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24 de mayo de 2010

La madre que lo

Llevamos desde el jueves teniendo días de calor y de sol. De estos días que el aire huele a verano, la gente viste playera aun cuando no hay playa, y piensas que va a ser imposible estudiar así.
El viernes nos morimos de calor en Santiago, el sábado salimos al piso de Iria con la intención de ir luego por el Orzán, de pubs o lo que cayera y no llevamos chaquetas. Yo iba con una falda corta y los brazos al aire y se estaba a gusto en la calle a las 5 de la mañana, cuando nos volvimos al piso. Decían que durante la semana cambiarían las cosas, que no habría tanto calor.
Ayer estuve todo el día en el piso, todo el rato en shorts y con camisetas de tirantes, asada. Hoy por la mañana nos acercamos los del corto al sitio donde habíamos grabado para acabar (el profesor nos pidió un par de imágenes más para completar) y fui sin chaqueta y con unos pantalones finos. No tuve frío, por momentos hasta algo de calor.
Cuando acabamos de grabar y me volví para el piso el cielo se había nublado un poco y el viento venía un poco frío, pero nada más. Comí en el piso en vez de ir a la cafetería porque sobró comida de ayer, y ahora tenía pensado ir a clase a las 4 y media. Aunque tengo Literatura Inglesa y ya hice el examen la profesora dijo que quedaba algo de temario por dar y que siguiéramos yendo a clase. Además. hoy iba a traer a un par de alumnas americanas (aunque llevan todo el curso estudiando en nuestra Facultad y ya las conocemos, de hacer trabajos, de clase y tal) para que nos hablasen de EEUU en general, para hacerles preguntas, o lo que se nos ocurriese.
Comí en mi habitación con la persiana bajada para ver sin reflejos un reportaje de Callejeros que descargué el otro día, y cuando dieron las 4 y 10 cogí el bolso y bajé al portal. Cuando salí del ascensor juro que pensé que los de la limpieza estaban con una manguera limpiando los cristales del portal (son grandes, la entrada es ancha y es cristal de arriba abajo), pero cuando me acerqué vi que no había nadie con manguera, sino que estaba lloviendo.
Llovía, y llueve, como si se fuera a acabar el mundo. Además, estoy escuchando truenos. Llueve a calderos, como cuando se inundaron Cee y Vimianzo (ese día llovió a esta intensidad durante 5 horas seguidas, también es cierto).
Subí a mi habitación y levanté la persiana, y una nube gris y baja había entrado en la ciudad. Ahora estoy viendo como si unos rayos de sol fuesen colándose entre las nubes, pero cuando levanté la persiana estaba todo oscuro.
Parece que va parando, pero tal y como conduce la gente en Coruña cuando llueve (parecen todos primerizos de autoescuela, o que nunca llegaron a aprobar el teórico, porque lo de las preferencias, carriles, pasos, semáforos y así lo olvidan en cuanto ven agua caer), y que son ya y media, no llego a clase. Es una excusa malísima, y quería ir, pero ya no llego.


Es muy posible que hoy se publique mi primera colaboración con Espoileando, sobre Dollhouse. Qué contenta. Voy a empezar a preparar en un rato la de True Blood, que solo quedan 3 semanas para la nueva temporada!

2 comentarios:

Isi G. dijo...

Oye, es buena excusa, si no llegas no llegas. Peores son las mías: no voy directamente porque no me da la gana xDDD

Besotes^^

A. Sunrider dijo...

Así me pasó a mi hoy... Me desperté tarde y ya no eran horas de ir a ningún sitio. Y aun menos mal, porque aquí también calló una buena sobre las 4 y no pensaba llevar nada más que el uniforme de clase puesto... xD

(Para quien no lo sepa, a las 4 es cuando salgo de clase habitualmente... xD )