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3 de octubre de 2011

Vaya un curso más largo

Iba a escribir que llevo nada más que 3 clases de este nuevo curso y ya quiero que se acabe, pero la verdad es que ya ni quería levantarme y faltar a la primera hora. Porque fue como había esperado, y amarga tener que madrugar tanto para acabar escuchando las mismas batallitas.
Pero bueno, aquí estamos, 3 de octubre, primeras 3 clases superadas. Apenas promete una de las asignaturas, pero me da que me va a hacer sudar y desesperarme. No tengo ningunas ganas de quedarme a comer para hacer la presentación de la que, espero, sea la mejor asignatura del curso y de buena parte de la carrera (como siempre, intento hacer las cosas con ilusión y luego acaban en mierda, pero necesito un poco de ilusión ahora mismo), pero tampoco realmente de bajar al piso.

No espero gran cosa de este curso. Ya conozco a la mayor parte de los profesores, y salvo un par de excepciones, ya hice todas las optativas que me podían gustar, así que ahora hay que tirar de los restos (porque, además, es una titulación en extinción y una gran parte de las optativas ya no se imparten), y preveo que va a ser peor que el año pasado. Además, teniendo que recuperar las que pueda del desastre de este año pasado, aguantar tutorías y horas de memorización (no de estudio) para que luego hagan los exámenes como les apetezca y no como lógicamente demuestro que sé, y luego me vuelva a sentir culpable por no haber estudiado más.
Porque, además, me estoy encontrando con un problema que puede llegar a ser bastante gordo. Y es que tengo un nivel, sobre todo de comentario de texto literario, menor del que a mis profesores actuales les gustaría. Hay gente de mi clase que lo tiene, pero es gente que tiene más del nivel que se espera en cualquier sentido, es gente que tiene una media de 9,5 y porque la cagaron en uno de los exámenes y no pudieron llegar al 10. Y como se espera que yo ya tenga ese nivel, que mis profesores anteriores no supieron darme (pienso concretamente en una cara, en una profesora, que ya hablé de ella en su día) los actuales tampoco quieren esforzarse en que yo lo alcance.
Entonces es cuando me planteo el por qué de la universidad, y en cómo podría camuflar una bomba en un autobús para reventar esta puta Facultad.

Cosas aparte, no me apetece nada volver a clase. Siento la misma desmotivación que estos dos años anteriores, con la diferencia de que ahora estoy cansada de sentirla. Y que ya no voy segura a los exámenes tras las diferentes, variadas y consecutivas putadas que me han hecho. Además de que ya tampoco tengo buena fe en los profesores, ya los conozco y sus sonrisitas solamente me hacen pensar en maneras dolorosas y lentas de vengarme. En un futuro lejano, cuando haya conseguido mi recopilación de aprobados por las justas y no tenga que depender de ellos, claro. La mayor venganza sería, en un futuro, conseguir estudiar la parcela de la literatura que me gusta y como me gusta, y darles en las narices con sus mierdas kilométricas de Cervantes, y sus estudios detallistas de Garcilaso, de la poesía del siglo de Oro, y todas las páginas desperdiciadas en pelearse por quién es el autor real de La Celestina; cuando hay parcelas COMPLETAS sin estudiar. Pero para eso falta mucho y es demasiado chupi para poder hacerse verdad, ahora me gustaría algo un poco más rápido. Pero como mis notas también dependen de ellos, no sé.

De momento, mi meta este curso va a ser, simplemente, acabarlo. Si consigo recuperar alguna de las que tengo pendientes, o ando algo de camino para hacerlo, mejor. Pero tal y como están las cosas ahora, las ganas que tengo de mandarlo todo y a todos a la mierda... con llegar a junio me llega. No voy a pedir sacar todo a la primera este año porque seguro que me vuelvo a dar de morros, pero supongo que con no renunciar a la carrera en el supuesto último año, me llega.
Porque en serio, me di cuenta de todo lo que odio la Facultad cuando llegué a clase y no tenía ni ganas de saludar a mis compañeros. Que qué culpa tendrán ellos, pero forman parte del conjunto.

Supongo que mientras no pasan estos eternos 9 meses habrá que ir tirando de conciertos, de noticias, de fotos, para ir cambiando un poco el día a día. Porque no voy a aguantar de otra manera. Felicidades, conjunto de profesores de la UDC. Porque habéis conseguido que quiera dejar y que me amargue una carrera que, en realidad, me gusta. Tiene mérito.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Mucho ánimo para lo que te queda, guapa, que ya es casi nada^^

Besazos y a comerte el mundo :)