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11 de enero de 2010

¿Mi último día de autoescuela? - Diario 24

Después de unos meses dando vueltas con el coche de la autoescuela, ni hace todavía 15 días que el profesor me dijo que estaba lista para ir a examen. Mandamos los papeles, miramos fechas, y mañana, por fin, voy a examen.
Todos los exámenes de los que he oído hablar que se hacen en Coruña, parten de una cafetería que hay cerca de la fuente de Pajaritas cerca de las 9 de la mañana, a veces a las 9 y media. Me viene bien, porque vivo cerca de la fuente de Pajaritas y haciendo el examen a las 9 de la mañana puedo ir a clase, aunque la primera empieza a las 9 y media, seguro que a las siguientes podría ir.
Pues no. No sé por qué tenemos que ser distintos. Nos dieron un examinador que está haciendo otros exámenes nosédónde, en un polígono industrial por ahí, y tenemos que ir junto a él, a recogerlo a las 12 del mediodía. Así que ni puedo ir caminando a hacer el examen ni puedo ir a clase. Somos 5 a examinar, con una media de 15 minutos por examen… no, no llego a ninguna clase.

En parte, tengo ganas de hacer el examen. Dejarme de autoescuela, dejarme de andar pendiente de horarios para hacer prácticas, y, sobre todo, de subir a las 8 de la mañana en vacaciones para volver a las 5 de la tarde y perder medio día para conducir una sola hora por Coruña. Que se acabe de una vez. Quiero subir, saludar a examinador, encender el coche, hacer el examen, que esté aprobado, bajar del coche y olvidarme de prácticas y de autoescuelas, y de estar pendiente del teléfono para que me llamen.
Pero por otra parte, tengo miedo. Sé que por mi parte el examen va a estar bien. Sé conducir, y si el examen se hiciese en un circuito cerrado, yo sola, sé que estaría aprobada (salvo caso extraño). El problema que tengo son los otros coches. Hay mucho cafre y mucho chulito que se piensa que la carretera es suya por las calles de Coruña. En cualquier momento me puede salir un gilipollas de un cruce, saltándose las preferencias y joderme el examen. En cualquier momento se me puede cruzar un bus y no poder rebasarlo, y estar todo el examen detrás –suspenso casi fijo. Y, como me pasó en la última práctica, en la de hoy, que algún iluminado ponga los intermitentes al revés.
Cuando conduzca yo sola nada de eso va a ser un problema, porque si tengo que frenar, freno; si tengo que gritarle todo lo que pienso de él a algún gilipollas se lo grito; si me equivoco de camino y en vez de ir a la izquierda voy a la derecha, doy la vuelta; y si tengo que cruzar una línea continua para rebasar a un autobús lo hago. Pero con el examinador al lado no puedo hacer nada de eso.

Ahora, solo tengo que rezar mucho, mucho, mucho, para que me toque un examinador que sea decente, y que no me suspenda porque me queda una convocatoria por gastar, ni que me meta por sitios extraños, ni sea un idiota en general. Tampoco pido a un buenazo que me enfile por una carretera recta y a los cinco minutos me mande parar el coche a la derecha y me apruebe (que a una en diciembre se lo hicieron xD). Con una persona normal me llega.

Hasta mañana, que, apruebe o no apruebe, no voy a poder sacarle foto a la L. Me dejé la cámara de fotos en casa, pero fundamentalmente porque tengo que ir a recogerla a la autoescuela, y la autoescuela está a 100km.


PD: El examen que hice en diciembre de Literatura II, aquél que tení las mismas preguntas que el de septiembre... vi la nota hoy. Y está aprobado :)

2 comentarios:

Anice dijo...

suerte!! a mi todavia m keda mucho ;O;
animo animo *O*!!

Isi G. dijo...

Mira que bien!!! Eso es un aviso, mañana verás qué bien lo haces =D

Mucha suerte guapa^^