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19 de septiembre de 2011

Rock in Way - Tras las cámaras

Tengo cosas pendientes que colgar, y un montón de fotos que seguro que os morís por ver (seguro, ya xD).
Como ya hace una semana y no voy a ponerme a contar qué tal fue el Rock in Way minuto a minuto, así que creo que solamente destacaré mis problemas con la organización y mi impresión general del festival. No voy a contar banda por banda, para eso está The Drink Tim, donde también habrá fotos.

Yo no esperaba que me dijesen de ir al Rock in Way. Me curré las acreditaciones como hice con el Brincadeira (incluso menos) y creí que estaba recibiendo el silencio que me dieron en Ordes. Estuve siguiendo el nacimiento de la nueva edición del Brincadeira desde el momento que vi el primer cartel en la calle, y tras varios meses de ir poniendo todas las novedades así como me iba enterando de ellas, cuando pedimos las acreditaciones, recibimos una bandeja de entrada vacía. Tras repetir el mail el jefe como unas 4 veces y yo otra traducida al gallego (no fueran a ser un poco maniáticos) aún hoy no tuvimos una sola respuesta que dijese “no, lo sentimos, no podemos/queremos acreditarte”. Creí que con el Rock in Way iba a ser algo parecido.
Con la diferencia de que los del Rock in Way dijeron que comunicarían a todo el mundo por escrito que sí se las daban o no se las daban el día 2 de septiembre. Llega el 2, llega el 3, y no tengo ningún mail, ni confirmando ni negando. Las doy por perdidas y me enfado porque pensé que iban a pasar tanto de mí como con el Brincadeira. Pero, sorpresa, el 5 tengo un mail que me dice que sí, estoy acreditada, pero solo como redactora. Puedo entrar y tengo acceso a una carpa de prensa con mesas, wifi y diferentes comodidades, pero no puedo acceder a los fosos para sacar fotos.
Pero parte de mi trabajo es sacar fotos, así que tendría que currármelo un poco más.
Organizamos todo para ir casi el día antes, David compró la entrada en taquilla en el momento de llegar porque no dio tiempo a comprarla anticipada. Llegamos a Santiago temprano, comimos allí, dejamos todo en la pensión a la que vamos siempre (no volveremos en un tiempo, la tía se subió a la parra con el precio un montón) y a las 4 y media estábamos llegando al recinto en el Monte do Gozo, cuando empezaban los conciertos. En la caseta donde daban las pulseras a los acreditados pregunté por dónde entrar. Me dijeron que por la puerta como todo el mundo. En la puerta me dijeron que esa era la pulsera del camping y necesitaba también la de entrada. Les dije que era de prensa; me dijeron que los de prensa entraban por detrás.
El bus nos había dejado bajo una cuesta antes del recinto, y para llegar, tuvimos que subir caminando esa cuesta. Ahora me tocaba subir otra. Salí del recinto, con mi bolso y mi cámara de 2kg al hombro, y seguí subiendo cuestas. En la primera entrada, donde había seguratas, pregunté si podía entrar por allí. Me dijeron que no, que era un poco más arriba. Seguí subiendo, hasta dar con el siguiente. Me dijo que sin la tarjeta no me podía dejar pasar. Necesitaba pulsera y tarjeta, y solo tenía tarjeta. Me dijo que volviese con los seguratas de abajo, que tenían walkies y podían llamar a alguien a ver qué hacían conmigo sin hacerme bajar para luego volver a subir. No llamaron a nadie, me mandaron de vuelta para taquilla.
Llego a taquilla, les comento que no me dejan entrar, y me dicen que no me corresponde tarjeta, que entre por la puerta normal. Voy por la puerta normal (otra vez) y me dicen de nuevo los seguratas que es la pulsera del camping. Les digo que es de prensa y que los de taquilla me dicen que entre por allí. Paso el primer control sin cacheos. Llego al segundo control y me dicen que qué clase de pulsera esa esa xD Les digo que de prensa y me vuelven a dejar pasar, sin cacheos.
Cámara dentro del recinto.
Como no tengo internet en el móvil ni en el piso, quiero entrar a la zona de prensa a comunicarme con el jefe, decirle que estoy dentro y que tengo la cámara. Pero ¿dónde está la zona de prensa? Tras varios conciertos formados por grupos casi desconocidos y un público que no llega a las 200 personas de lejos, decido ponerme a buscarla. No tengo ningún plano ni clase de información para saber dónde está, así que voy a una zona un poco apartada, que está vallada y parece que tiene mesitas, sombrillas y sillas dentro. Le pregunto al de la puerta y me dice que esa es la zona VIP, que no sabe donde está la zona de prensa, pero que cree que está bajo el escenario 1, se entra por la izquierda. Voy para allí, y a la izquierda del escenario 1 hay un segurata.
Le pregunto si la zona de prensa es allí, y me dice que sí. Pero que sin tarjeta no me puede dejar pasar. Le explico que no quiero ir al foso, solamente a la zona de prensa que está bajo el escenario, y que no tengo tarjeta porque no puedo hacer fotos en los fosos. Me dice que sin tarjeta no puede dejar pasar a nadie.
Vuelvo a taquillas. Les digo que quiero ir a la zona de prensa pero que sin tarjeta el segurata no me deja pasar. Lo llaman por walkie y le dicen que deje pasar a la niña, que si no va al foso puede pasar.
Vuelvo al escenario 1. Ahora suena fácil, pero para llegar al escenario 1 hay que subr medio monte, no es una coña andar subiendo y bajando ese recinto a cada poco. Voy a ver al segurata y le pregunto si le llamaron para que me dejase pasar. Me dice que no, que no le llamó nadie. Habla con un tío que andaba por allí al que acababan de llamar. Dice que no le llamaron, pero que la zona de prensa sí está allí, pero sin tarjeta no puedo pasar. Se me empiezan a subir los calores.
Pasa un cámara de televisión por allí, con tarjeta y pulsera. Le preguntamos entre los seguratas y yo dónde está la zona de prensa, y dice que sí, que bajo el escenario, con wifi, mesas y sillas y así. Pero me dicen que sin tarjeta no puedo pasar. Pasa una de la organización por allí. “A ver, qué problema hay”. Le cuentan por encima, dice que sin tarjeta por allí no puedo pasar, y cuando vuelvo a decir por milésima vez que no quiero ir al foso, que solamente quiero ir a la zona de prensa, dice secamente “es que la zona de prensa no está ahí”. Que la zona de prensa está a la izquierda del escenario 2. Pues no, mona, a la izquierda del escenario 2 hay una carpa de Gadis donde te regalan una camiseta si posas con una gaita. Les digo que lo dejen, que da igual, que ya no quiero ir, y me doy la vuelta.
Agotada me dejaron. Sobra decir que nunca llegué a pisar esa supuesta zona de prensa. Cuando twittée al día siguiente fue gracias a que comimos en un Burguer King con wifi, porque el festival no colaboró conmigo en ningún momento.

Cuando volvía a conectarme a internet, el lunes o martes desde la Facultad, vi que tenía un mail de la organización del día 8 por la tarde, es decir, horas antes de que empezase el festival, con “información útil.” Cómo acceder a esa zona de prensa, e instrucciones para los que iban acreditados como fotógrafos, que, por lo que estuve leyendo, los putearon más a que mí (tener el móvil siempre disponible para convocarlos a reuniones previas a conciertos para instrucciones con 10 minutos de antelación y cosas así). Mirando el plano con el dibujo, el sitio por el que dice que se va a la zona de prensa no había ninguna puerta. Está en mitad de la valla del primer escenario, y donde señala la flecha que luego se mete al camino por el que quería ir yo había un cartel enorme de salida de emergencia.
Por lo que acabé deduciendo que con la acreditación de redactora puedo ir a la zona de prensa, pero no cruzar la puerta que me lleva al camino que me lleva a la zona. A lo mejor esperaba que supiera volar para llegar justamente a la puerta de la zona de prensa sin pasar por la puerta del escenario 1, pero la verdad es que no lo sé.

Qué no decir del resto del primer día que no haya dicho ya. De ahí a un rato fuimos a ver a los de Sôber, luego tuvimos el concierto... luego llamé a Isa durante The Offspring, vimos un cacho de Bad Manners, hicimos una cola kilométrica para conseguir una hamburguesa cara como el oro, vimos otro cacho de Bad Manners y nos fuimos a dormir.
Sigo soñando con el concierto, se me va pasando la tontería que me entró, pero sigo pensando en él, y en ellos, y cuando estoy en mi escritorio sigo sacando la púa de la bolsa de las púas para volver a mirarla.

El segundo día sí que fue de risa. Llegamos cuando los primeros estaban acabando de tocar (hip hop made in santiago y no eran Dios ke te crew, así que no me interesaban mucho), yo sigo con mi libreta, mi cámara, mis paseos para hacer las fotos esquivando cabezas y lo que estuve haciendo el día anterior. Empieza el concierto de Las Pelotas, falta un poco para Siniestro Total, y el sitio por fin parece que va teniendo algo de gente, imagino que sobre todo argentinos o hijos de argentinos que hayan escuchado Las Pelotas en casa. Hago mi ronda de fotos cuando el concierto está mediado, y estoy acabando de sacar las fotos que quería, cuando uno de los seguratas me llama al frente de las vallas. Me dice que no puedo sacar fotos. Le digo que tengo pulsera de prensa, pero no tarjeta. Es decir, no puedo sacar fotos desde el foso, pero nadie me dijo que no podía sacar fotos desde otros sitios. Me dice que solo se pueden sacar fotos a los conciertos desde el foso y solamente las 3 primeras canciones de cada grupo. Lo mando a la mierda mentalmente y me voy a sacar fotos desde la grada pero con el tele. Seguí sacando fotos lo que quedaba de festival, pero como el tío ya me conocía de la movida de la puerta, tuve que ir escondiendo la cámara o hacerlas desde la grada. Justo cuando empezaba a cogerle el punto al autoenfoque.

Que recuerde ahora, mis desencuentros con los del festival por el tema de prensa se acabaron ahí. Podría haber seguido intentando entrar en la zona de prensa (luego me enteré de que tenían bebidas frías dentro, además de sitios donde tipo Last Tour, porque en el Sonisphere también te clavaban eso).

La organización dice que hubo allí dentro 14.000 personas cada noche. Me río yo de las 14.000 personas. Creo que 14.000 personas eran las que estaban abajo en Santiago. Durante toda la tarde del viernes estuvimos casi solos allí arriba. La gente que veías pasar tenía pulseras de prensa, VIP, músico o trabajador del festival. Poca gente había hasta por lo menos las 7 de la tarde (puertas abiertas desde las 4) que llevase la pulsera del bono. Antes de Sôber tocaron Riff Raff y empezaba a haber ambientillo (solamente ambientillo), durante el concierto de Sôber estaba yo en segunda fila (había una tía con un tío en primera fila guardando sitio para The Offspring desde las 5 de la tarde), pero por detrás tenía un hueco increíble. Durante y tras Sôber sí se empezó a ver gente, y cuando empezaron The Offspring aquello ya estaba lleno. Pero Sôber empezaron a las 9 de la noche, y para llevar 4 horas abierto el festival, a mí me parece un poco triste.
El día siguiente se libraron porque pusieron a Siniestro Total a las 6 de la tarde, y hubo gente (la conozco) que fue solamente a ver a Las Pelotas y a Siniestro Total, que tocaron uno casi detrás del otro. Siniestro Total llenaron el escenario 1 y gran parte de la grada, y la gente ya se quedó. Pero no se veía a la gente viendo los conciertos, estaban tirados en la hierba, en plan “ya que estoy aquí...”. Sí hubo lleno para ver a The Specials y dicen, porque nosotros nos fuimos antes, agotados, que también hubo lleno para ver a The Toy Dolls. Dicen que hubo más gente que el primer día, pero yo noté alguna menos.
Yo no veo este festival como un éxito. Veo que la han cagado con la elección de algunos de los grupos, y que “apostar por el rock gallego” no es poner todos los grupos gallegos de 4 a 9 de la noche y a partir de ahí a los llamativos. Porque pasa lo que pasó el viernes, que la gente llegó para ver a The Offspring y pasaron completamente de Dirty Socks (que pese a que no me gusta de qué van, tienen pinta de tener buen futuro), Los Chavales, Niño y Pistola o Igloo (éstos sí me gustaron mucho). Novedades Carminha el segundo día tuvieron algo de público, pero quizás no todo el que merecían, y para el festival que era, The Blows podían haber dado un conciertazo, y estaban casi solos.
La entrada final se puede haber acercado a las 14.000 (yo diría 10.000 como mucho), pero es una entrada falsa, porque esas “14.000” personas fueron a ver a The Offspring, no a asistir al festival.

Como resultado, estoy todavía más cabreada con Last Tour, ZircoZine (la otra promotora que organizó aquello, quien llevó el tema entradas y acreditaciones) están agotando oportunidades antes de que les declare la guerra como a Last Tour, tengo algunas fotos decentes, muy poca práctica más sacando fotos, y tengo un par de fotazas de Sôber esperando para ser impresas. Además de la púa, de estar todavía en las nubes por haber estado hablando con ellos y así.
Y bueno, me llevo el convencimiento de que no quiero volver a ningún festival organizado por Last Tour. No como público (eso lo decidí así como entré en el Sonisphere), pero tampoco como prensa.

Por cierto! Tras el concierto de In Flames, y viendo lo que pasó en el Rock in Way, quiero que me regaléis (alguien o entre varios) una tarjeta por Navidades. Quiero, por una vez, tener una tarjeta. Me da igual qué ponga, solo quiero que tenga forma de tarjeta, esté plastificada y tenga un agujero para colgar. El colgador ya me lo buscaré yo. Quiero que alguien me confíe una tarjeta por una vez.


Añado: la crónica y las fotos ya están publicadas en: http://www.thedrinktim.es/index.php/cronicas/4752-rock-in-way Espero que os guste (sobre todo las fotos xD)

1 comentario:

Isi G. dijo...

Plastificarla cuesta cuatro duros, eso te la haces en un momento con el logo de la web y ya está xDDD Soluciones cutres a problemas que no quieren solucionar jajajaja

Un beso y gracias por esa llamada^^