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8 de septiembre de 2010

Me falta un tornillo (en realidad, todos)

El piso que alquilé para 1º tenía mi habitación prácticamente desamueblada. Tenía una cama y un armario de los baratos del Carrefour. Le suplicamos mi compañero y yo, que tenía lo mismo en su habitación, que nos pusiera unas mesas de estudio. Resultaron ser un par de paneles de contrachapado de madera aguantados por un par de caballetes. Ni siquiera eran cuadrados.
No le pedimos estantería. Así que cuando empezó el curso me di cuenta de que realmente necesitaba una. Fui al Carrefour, y me compré la mítica estantería de pino, sin tratar y ni siquiera sin lijar, de 15€. No es la primera que veo en un piso de estudiantes, creo que todos en algún momento tenemos una de esas.
Durante 1º me funcionó perfectamente, pero en el piso de 2º no tenía suficiente espacio en mi habitación para esta estantería. Volvimos al Carrefour y compré otra más pequeña. Ésa es la que tengo este año en este piso. La otra supongo que la llevará mi hermano cuando vea su habitación, si no tiene ya estantería. Sí, alquiló el piso fiándose de la gente que vivía allí (los conocemos, son del pueblo), y aunque pudo ver el piso, no llegó a entrar en su habitación (había una chica durmiendo la borrachera dentro xD).
Durante el verano, la estantería pequeña que tengo ahora quedó desmontada en el piso que tengo ahora, junto a la mesa de estudio. La desmontó David en el piso de 2º mientras mi padre y yo nos peleábamos con la mesa para subirla al coche sin desmontarla xD Luego la subimos al coche, descargamos la mesa y la estantería en mi habitación, cargamos el coche de cajas y nos fuimos a casa.
El día que llegué este año a Coruña me acompañó mi padre, y de paso dijo de montarme la estantería. Así la habitación ya me quedaba puesta y cómoda para instalarme bien. Nuestra sorpresa cuando vamos a montar la estantería y no aparecen los tornillos para armarla. Buscamos por la habitación y no aparecen. Bajamos al coche, por si se pusieron junto a la estantería para traerla pero se nos olvidaros allí, y no aparecen. Pensamos en qué podíamos haber hecho con ellos, y no nos acordamos de verlos en todo el día. Lo único que se nos ocurrió fue que David, como desmontó la estantería mientras nosotros cargábamos la mesa en el coche, quizás puso los tornillos y todo en su bolsa, pero que lo apoyó un momento en algún sitio, y con lo de andar subiendo y bajando cajas, se nos olvidaron completamente.
Contamos entonces los tornillos que necesitamos para montarla, y vamos a una ferretería a buscar tornillos.
El tío que nos atendió no vale para vender. Porque era la única ferretería que encontramos, pero era antipático y no ayudó aunque le pidiéramos explícitamente ayuda. Le dijimos que teníamos que montar una estantería del Carrefour, y que qué clase de tornillos podíamos necesitar. El hombre vive de vender tornillos, una mínima idea se supone que debía tener. Lo único que nos dijo es “yo no he visto la estantería, no puedo decirle nada”. Compramos unos que creíamos que estaban bien, pero cuando los probaban eran demasiado cortos y finos.
Esta vez preparamos, cogimos una de las baldas que tenía los agujeros, dispuestos a probar todos los tornillos de la tienda hasta dar con uno que se ajustase. El señor que no conocía la estantería estaba contando tornillos para otra mujer (necesitaba cerca de 120, tenía para rato) y nos atendió otro hombre. Le dijimos lo de la estantería y tal, y nos enseñó unos “que se suelen usar para eso”. Eran esos. No eran tornillos normales, eran más largos, con una parte lisa… tornillos especiales xD Encajaron en los agujeros de la balda y volvimos a probar.
La estantería tiene tres baldas amarradas a las tablas verticales: la de arriba, la de abajo y la del centro. A mayores, tiene 3 baldas más que no van sujetas, sino que en los agujeros de las tablas se colocan unos topes y se apoyan encima. Compramos los topes también, el señor acertó a la primera.
Tanto los tornillos especiales como los topes fueron perfectos a la estantería a la primera.
El problema que surgió entonces es que los tornillos especiales tenían que atornillarse con una llave Allen, que traía la estantería, pero que también habíamos perdido. Intentamos apretar con un destornillador de estrella, con la mano y con las llaves, pero no entraron de todo. Quedé con mi padre entonces en que, como él tenía que venir a Coruña al día siguiente, se traía su juego de llaves Allen y acaba de apretarme la estantería. Mientras, que no le pusiese peso, por si se venía todo abajo.
Cuando me quedé sola, empecé a deshacer la pequeña maleta que me traje. Primero ordeno las camisetas, los pantalones, y cuando abro el cajón del armario para poner la ropa interior… allí estaba la bolsita de los tornillos, con todo dentro: topes, tornillos, llaves Allen, y incluso los embellecedores para tapar los pocos tornillos.

Tierra trágame.

1 comentario:

Isi G. dijo...

Follones de la mudanza y problemas normales xDDD

Besotes y ánimo Anxo^^