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30 de enero de 2012

Los héroes

Creo a que a estas alturas todo el mundo sabe lo que pasó en la playa de Riazor el jueves por la noche. La difusión por internet ha sido enorme, y aunque no tengo tele y no pude ver nada, supongo que por televisión también.
Un Erasmus borracho se tiró al mar, y detrás de él a buscarlo fueron un chico tres policías. El chico consiguió salir del agua, y solamente han encontrado hasta ahora a uno de los policías.
Se han dicho muchas cosas y se está desbarrando mucho por internet (ya digo que la tele no puedo verla), y quiero dar mi punto de vista, como alguien que ha vivido con un pie en el mar desde que nació.

Soy de un pueblo pequeño, costero y pesquero. No sé gran cosa del mar, pero visto lo visto estos días, creo que lo conozco algo más que la mayor parte de la gente que está hablando por ahí.
Concretamente soy de un pueblo de la Costa da Morte. No se sabe si se llama así por la cantidad de personas que mueren en el mar cada año, por la enorme cantidad de naufragios que hay (no sé si algún año la tasa de naufragios más alta del mundo, pero tiene que ser de las más altas), o como dicen los más poéticos, se llama así por las puestas de sol.
El caso es que desde pequeña he estado en contacto directo con gente caída al mar, gente perdida en el mar, naugrafios, temporales y barcos. Todos los años embarranca un barco en unos 40km a la redonda de donde vivo yo, todos los inviernos escuchamos los helicópteros buscando a gente que se cae de las chalanas o los pesqueros… y todos los veranos muere algún peregrino llevado por las olas.
Ya me contó mi padre hace unos años que antes de casarse él que una pareja de recién casados decidieron ir al Cabo Fisterra a sacar las fotos de la boda, antes de ir a comer. Bajaron a las rocas con el fotógrafo, y quisieron sacarse fotos con las olas por detrás. Vino la primera ola, y ya no volvieron a comer con la familia.
Todos los veranos un peregrino hace lo mismo, fotos a las olitas, fotos a las olitas, voy a tocar las olitas, y luego hay que ir a buscarlo con el helicóptero. No hablemos de las fiestas desfasadas que está habiendo, concretamente la Barca de Muxía, donde hace un par de años un borracho fue a mear al mar, perdió el equilibrio, cayó al agua, y lo encontraron pasada una semana. O el señor que este pasado San Juan también murió por bañarse en Riazor de noche (y no había temporal ni olas).

Todas estas historias tienen algo en común: lo que se cae al mar en temporal, no vuelve. Por eso yo no trato de héroes a los policías que se tiraron tras el chaval el jueves.
Primero, esa noche fue horrible. Estuve despierte hasta las 3 y pico y llovía, hacía viento… y oficialmente había alerta naranja. El mar en esa playa no suele estar en calma, no me quiero imaginar con temporal. Segundo, era de noche. Por la noche el mar es intratable, es oscuro, frío, y todavía más mortal que de día, porque no hay manera de orientarse.
El chaval, borracho, no sé por qué, se acercó, con la mala leche que tenía que tener el mar. Que aunque sea oscuro, está en la mitad de la ciudad, desde el paseo se ve perfectamente el estado del mar y las olas. El chaval se cae, y los policías no tienen mejor idea que ir detrás. Él es un irresponsable, pero ellos no lo son menos. No digo que sus intenciones fuesen las mejores, pero es que no sé si en realidad pensaron que podían salvar a alguien tirándose al mar de noche y con temporal.

Me recuerda mucho la situación que nos dan en la autoescuela cuando se hablaba de socorrer en un accidente: 1)de proteges a ti 2)proteges a la víctima 3)avisas a emergencias. Lo primero de todo es protegerte a ti mismo, siempre, siempre. Cuando cae una persona al mar no vayas detrás, porque el helicóptero tendrá que buscar a dos personas en vez de una. Cuando cae un marinero al mar (que pasa bastante por desgracia) no va nadie detrás. Se apagan los motores, se le tira un salvavidas, y si con eso no se le puede pescar, se llama al helicóptero. Nadie va detrás. Nunca.
Porque si te tiras detrás de alguien al mar, es suicidarte.

Por eso me revienta tanto que estén ensalzando a los policías al nivel de héroes, y al chaval como están tratando como si los hubiese asesinado. Sus intenciones no eran malas, pero fueron igual de imprudentes que el chaval al meterse en el agua en esas condiciones. No son unos héroes, son unos inconscientes. Y el chaval es un imprudente al que no hay que darle tanta caña.
Tengo miedo de que el ir al agua detrás de alguien se tome como una heroicidad en vez de advertir el peligro que es, y que dentro de unos meses, cuando vuelva a darse una situación así, algún otro inconsciente repita la hazaña. Porque se dará. A mediados de 2010, creo, una chica que conocía de vista de ahogó cerca de Coruña, en la playa, mientras se bañaba. Este San Juan pasado, hace 6 meses, un viejo borracho fue a nadar y se ahogó. Esta primavera pasada un peregrino italiano se acercó a las olas de Fisterra y se lo llevaron, también ahogado. Y este verano volverá a pasar, tanto los borrachos que van a nadar, como los que acercan a las olas y se los tragan.

Bueno, van cuatro días desde que cayeron. Normalmente, tras ahogado, el cuerpo baja al fondo (por eso estos días hubo buzos) y a los tres o cuatro días salen a flote. Así que deberían estar cerca de aparecer. No dentro del Orzán, porque esa agua lleva lo que encuentra hacia afuera, no hacia la playa. Aparecerán a kilómetros por la costa, al este o al oeste, en función de los vientos y las mareas que haya habido. Pero no debería quedar mucho, esperemos.
Aunque diga todo esto a mí no me dejan de dar pena. Ellos, porque no tenían mala intención, y las familias. Sobre todo la del Erasmus, que por encima de ver qué ha hecho su hijo y cargar con eso, la gente los está demonizando.

Y por favor, gente, por favor. Si alguien cae al mar, no vayáis detrás. Porque no volvéis.

Por cierto, Riazor = Orzán. Es la misma playa, se le llama de dos maneras diferentes. Hay una pequeña distinción de zonas (Riazor es más la esquina hacia el estadio), pero es la misma playa.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Ni punto de comparación con el Mediterráneo, vamos. Pero solo de verlo te lo puedes imaginar, que es un suicidio ir detrás.

Un beso!!