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14 de abril de 2010

De médico en médico, de flor en flor.

Entrada no apta para hipocondríacos, histéricos, grimosos y escrupulosos.


Cuando era pequeña, tenía un libro con un cuento que me encantaba. No me acuerdo de qué iba, solo recuerdo la frase “de penca en penca, de flor en flor”. Sé que eso lo decía cada vez que el protagonista subía por una planta gigante para ir a encima de las nubes, o algo así. Sé que no era el cuento de las judías mágicas, porque ese lo descubrí con Mickey Mouse y ya conocía el otro cuento de antes xD
Cada vez que me leían el cuento me gustaba pasar media hora diciendo “de penca en penca, de flor en flor, de penca en penca, de flor en flor”, y durante un rato después de leer esa parte, se me quedaba en la cabeza como cuando no puedes sacarte una canción. Lo estoy escribiendo y me está pasando xD
Y ahora yo me siento como el niño aquél, de médico en médico, de flor en flor.

Todo empezó un par de semanas antes de Semana Santa. Quizás un poquito antes. En los últimos días de rebajas fui con David a buscarme algo para ponerme en los pies, que estoy desgastando las Converse a una velocidad bastante rápida y pronto tendré que ir descalza. En una tienda me compré unas… zapatillas tipo tenis, no sé describirlas.
Días después me las quise poner, pero al caminar un dedo gordo de un pie me dolía. Lo achaqué a estar durmiendo con dos pares de calcetines (unos normales y otros de lana, para tener calorcito), y no le di más importancia. A veces, por las mañanas, me despertaba y los primeros pasos que daba me dolían un poco, pero como en cosa de minutos desaparecía, no me preocupé.
Hasta que un día me doy cuenta de que la uña de ese dedo del pie dejó de crecerme. Seguí intentando ponerme las zapatillas que había comprado, pero cada vez me dolían más, y luego también descubrí que me apretaban los tobillos, y las devolví. Quedaba poco para las vacaciones, y como tengo el médico de cabecera en mi pueblo, decidí esperar a bajar para ir a preguntarle qué me pasaba.
Así que fueron las vacaciones, fui a verle. De aquellas la uña ya me había cambiado de color para un amarillo claro… si no estuviera ese dedo al lado del resto posiblemente no me hubiera dado cuenta. El médico me miró el pie por unos segundos y me dijo que era un hongo. Me dio tratamiento para los hongos y me mandó para casa.
Tratar los hongos es algo constante y largo, y para empezar a acostumbrarme a usarlo, preferí esperar a llegar a asentarme en Coruña para empezarlo.
Llegué a Coruña una noche, pues a la mañana siguiente durante todo el día, al caminar me dolía el pie como cuando me despertaba antes de Semana Santa. Cuando pude me miré el dedo, y lo vi un poquito hinchado.
Con el paso de los días me iba doliendo más y más, hasta el punto de tener que dormir con el pie doblado y el otro encima para que las sábanas no me rozasen, porque me dolía.
Uno de esos días empecé con el tratamiento para los hongos. Y mirándome el dedo con más atención, toqueteándolo para ver dónde me dolía y dónde no, empezó a supurarme pus. Le quité toda la que pude, y quizás lo estrujé un poco de más, porque luego me dolía tanto al pisar que no pude caminar xD
Al día siguiente llamó mi padre, y le conté lo que tenía en el dedo. Me dijo que fuese al médico, que si era una infección podía darme fiebre y complicaciones, y aunque no pareciese importante (yo me lo estaba tomando casi a broma, no me preocupó en ningún momento xD) podía llegar a serlo.
Ese viernes, creo que fue al día siguiente a los dos, no me acuerdo, fui al Centro de Salud que me queda más cerca. Le pedí a la PSG cita para desplazados, y me dijo que tenía que darme una tarjeta nosequé y que tenía que tramitar otra cosa que no entendí. Puso cara de “y eso te va a llevar tiempo”, y añadió que fuese al PAC (Punto de Atención Continuada, Urgencias light) si quería que me atendiesen.
Allí fui, bajando hasta el PAC, y temiendo que estuviese a rebosar (mi padre trabaja en uno y prácticamente siempre lo está) llegué y estaba sola. A los cinco minutos me llamaron, el médico me miró, me dijo que tomase unos antiinflamatorios que me recetó y que fuese al centro de salud a hacerme curas a enfermería. Después de todo, tendrían que tramitarme la cosa aquella.
El fin de semana el centro de salud no abrió (o como creí que no lo iba a hacer no me acerqué), y seguí con todos los tratamientos que me habían dado xD
El lunes pasé por allí. Después de esperar en la cola tras la típica señora tocapelotas que no tiene otra cosa que hacer en todo el día, llegué a la ventanilla y solicité la segunda zona médica (todo bajo instrucciones de mi padre xD). Respuesta: “eso lo tramitas de martes a viernes, es lunes”. FUCK.
Ahí volví el martes, con el dedo casi que no me dolía, ya de su tamaño normal y ni siquiera supurando si lo pinchaba (sí, me pincho el dedo y lo aprieto para que saque todo lo tiene dentro xD). Solicité segunda zona médica, me hizo el trámite, y ya le dije que me diese cita para ATS.
La cosa fue algo de:
-Pero tienes el médico por la mañana, por lo tanto enfermería también.
-Sí, pero es que… a ver, tengo una herida y un médico me dijo que tenía que venir a hacer curas a enfermería.
-Ah… pero tiene que ser para ahora?
Al final conseguí que me diese cita para hoy. Y hoy fui, me atendió bajo la atenta mirada de dos enfermeras en prácticas (una me suena muchíiisimo, llevo todo el día pensando de dónde puedo conocerla) y todo bien. Yo iba preparada para que me abriese, para sangre y demás historias, y apenas me puso una crema amarillo fosforito y me vendó el dedo. Me recetó otra crema para ponérmela en casa, y dentro de una semana tengo que volver para controlar que el dedo esté mejor.

Después de más de dos semanas… de médico en médico, de flor en flor. Vaya odisea.

Ya pueden venir las enfermeras que me siguen a reñirme por pincharme el dedo, por no darle importancia, y por todo eso xDD

3 comentarios:

Sandra dijo...

A mí eso me pasa cada dos por tres (herencias de mi padre), la crema en cuestión supongo que será la Terramicina (al menos ésta es amarillo fosfi como la que describes), que te baja la hinchazón y evita que se produzca demasiada pus en pocos días.

Eso sí, desespera la sanidad española... llega a ser algo grave, y ahí te quedas v.v

Suerte y que se te pase pronto!

Isi G. dijo...

Furacín milagroso p'a tó xDDD

Sigue vigilándote el dedo y con tus curas y a ver cómo sigue eso :S

Besotes^^

Bruno dijo...
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