros de lectura obligatoria, de los cuales acabo leyendo 4 ó 5 como mucho, y por obligación moral.

Al entrar en la carrera, dejé de leer. Pasé de leer unos cuatro libros al mes, dependiendo del tamaño, a no leer nada. No hay nada que me dé más pereza que ponerme a leer los libros de clase (con plazos además…), y teniendo tales listas de libros pendientes, no me queda la conciencia tranquila si me ponía a leer libros que me apetecían. Así que pasé a leer poco.
El curso pasado, me di cuenta de que estaba perdiendo el hábito, y para un poco obligarme a hacer las lecturas obligatorias, puse la barra lateral en el blog sobre los libros pendientes. Avancé bastante más de lo que pensaba, y para este curso hice lo mismo, pero añadí la lista de “libros que leí por mi cuenta”. Sin darme cuenta, tengo varios apartados larguísimos en el blog solamente sobre libros. Y como la cosa se desborda, esta mañana me propuse cosas:

1)Pasar esas listas a una entrada de blog que vaya actualizando periódicamente. No creo que nadie lea la barra de todas maneras.

2)Este verano, obligarme a leer libros que me apetezcan. Empieza a ser momento también de empezar a preparar mi investigación de doctorado (:D ya hablaré sobre eso en otro momento xD) y ahora tengo tiempo para leer todo lo que llevo meses acumulando en estanterías pero no me puse a leer por el cargo de conciencia de tener cosas de clase.

3)Voy a intentar hacer entradas en el blog sobre los libros que vaya leyendo. Hace mucho que no escribo literariamente, y creo que esta puede ser la manera de volver a introducirme poco a poco. Con el punto 2 me vuelvo a poner en contacto con la literatura que me gusta, y este puede ayudarme a dar el paso a crear de nuevo.

Así que tras esta reflexión que a mucha gente le dará igual, pero que yo necesito verbalizar, me pondré a hacer listas de libros. Tengo la lista de libros de clase leídos, los pendientes (creo que voy a decir de qué curso son también, para situarme un poco xD), los que leo por mi cuenta, y los que quiero leer, además de la entrada en la que voy apuntando los que quiero conseguir y cuando los consigo (por cierto, conseguí un par de ellos ya :D). Estoy pensando que los que vaya leyendo puedo ir calificándolos ligeramente, por si alguien le llama la atención el título y quiere ver de qué van. Aviso que los de clase no van a tener buenas calificaciones, que los odie por motivos profesionales no significa que no sean buenos libros (es más, si los tengo que estudiar en la carrera es porque son buenos xD).

Si veis pronto listas de libros y libros y libros, es por esto.

6 de julio de 2011

Primera semana de verano

Más de una semana sin actualizar. Y la verdad, ha pasado sin darme cuenta, de todas las cosas en las que he estado metida, no me di cuenta hasta esta mañana de que hacía tiempo que no entraba al blog. Leo los blogs que sigo todos los días, pero no me había parado a escribir.

El 29, por fin, pude tener mi San Pedro. Tenía muy, muy clavada la espinita del año pasado, y no podía perdonarlo esta vez. Así que el 28 por la tarde vino mi padre a recogerme a mí, a David y a un montón de cajas, y nos fuimos a casa. El 29 no existió nada más que el churrasco, las brasas y el monte. No hubo separaciones de compañeros de piso, fianzas, mudanzas, veranos, ni nada. Churrasco, churrasco. Y unos brownies para morir de lo buenos que estaban de postre.

Pero se acabó pronto el día. El 30 por la mañana, pese a que aún se sube al monte a comer, las sobras esta vez, David y yo nos subimos a un bus para volver a Coruña. Habíamos quedado con la casera para devolverle las llaves y la fianza, y para acabar de bajar cajas. Llegamos cerca de la hora de comer (dos horas interminables de bus…) y pasamos la tarde acabando de limpiar el piso y de recoger lo que quedaba. A las 5 de la tarde vino la casera, le dimos las llaves, nos dio las fianzas, y nos despedimos de los otros compañeros de piso. Mi padre iba a venir cerca de las 8 de la tarde, así que me puse a buscar números de pisos. Tenía unos pocos números anotados, y la mayor parte de ellos ya estaban alquilados. Pero había un señor que me dijo que sí, tenía una habitación libre. Quedamos para ver el piso.
Este año no podré alquilarlo, y mientras esté estudiando, no lo podré hacer, porque económicamente se sale de lo que puedo pagar. Pero me voy a guardar el número del señor, porque cuando esté currando y pueda pagármelo, quiero vivir ahí. Ese piso tenía cuatro habitaciones, y el señor unió dos y dos para crear dos habitaciones enooormes, con sala de estar cada una. La que me enseñó daba a la calle con un ventanal enorme, completamente amueblada (tele, DVD, TDT, lamparita típica de sala de estar incluidas), y un dormitorio con dos camas y armario. Increíble el sitio, pero para una estudiante se pasa del presupuesto (dentro de lo que sería otra ciudad estaría baratísimo, y dentro de Coruña no es caro, pero estaba buscando cosas más baratas xD). Además, baño propio y una cocina apañada. Me guardo el número para próximos años xD

Volví a casa el 30 por la noche, y el 1 le pedí permiso a mi padre para volver a Coruña por el fin de semana. Era el cumple de David (^^) y me gustaría pasarlo con él. Después de protestar (como siempre), el 2 por la tarde volví a meterme otras 2 horas de bus. Salimos el sábado, descansamos el domingo y el lunes nos fuimos al Marineda medio de rebajas, medio de paseo. Tras 6 horas dando vueltas por allí y piquetas nuevas para el Sonisphere, otras dos horas de bus para volver a casa.

Fue el primer fin de semana que dejé sola a Sally en casa. La había dejado sola un par de veces, una de ellas a la semana de adoptarla, cuando todavía no sabía nada, y tampoco le había dicho nada a mi padre, y se la dejé a Iris durante el fin de semana que me venía a casa. Y luego, durante conciertos esporádicos, una noche sola nada más (salir el viernes por la tarde y volver el sábado para comer). Pero desde que me tiene confianza y me conoce, nunca la había dejado sola. Y mucho menos con mi padre, al que le tiene tanto miedo.
Pero de esto y la recepción que me hizo hablaré en otra entrada xD

Y hasta ahora poco más. Me apunté al reto/tejijuntas que puse en el otro blog, y tras 6 horas de ganchillo casi ininterrumpido, solamente me falta una pata para acabar el pingüino. Luego le haré fotos, junto a más cosas.

Y en estas cosas he pasado la semana. Lo más resumido de la historia del blog, creo xD
Y también creo que vuelvo a tener trabajo este verano, clases a repetidores otra vez, pero it’s something. Pero todavía está en fase “le diré a su padre que le vaya comentando si le interesa…”, no hablé con nadie en serio todavía. Pero un alumno interesado de momento hay. 2º de bachillerato, miedo me da, pero, de nuevo, it’s something.

Más próximamente, fotos de cobayas y esas cosas azucaradas que vez en cuando hago :D