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23 de septiembre de 2010

Así empezó, así fue, y así acabó...

El 22 de septiembre de 2008 (el mismo día del estreno de Lost, pero cuatro años después xD), después de un verano estudiando para el examen teórico de conducir, me presenté a examen. Fueron apenas 15 minutos contestando preguntas, y otros 15 de nervios esperando a que salieran mis compañeros. Como otras veces, estaba más preocupada por el examen de otros que del mío propio. No estaba nerviosa, o eso creo recordar. Sabía que iba a aprobar, que el examen no era difícil e iba bien preparada.
Cerca de las 6 de esa misma tarde, salían las notas en la web de la DGT. Apta con dos 2 fallos.
Muy contenta, una semana después me vine a Coruña a empezar 1º de carrera. Me olvidé de la autoescuela durante muuucho tiempo. Llegó el verano, volví a casa, y allá por finales de agosto me acordé de que me quedaba medio carnet por sacar todavía. Cerca de la última semana de agosto de 2009, cuando estaba cerca de hacer un año con el teórico aprobado, hice mis primeras prácticas. Un par de ellas por el pueblo y alrededores (casi mato a un par de perros por estar durmiendo la siesta al sol en la carretera) y antes de que empezase el curso ya hice mis primeras prácticas en ciudad. No se me daba mal, y me gustaba bastante lo de conducir.
Empezó 2º y empecé a hacer menos prácticas porque los horarios de la autoescuela no coincidían con los míos. Sobre todo hacía prácticas los viernes, y de paso me bajaba la autoescuela. Pasaron los meses haciendo una práctica cada 15 días, y llegaron las navidades. Mi profesor me dijo que tenía que aprovechar las vacaciones para hacer prácticas e ir a examen antes de que empezase el curso otra vez. Así lo hice. Más de la mitad de las navidades la pasé madrugando, perdiendo el día en Coruña, y volviendo hambrienta por la tarde a casa.
Fui a examen el último fin de semana de enero. Después de morirnos de frío esperando al examinador, me hizo un examen de dificultad normal. La hora no era la mejor para circular, había llovido hacía un momento y mientras conducía salió el sol, de manera que la carretera era como un espejo y no veía nada. Tuve un fallo al elegir un carril cuando quedaba poco para acabar, que me obligó a desviarme, me puse nerviosa, fallé y el profesor me pisó los pedales. Suspensa sin dudas.
Me hundió. Era un examen accesible, antes de volver a las clases, y yo pensaba que estaba totalmente preparada para aprobar y para conducir yo sola. Me dijo mi profesor de volver a la semana siguiente, pero me negué. Me quedé sin ganas de conducir durante un tiempo, y mucho menos de volver a hacer un examen.
Al mes o algo así, volví a presentarme. Si la primera vez estuve esperando por el examinador un rato al frío, la segunda vez quise morirme. El profesor cuando vio a la examinadora nos dijo que era buena, que no ponía exámenes complicados y que no era demasiado exigente con los detalles. Y UNA POLLA. Después de esperar a la señora cerca de hora y media, viendo subir y bajar a otros alumnos de los coches, la señora se dignó a aparecer. Para entonces, del frío del suelo no sentía los pies. Y mal vamos si pretendes que conduzca sin saber si estoy pisando un pedal o no, o sin sentir la vibración del motor para arrancar.
El examen fue un desastre. La señora se dedicó a mirar el paisaje y pasar de mí. Yo tampoco lo hice bien, entre lo nerviosa que estaba, el frío que tenía, y que no era capaz de dejar de temblar, se juntó todo. Según la hoja de examen yo estaba suspensa desde poco después de haber salido del parking donde empiezan los exámenes (se me caló el coche en un cruce –supuestamente no es suspenso eso, solo una falta- porque me dio las indicaciones en el último momento con un grito), y sin embargo, me tuvo más de 20 minutos conduciendo de frente, sin decirme prácticamente nada. “Si no te digo nada, tú ve de frente”, y así tuve que hacerlo, mientras ella miraba a la gente por la ventanilla y hablaba con mi profesor. Llegamos a una rotonda, era cerca de la 1 y pico de la tarde, y estaba el tráfico denso, denso. Nunca tengo decisión para entrar en las rotondas salvo que vea que no viene nadie, y no estaba el momento para dudar. De repente, el coche empieza a hacer un ruido rarísimo. El profesor me estaba acelerando a tope para salir en la rotonda. Me pareció ver un hueco, y como la examinadora empezaba a gritar “qué pasa? qué haces?” salí. Venía un todoterreno. Me mandó parar, y suspensa. Sí, mi profesor me había tocado los pedales durante el examen, y se quedó tan tranquilo.
Al salir del coche en la calle de donde se sale del examen, con la examinadora lejos, le dije que yo no quería salir en esa rotonda, que no tenía que haberme mandado nada, porque eso me hizo suspender. Me dijo que estaba suspensa de antes y que no pasaba nada. No pasaba nada para él, claro, porque yo tenía que renovar.
En ese mismo momento dije que no quería volver a saber nada de ese profesor. No quería volver a montarme en un coche con él, y mucho menos volver a hacer un examen con él. Si siente que tiene que ayudarme (tocarme los pedales no es ayudarme) durante el examen, es que entonces no estoy lista para ir a examen. Y un profesor no puede enviar a nadie a examen cuando sabe que no está listo, no solo para aprobar, sino para salir solo a la carretera y no ser un peligro.
Ahí fue cuando oficialmente me quedé sin ganas de más coches. Sentía que todo el tiempo y dinero que había invertido en el carnet no valía para nada. Me sentía entre fracasada (por tener que renovar, por haber hecho un examen tan mal, etc) e indignada, por haberse portado tan mal la examinadora y el profesor. Tuve una semana muy mala de ánimo. No tenía ganas de nada, me sentía triste… gente que consideraba amigos no supieron entenderlo y me echaron la culpa de haberlo hecho mal, que si no sabía conducir y quería fingir que sí, que si era una exagerada, y todo eso. Desde ese día no he tenido más contacto con ellos, ni quiero tenerlo. Bueno, sí, intentaron trolearme, me reí un rato de ellos, y cuando se cansaron, no volví a saber nada.
Tardé un tiempo en convencer a mi padre de que me dejase cambiarme de autoescuela. Cuando me dejó, al empezar el verano, me fui a una sucursal de una autoescuela muy conocida y muy barata en Galicia que acababa de abrir. Haciendo la matrícula, le dije la fecha en la que había hecho el teórico (hacía año y medio, o más) y la profesora, escandalizada, me dijo que tenía que darme prisa, porque me iba a caducar. Que el teórico caduca? Sí, después de aprobarlo tienes dos años para aprobar el práctico. Si no, te caduca y tienes que volver a hacerlo. Ya había escuchado algo así, pero creo que me dijeron que solamente si no hacías ningún examen práctico, porque demostrabas que estabas poniendo en práctica la teoría blablá. Mentira todo, caduca igual.
Empecé las prácticas con la nueva autoescuela. Fue empezar con ella y darme cuenta de TODO lo que me quedaba por aprender. Por ejemplo, tenía miedo a reducir marchas, no sabía incorporarme a autovías, ni salir de ellas correctamente. Tampoco había hecho ningún aparcamiento en batería, lo que también me complicaba los cambios de sentido en lugares estrechos como párkings o calles sin salida. Sabía que el otro profesor no me había enseñado todo lo que debía, pero no sabía que eran tantas cosas.
Fui a examen después de estar 15 días con la nueva autoescuela, la penúltima semana de julio. La examinadora fue una grandísima puta (le arrearon hace unos meses por hacer también putadas: http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2010/04/30/trafico-presentara-acusacion-agresor-examinadora/380267.html) y como debía querer acabar pronto para ir a comer, forzó los suspensos. Yo caí, la chica que iba detrás no. Básicamente, me puso en una rotonda que en la mitad, con poca visibilidad, hay un semáforo. Me coincidió en rojo. Me frenó la profesora y otra vez, suspensa. En realidad ese semáforo, ese día, ahí no pintaba nada. Regulaba la entrada a la rotonda (para mí que para eso están, para regularse solas…) de una calle que actualmente está en obras y está cortada. Es decir, regula el paso del aire, como mucho.
Durante agosto cerró la autoescuela. Mi teórico caducaba el 22 de septiembre, y el 1 me quería venir ya. Arreglamos algunas prácticas estando yo en Coruña, y me apuntó para ir a examen el 17. Llega el 15, y los de Tráfico lo retrasan hasta el 22. El 22 me caducaba el teórico, por los pelos. Y el 20, Tráfico dice que tiene mucha gente para las semanas anteriores y nos cambia el examen al 23…
Perfecto, el 23 tengo el teórico (y el psicotécnico) caducado. ¿Y ahora qué? Parece ser que no hay problema: yo estaba apuntada para examen dentro de la fecha, es culpa de Tráfico haber retrasado el examen. Puedo presentarme.
Así que hoy madrugué, le dejé comida a Sally de repuesto por si tardaba en volver, y temblando ya, volví a hacer el examen. Por primera vez, el examinador fue puntual. Es más, llegó antes de tiempo. Yo fui de segunda, en el coche escoba. El profesor que nos llevaba en el coche escoba decía que el examinador que nos había tocado era el mejor de todos los que había en Tráfico, y que había estado hablando con él antes de subir al coche y que le había dicho que salvo que atropellásemos a alguien, nos saltásemos varios semáforos, o hiciéramos alguna gorda, no nos iba a suspender.
Vimos desde el coche escoba el primer examen. El chico que iba siempre me dio miedo al volante. El coche lo controla como quiere, no tiene problema con las marchas, ni con las distancias, ni con las frenadas, ni nada. Lo que es el coche, lo maneja a la perfección. Pero en lo que es el contexto, se pierde. Cambia de carril sin mirar si viene coches, se pierde dentro de las rotondas, entra cuando hay otro coche yendo hacia él, intenta meterse por direcciones prohibidas, le dicen “izquierda” y va a la derecha, etc. Le hizo un examen corto y fácil. El peligro andante, aprobado.
Luego me tocó a mí. Sinceramente, no me acuerdo del recorrido. Sé que salí de dentro del puerto y que aparecí en… la parte de atrás de Eirís, pero no estoy segura. Creo que no recuerdo el recorrido. También fácil, la única complicación fueron las limitaciones de velocidad, que el puerto está a 40 y luego me puso por otra carretera (la del Materno) que tienes que ponerte a 80, pero nada más. Ni peatones, ni rotondas, y solo un semáforo para salir del puerto (y que casi la cago xD).
Apenas 10 minutos, y fuera del coche.

Aprobada. Por fin.


Y como puse en Facebook:

"Señores de Tráfico, ahora que tengo la L, por favor, vayan poniendo el culo en pompa, que me voy a preocupar personalmente de metérsela por el recto a cada uno de ustedes. Gracias."

2 comentarios:

Isi G. dijo...

Voy a favoritear ahora mismo ese pedazo de estado del caralibro, que es amo =D

Me alegro de que por fin aprobaras el carné =D

Besotes y felicidades, ya tienes la licencia para atropellar peatones =D

Sandra dijo...

Enhorabuena por el carnet!
Ya era hora de que te tocara un examinador decente... hay cada bestia suelta (bueno, ¿qué te voy a contar?)

Besos!!