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23 de noviembre de 2011

Melibea

Melibea es el motor que mueve la obra de La Celestina, pieza teatral atribuida a Fernando de Rojas escrita en el siglo XVI. Digo atribuida porque se duda en los círculos especialistas que el nombre que firma el manuscrito sea el nombre del autor real. Se le ha intentando dar nombre a este señor que ha firmado con el nombre de otra persona, y explicar el por qué pero, como en casi todo dentro de la Literatura y la Filología, no hay consenso.
Melibea es uno de los personajes protagonistas de la obra. Es una chica joven, de la que se enamora Calisto, y por la que se pone en marcha la obra. Calisto la ve un día, se enamora de ella, y la obra cuenta el proceso de “cortejo” y posterior amor secreto entre ambos, hasta que, trágicamente fallecen.
De Melibea podemos decir que es una chica un poco... parada. No tiene demasiadas luces, es inocente y crédula. Es desobediente y no tiene cuidado por su honor, dejando pasar a Calisto a su casa, a su habitación, y dormir con él cuando no eran más que amantes. Se deja llevar bastante por los acontecimientos (Calisto quiere ligar con ella, se deja ligar; Calisto quiere quedar con ella en el jardín, acepta quedar), y la única acción que emprende por propia voluntad es tirarse de un balcón y matarse.
Físicamente no se sabe realmente cómo es. No aparece descrita en las acotaciones, por lo que tenemos que fijarnos únicamente en las descripciones que hacen de ella los personajes. Por una parte, tenemos la de Calisto, la que describe como la mujer más bella y hermosa que haya visto nunca, siguiendo el ideal renacentista de piel clara y suave, grandes pechos y así. Pero por otro lado, tenemos la descripción de Elicia y Areúsa, un par de chicas de descuidada moral que viven con Celestina. Ellas la describen como una chica normalita tirando a fea, pero ¿pero lo dicen por envidia porque todos los hombres de la escena la están alabando, o es Calisto el que está cegado por el amor?

Y que tras escribir todo esto de memoria tenga suspensa Literatura V...

Pero yo no venía a hablar de esta Melibea. Vengo a hablar de otros Melibea. Unos Melibea que pensé extintos y que me han dado la alegría de la semana. No voy a decir que me han dado la alegría del mes porque aún quedan muchas cosas por pasar hasta que llegue diciembre, pero ha sido de las grandes alegrías.
Melibea son un grupo entre rock y metal de Madrid. Son parte de mi infancia musical, de cuando ya sabía cómo descargar música y qué era una maqueta. No recuerdo cómo los descubrí ni exactamente cuándo, pero sé que tenía la maqueta “A dos cubatas” descargada y la escuchaba bastante. Recuerdo que me daba pena que tuviera ese sonido de maqueta, porque el grupo era bueno. Recuerdo que me gustaban sobre todo las letras, que las veía bastante cuidadas (para lo que sabía de letras de aquella...).
Con el tiempo, no sé cómo, perdí la maqueta. Supongo que en algún formateo inesperado, en el que se perdió el resto. Pero ya no tuve manera de recuperarla, su página web no me funcionó nunca bien xD
El año pasado, o hace dos, no sé cómo, me acordé de ellos. Quise investigar un poco cómo les había ido, pero no encontré nada. Y con nada me refiero a que era como si no hubiesen existido. Como lo último que sabía de ellos era que tenían la maqueta, supuse que se habían disuelto sin más. Lo dejé estar, con pena.
Y mi sorpresa cuando hace unos días, buscando documentación para una noticia para DrinkTim, a un margen de la página que estoy comparando, me encuentro “nuevo disco de Melibea”.

QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?



Pues sí. Melibea, que estaban ya casi relegados a una esquina de mi memoria, volvieron de golpe a mí. De casualidad, como me pasan todas estas cosas últimamente.
Resulta que sí existen. Y que suenan mejor que nunca. Pero nunca de los nuncas, por encima de muchísima gente con muchos más discos y productores y márketing. Además de poder ver el vídeo del nuevo disco (el segundo, sacaron uno mientras yo no miraba) tienen el disco en descarga completamente gratuita desde su web, www.melibea.es. También se puede comprar en formato físico (un pendrive) a un precio irrisorio.
Me aproveché un poquito de The Drink Tim y me puse en contacto con ellos, para promocionarlos un poco. Me contaron un poquito de su vida, y es normal que yo no los encontrase cuando los busqué, porque estaban en medio de un parón de un par de años.
Y aquí estoy, enganchada completamente al disco, amando casi todas las canciones, las guitarras, las voces, y lo majos que han sido al hablarme por Twitter cuando los nombré.
Por supuesto, ya que es gratis y suenan que te cagas, animo a todo el mundo a descargar el disco y a probarlos. Pero todo esto mejora cuando te enteras de que el disco está completamente autoproducido: ellos lo escribieron, lo tocaron, lo mezclaron, lo arreglaron y lo masterizaron. Pero por encima también han hecho ellos mismos la carátula del CD, y que ellos mismos se hicieron el videoclip.
Yo sigo alucinada, y disfrutando del disco como de pocos últimamente.


Me espera una semana musical. El jueves veré a Turisas en directo (tras atrasar el concierto de mayo, parece que pasó una eternidad desde entonces), el viernes a La Fuga y Tregua (con alguna sorpresa por el medio, crónica incluida), y el sábado, si nos da el atrape, nos acercamos por la Filomatic a ver un par de grupos locales.
Conciertos, conciertos eveywhere.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Habrá que oírles, pues :) Aprovecharé mañana (sin sueño, que esté despierta y eso) para bajármelos y escucharles :)

Besotes^^