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27 de mayo de 2011

Expotaku, día 1

En realidad, tendría que empezar por hacer una entrada sobre lo que fue la semana anterior al Expotaku. Entre que yo no tenía ordenador (creo que no lo dije, pero mis cables retorcidos y roídos por cobaya decidieron dejar de funcionar casi de un día para otro) y tenía todos los patrones dentro, sin saber cómo recuperarlos (la excusa para ir sin tener que pagar es que íbamos de exposición de muñecos hechos y de demostración de cómo de hace amigurumi… sin patrones no se teje xD), y a Iris le dio la venada de ponerse a hacer fimo y fieltro como loca, no éramos personas.
Yo me dediqué principalmente a buscar patrones que quería hacer para imprimirlos. Fallos de los míos, tuvo que imprimírmelos David al final. Pero salieron en color y todo, que en la Facultad solamente nos dejan imprimir en blanco y negro. Entre los pocos que tenía impresos de antes y los otros, al final fui tirando. Me fastidia que el patrón de pokeball que tengo impreso está mal y me quedé sin poder hacer más que las que ya tenía hechas, pero en cambio empecé un Mew, y el gato bola arrasó :)
Tampoco es que fuese escasa de muñecos. A esas alturas llevaba semana y media sin ordenador, en la que me había dedicado por completo a ganchillar, además de todas las tardes que quedamos para hacer cosas juntas y estar de charla. Como resultado, yo junté una bolsa de tela, tamaño bolsa de playa (en esta cabe una muda, dos toallas y los cubos y las palas xDD) rebosante de muñecos. Querría haber tenido más variedad, con la cantidad de patrones chulos que tengo encerrados dentro del ordenador, pero no pudo ser. Para otra.
Iris en un ataque de locura decidió que si tenía que dormir, no dormiría. Y la noche del jueves al viernes así fue. Nos pasamos durante un par de horas por la acampada de Coruña, vimos de qué iba el ambiente (no voy a malmeter contra ellos, pero con la gente que está allí organizando todo no quiero tener mucho trato; por el resto todo genial) y cuando ellos empezaban a irse a dormir y nosotras a caernos de sueño, volvimos para el piso. Yo recorté etiquetas para el día siguiente medio zombie, y ella empezó a hacer, hacer, hacer y cuando se dio cuenta eran ya las 7 de la mañana. Como una completa cabra.

El Expotaku abría a las 10 de la mañana, y nos dejaban entrar para preparar todo una hora antes. Estuvimos de acuerdo en que tanto tiempo no hacía falta, y que con estar allí a las 9 y media era de sobra.
Entre esperar a autobuses y así, llegamos al recinto poquito antes de la 10, o poquito después, más o menos. Todavía no habían abierto, y el frenesí que había dentro, de gente de un lado para otro, era bastante visible. Nos dijeron que fuésemos a recoger nuestras acreditaciones y luego a montarlo todo. Esperamos una cola que se hizo interminable (decía el chico que las estaba escribiendo “tío, yo valgo para cargar y montar mesas, no para escribir!”) y nos fuimos para las mesas. El sitio no nos gustó demasiado en un primer momento, también porque estábamos prácticamente solas. Nos pusieron justo en la zona frente a los videojuegos, y en el tiempo que estuvimos montando aquello, lo único que escuchamos fueron sonidos mezclados de game boys y nintendos 64.Nostálgico, pero llega un momento que te desquicia.
La mesa por suerte fue suficientemente grande, tanto que pudimos trabajar las dos, además de exponer. Montamos todo bastante rápido, y cuando estábamos acabando, nos anunciaron que íbamos a abrir.

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La mañana fue bastante tranquila. Yo me dediqué a ganchillar algo que ahora no recuerdo, mientras la gente pasaba y empezaba a decirnos que les gustaban mucho los amigurumis. A las 12 y pico, cuando salió de clase, se pasó David por allí. Él e Iris cogieron para comer Yakisoba en un puesto de comida que había, pero yo me empeñé en comer un bocata de chorizo, y salí al Carrefour que había al lado a coger pan y chorizo. Luego, una vez comprado todo, y comidos los tres, pasaron los de la organización con un carro con bocadillos (ver las fotos de Pixelin Photo en Facebook para hacerse una idea de lo del carro xD).
Entre este tiempo de tener todo montado y no llegar David, Iris se fue un momento a hacer algo que no recuerdo, y me dejó sola. En ese cuarto de hora escaso se me acercaron dos chicos al puesto, recién montado armados con una cámara y un micrófono. Lo primero que dijeron que “buaaah, calceta! Cómo mola, y yo pensaba que no servía para nada!” y lo segundo “venimos a hacerte una entrevista, y no, no es una pregunta”. Brais y Pix, de Pixelin Photo me hicieron una entrevista sobre qué estaba haciendo yo ahí, qué era el amigurumi y cómo se hacía. Fue un triunfo llegar y ya ser reclamada por los medios xD La entrevista, junto más cosas, formará parte de un reportaje sobre el evento en general que saldrá a la luz en unos días, así como el pobre de Pix consiga seleccionar algo entre todas las horas que debe tener grabadas. Esperando estoy por el vídeo :D Lo pasaré por aquí y por el otro blog así como esté subido a algún sitio.
Fue el día del para para. En un primer momento fue curioso, luego fue gracioso, luego nos aprendimos la canción y para acabar quedamos hasta el moño de música poki japonesa. Eso, junto a los sonidos de las nintendo fue todo lo que escuchamos durante el viernes. Yo llevé a cabo lo de “si no puedes vencer al enemigo únete a él”, y acabé bailando para para también.
Iris intentó de mil maneras cambiar el turno en el trabajo o pedir el día libre, pero no pudo. Así que nada más acabar de comer tuvo que irse. Me dejó sola con las agujas y David, que en realidad pasó poco tiempo quieto xD

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Mi gorro!! ^^


Los chicos que teníamos a nuestra derecha estaban promocionando el Jugger, un deporte que sería una mezcla entre rugby y…algo de pegarse con espadas y palos. David es amigo de uno de ellos y casi pasó más tiempo con ellos jugando fuera que conmigo dentro. Por mí genial, no quería que se pasase todo el fin de semana aburrido en nuestro puesto mientras miraba cómo nosotras ganchillábamos.
La tarde el viernes la pasé prácticamente sola con los ganchillos, mientras la gente se acercaba y preguntaba si de verdad todo lo que había allí expuesto lo habíamos hecho a mano. Creo que muchos no se lo acabaron de creer del todo, a pesar de que yo seguía con la producción.

Cerca de las 7 y pico de la tarde, se me acerca uno de los de la organización y me dice que se va a hacer una cena entre toda la gente de los stands y los puestos no-comerciales (las tiendas y nosotros), y que si queríamos ir, el precio sería el habitual del sitio, y me dijo el sitio (un bufet libre asiático). A mí no me apetecía mucho ir, pero le dije lo de la cena a David e Iris y ambos quisieron ir, así que nos apuntamos.
Ay, ay, no sabíamos qué nos quedaba por delante. Pero eso luego.
A lo largo de la tarde llegaron los chicos que estarían a nuestra izquierda. Venían desde Barcelona y su trabajo es dibujar que te cagas. La primera vez que hablé con ellos fue cuando empezamos a recoger las cosas para acabar la tarde del viernes. Él se interesó por los muñecos de ganchillo, y estuvimos hablando de cómo sería el día siguiente y el fin de semana en general. Me cayó bien, parecía bastante majo.

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Detalle del gorro :)


Cerramos el viernes en el Expotaku. Pero a nosotros aún nos quedaba noche. La cena se haría cerquita, en el centro comercial que hay detrás del recinto. Creo que cualquiera se puede imaginar la cara de los chinos que llevan el restaurante cuando vieron aparecer a casi 40 personas juntas a cenar, a 12€ el menú.
Nos cebamos cuanto quisimos. No conté con que un grupo tan enorme de frikis, después de un día de curro tan intenso en un bufet libre asiático podía comer de tal manera que se me disparase la ansiedad. Dirá el psicólogo que fue una buena experiencia de donde podemos sacar mucha información, y aprovecharla para combatir la ansiedad, pero de verdad que lo pasé mal xD
Digamos que últimamente más que miedo a comer tengo miedo a las digestiones. Tengo miedo a mis digestiones y a las de la gente que me rodea. Sobre todo si son por la noche, que son las que me dieron problemas cuando empecé con el problema. Junta esto con personas cenando cinco platos de comida llenos, más postre, y me pongo horrible. Y no solamente eso, sino que luego hicieron competiciones a ver quién comía más rápido o se metía más en la boca. No fue bonito, pero no me puse tan mal como cabría esperar. Espero que después del horror de verme atada a la silla rodeada de semejantes energúmenos la experiencia me valga para algo. Si no es sacar conclusiones para poder luchar con la ansiedad, por lo menos para acordarme el próximo año y no aceptar ninguna cena.
Salvo eso, en el fondo lo pasamos bien en la cena. Hubo momentos descojonantes en los que tuvimos a toda la planta pendiente de nosotros (y está ahí al lado la entrada para los cines y el McDonalds), como cuando uno empezó a gritar “QUIÉN VEÍA LOS POWER RANGERS DE PEQUEÑO? QUIEN QUIERE TRANSFORMARSE CONMIGO??” y corrieron a una zona libre de mesas para hacer la transformación.
La cara de los chinos era un poema, no se esperaban tal espectáculo, aunque los… más de 300€ que les dejamos esa noche (bueno, y las neveras vacía, porque ahí corría la comida…) seguro que les compensó algo. Aunque creo que en el fondo lo estaban pasando bien.

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Ahora tengo una bola de dragón colgada del móvil, gracias a Iris :D (se la cambié por un pollo, fue la única que aprovechó el 50% de descuento en amigurumi el domingo xD)


Como un apunte, de estas impresiones que me dan a mí pasado el tiempo, creo que a los que teníamos a los lados no les caímos demasiado bien. Sobre todo una chica que a veces no podía evitar ponerme cara de “puff, pero qué me estás contando”. Aunque con un par de ellos hubo buen rollo, a los seguidores del para para no les debió gustar mucho que dijésemos “no, por favor, otras 12 horas de musiquita rayante japonesa noooo”. Pero es cierto. Soy bastante tolerante con la música, pero llega un momento en el que raya y no puedo más. Y la perspectiva de pasar otros dos días escuchando el para para mezclado con los sonidos de los videojuegos era demasiado.

Salimos cerca de la 1 de allí. Fuimos caminando hasta el piso, llegaríamos a eso de la 1 y media más o menos, muertos de cansancio y de todo. A dormir como si no hubiésemos dormido en años, porque al día siguiente había que volver a madrugar :)

Otro día cuento más cosas, que por hoy creo que abusé de la paciencia de mis lectores (mis poquitos lectores) con semejante tocho. Por cierto, las fotos las saqué durante la semana de lo que fui comprando/consiguiendo a lo largo del Expotaku. Iba a poner las fotos de Iris de su Flickr, pero no me deja enlazarlas ¬¬'


Y para acabar...
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Mi conejito Skelanimal! La etiqueta dice que se llama Jack, y aunque no me gusta el nombre para un animalito muerto, creo que Jack se queda ^^

2 comentarios:

Sandra dijo...

Se me ha hecho corta la entrada. Solo digo eso...

Bueno, no, diré más cosas. Me ha gustado cómo has relatado todo el día, creo que he llegado por un momento a escuchar las game boy de fondo. Y me imagino la cena... típico cuando se va a un buffet libre (eso sí, conmigo no pasarías una buena comida, soy demasiado zampona :$).

Esperaré la siguiente entrada...

Besos!

Isi G. dijo...

Jajajaja me encantan esos días frikis, son los mejores, se pasa de puta madre :D Ains, me he tenido que reír con lo del para para y con lo del buffet :P

Un besazo y espero con ganas la próxima entrada (toma rima! :P)