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16 de agosto de 2012

Arriba Brincadeira! (segunda parte)

Son casi las 6 y media la mañana, llevo desvelada desde las 4 y poco y como voy a volver a pasar el día de comida familiar en casa de mi abuela, a ver si aprovecho para seguir con el relato de mis memorias del Brincadeira, que aún quedan dos días intensos.

Me había quedado al acabar el viernes, escuchando a Heredeiros da Crus desde la tienda. No duré mucho despierta, me quedé dormida de nuevo al poco rato, y me trasladé a otra dimensión donde había ruidos, ni gente ni nada que me pudiese perturbar hasta las 8 y media que sonó el despertador. Casi justo cuando había sonado, me llamó Iris por teléfono. Me dijo que se encontraba mal, que tenía toda la pinta de tener otra cistitis, y que si podía ir un poco antes para pasar por una farmacia para intentar conseguirle algo para curarla. Como ya tenía previsto, me vestí, cogí algo para desayunar, cargué la mochila con el neceser y cosas para ducharme en su casa (a esas alturas una ducha caliente era un paraíso) y fui a esperar al autobús. Por el camino me llamó y me dijo que iba a ir urgencias (era sábado) y que ya iríamos juntas con la receta a la farmacia.
Y así empezó mi sábado, en urgencias. Por suerte no había mucha gente y pudimos ir pronto a casa, Iris se tomó los antibióticos y al poco rato ya le iban haciendo efecto. Mientras, yo conocía su piso (que parece que va a ser mi piso durante septiembre), me daba una ducha y conocía a su compañero de piso (vaya pesado xD).
Mi idea para el sábado era ir a ver a Iris por la mañana, comer en el camping, cambiarme y salir para Sada a ver al niño con el que me lié hace un par de meses. Acabé comiendo con Iris y luego tirando para Sada directamente, sin andar haciendo más cábalas de las necesarias con los autobuses y los horarios.
En Sada con él... pff. Se me pasó el tiempo de estar pendiente de quién puede vernos para decírselo a nuestros padres, y fue todo bastante en ese plan. Para estar tranquilos y “protegidos” nos salimos del pueblo hacia el monte, donde acabé con varias heridas en las piernas por andar rebozándome con ortigas. La mano y rodilla izquierdas me acabaron picando hasta bien entrada la noche, y la pierna derecha aún la tengo llena de arañazos de las silvas. Pudimos estar poco tiempo juntos, y no creo que me haya compensado el tiempo de autobús, ni el tiempo de dar vueltas pensando en los horarios. Y así como frase para el recuerdo “quien con niños se acuesta, insatisfecho se levanta”. A ver, admito que en parte es mi culpa. Llevo toda mi vida juntándome con tíos de 25-30 años (incluso cuando tenía 17 años), y no sé qué esperaba de un chaval tan joven. Mientras estuvimos juntos lo pasé bien, pese a tener una sensación de incomodidad por pensar que había ojos espías de su madre -o la incomodidad porque él lo pensase, y no poder sobarlo como pude el día que estuvo en Coruña-, pero me fui con la sensación de que merezco algo mejor y que fui a perder el tiempo. Y cero ganas de repetir.


Quería llegar al festival para ver a Lendakaris Muertos a las 9, o a Kästoma a las 10 y poco, y no llegué por los pelos. Cuando bajé del autobús fui para el camping, cené algo, y justo al lado de la puerta de entrada para el festival un médico que estaba trabajando en el hospital de campaña me reconoció porque había trabajado con mi padre y me llamó. Me dijo si necesitábamos algo en el camping, y medio en broma le dije si tenían algo para el picor de ortiga. Habían pasado casi cuatro horas de haberme metido encima de las ortigas y aún me picaba; la mano casi la sentía como cuando está dormida y está despertando, y en la rodilla el pantalón hacía que me picase más aún. Cuando me quise dar cuenta estaba sentada en una camilla con la rodilla vendada. La mano no tenía herida y no había mucho más que hacerle hasta que tuviera las pastillas de la alergia o se pasase solo.
Hablamos, me mandó recuerdos para mi padre, nos pusimos un poco al día de cómo nos van las cosas, me dijo que tenían poca gente para atender, que nos estábamos portando bien y me soltó dentro del festival, al que llegué sin haber hecho colas ni pasado registros xD

Entre una cosa y otra, Kästoma habían acabado. Imagino que me quedarán pendientes para otro año o para otro concierto; son de la zona de Coruña y de vez en cuando tocan en algún sitio. Los de Mad Sin estaban ya en el escenario, y me fui a bailar con ellos. No había mucha gente, pero la que había estaba bastante motivada. Cuando acabaron ya me quedé allí para esperar a Status Quo.
No como el día anterior, esta vez fueron bien de tiempo y salieron a escenario cuando se suponía que tenían que salir. No me lo esperaba, pero Status Quo han envejecido en señores, son todos unos señores. Salieron a tocar de camisa de botones, uno incluso con un chaleco. Elegancia y energía para la edad que tenían, se mantuvieron como auténticos señores durante todo el concierto. De haber estado viendo a Mad Sin y entre que había un montón de gente, pero no apelotonada, caminando entre huecos conseguí ponerme en segunda fila y desde ahí vi la mayor parte del concierto.
Gracias a toda la gente que tenía alrededor llegué a la conclusión de que no hay nada peor que un señor mayor de 40 años en un concierto con un móvil o una cámara de fotos. Haciéndole caso al concierto en las primeras filas (sin contar con los del centro, que eran fans del grupo y estaban dándolo todo) estábamos cuatro. El resto eran señores mayores, y no tan mayores, con el móvil en alto o con la cámara de fotos, pasando del concierto por estar pendientes de que estuviera todo grabado, como si luego en casa se fuese a ver bien. En el mejor de los casos estará enfocado, pero la mayor parte de las veces, al estar tan cerca de los altavoces, ni siquiera se entiende qué canción están tocando. Y ahí pasaron el concierto, brazo en alto, grabando todo como si el mundo dependiese de ellos.
Al acabar Status Quo aún quedaba un rato para Tito&Tarántula, que no me llamaba mucho la atención y no me apetecía esperar quieta para ver. Fui para el escenario pequeño, donde The Locos estaban montando su propia fiesta. Como escuché después, uno de los guitarristas de Ska-p montó este grupo, y más o menos con eso se puede entender qué clase de fiesta había. Bailé dos o tres canciones, y me agoté con eso. Eran cerca de las 2 y media de la mañana, y llevaba despierta tantas horas y había hecho tantas cosas que estaba muerta. Tampoco me llamaba mucho la atención ninguno de los grupos que quedaban por tocar, así que me fui a la tienda a dormir sin remordimientos de conciencia.


Por el camino, sorpresa, me encontré con los de mi grupo de tiendas, sentados fuera del recinto. Decían que iban a esperar para ver a Chimo Bayo (pinchaba a las 5), pero esperar tantas horas mientras bebes alcohol... acabaron borrachísimos, agotados y sin ver a Chimo Bayo. Dicen que tenía el volumen altísimo y se escuchaba perfectamente desde la tiendas, pero yo ni me enteré. Para mí no hubo mundo hasta cerca de las 6 y media de la mañana, con unos vecinos de tienda discutiendo “tío, dame las llaves”, “déjame en paz, hostia, yo no las tengo”, “tío, dame las llaves” y esas conversaciones de borracho. Pero volví a quedarme dormida pronto.
Me desperté sobre las 10 y poco. Al contrario que otras veces, no tenía esa sensación dentro de estar saltándome algo que no paraba de repetirme “Sôber, Sôber, Sôber, Sôber”, sino solamente estaba contenta. Me vestí, desayuné mientras el resto seguían como en coma, y fui hasta el pueblo. Hice una parada en el supermercado para comprar agua y algo de fruta para después de comer y fui a un bar a pedir un bocadillo para comer y de paso ir al baño a lavarme un poco y aprovechar unas instalaciones de cuarto de baño de verdad.
Y contenta con mi comida y con el día que me quedaba por delante, me volví al camping. Por el camino me crucé con mi hermano y la chica con la que compartía tienda, que me miró sorprendido y me dijo que creían que seguía durmiendo. Ellos iban a desayunar un café caliente o algo así imagino.
De vuelta en las tiendas, no recuerdo muy bien qué hice, pero a la 1 y poco me comí el bocata, que me supo a gloria, esperé un rato, hice la mochila, y a las 2 y media más o menos salí de nuevo para el recinto del festival, a la jornada más intensa de todas (que lo fue, aunque no en la manera en la que yo creía). Los de las tiendas quedaban tirados por el suelo (los que habían conseguido despertarse), y mientras me iba, una tía me dijo que pagaría por tener el aguante que tenía yo xD Con algo menos de alcohol y con motivación se lleva, que a morir solamente fui el jueves y el domingo, no hice ningún sobreesfuerzo, y tiendo a ser más bien blanda y me canso pronto.
El domingo era el día del metal y del rock. En realidad no era el Brincadeira, era el Rock in Cambre (que según las camisetas lleva 21 ediciones), pero al hacerse también el Brincadeira en las fechas aprovecharon la organización, el recinto, el sonido, los escenarios, y el metal que iba a haber durante el fin de semana se pasaba al domingo. Era mi día.
En fin, llegué a la zona de conciertos cuando el primer grupo, Eotem, por el que tenía bastante curiosidad, estaban casi empezando. Lo único que sabía de ellos era que son un grupo de chavales de Coruña o de la zona, que decían que sonaban muy bien, pero todavía no habían grabado nada, o si lo habían grabado, no encontré ningún sitio donde escucharlo. Habiéndoles visto en directo puedo decir que tenían razón y que suenan muy bien.
A esas horas ocurrió una chorrada que hizo que mucha gente se pusiera histérica y que ahora esté rondando una entrada de Tumblr poniendo a caer de un burro a la organización y sus “faltas de respeto”. Se supone que el concierto de estos chicos empezaba a las 3 y 5 de la tarde, pero cuando empezaron todavía no habían abierto las puertas, y la poca gente que estábamos fuera (que eran sobre todo madres, familiares o vecinos o lo que fuera de los chavales, metaleros estábamos 4) escuchamos la primera canción desde fuera. El grupo hizo algún amago de no empezar sin público, en plan “dónde estáis, cabrones? Levantad el culo del camping”, pero les debieron mandar empezar de todas maneras porque hay un horario que seguir. Así como suena apenas la primera estrofa, una de las madres monta en cólera y arremete contra el segurata que estaba en la puerta, que le dice que si no le dan orden desde la organización, no puede dejar pasar a nadie. Airada y sobrecabreada fue, sin buenas maneras de primeras ni de segundas, a gritarle gesticulando a un tío que parece ser que era de la organización. Al recibir los gritos histéricos de esta mujer y de alguna otra que seguía frente a las vallas, le dijo al segurata de las puerta que nos dejase pasar. Y no dejó pasar. Llegamos para el final de la primera canción. Punto, no hay más.
El post del que hablaba es este: http://thisismosh.tumblr.com/post/29345666951/la-organizacion-del-brincadeira-falta-al-respeto-a-los que lo pinta todo de manera casi apocalíptica, como si les mandasen empezar a punta de pistola y se hubiesen negado a dejarnos pasar. Habiendo estado en otros festivales, sé que este no es el único caso. Por problemas de coordinación, por ser muy temprano, etc. a veces no se da la orden de dejar pasar a la gente a tiempo. En el Brincadeira los chavales estuvieron solos una canción, pero en el Sonisphere del año pasado abrieron puertas (para pasar por dos o tres cacheos antes de entrar al recinto) 5 minutos antes de que empezasen Hammerfall, y los que estábamos a mitad de la cola conseguimos llegar al recinto en la última canción del concierto. Yo no veo que sea para montar tanto escándalo; las molestas con el tema eran esas señoras, no los que estábamos a ver una música que no conocíamos. Las madres indignadas, ya se sabe.
Bueno, quería aclarar ese punto, por eso me he extendido algo más. Se está montando un poco de revuelo, hay gente exagerando (gente que conozco y que no estaba allí; yo sí estaba allí y lo vi), y no me parece que estén dando una visión imparcial. Nada más.

Me quedé a ver a Eotem, que me gustaron mucho; luego salió un payaso con una guitarra a hacer el idiota que no me gustó nada, y cuando acabó se suponía que salía a tocar Manolo Kabezabolo. Iban un poco adelantados según el horario y aproveché ese tiempo, además de que Manolo no me interesaba mucho, para bajar a coger algo de merienda. Fui al camping, merendé algo, me llevé una manzana para arriba, y cuando me estoy acercando me doy cuenta de que lo que está sonando no es lo que debería. Está tocando un grupo con un sonido oscuro, gótico, con sintetizadores graves, guitarras machaconas y una voz gutural grave. Eso no podía ser Manolo Kabezabolo. Cuando los tuve delante reconocí a los chavales de Shroud of Tears, y luego me enteré de que el señor se había puesto enfermo, y debían estar sustituyéndolo. El grupo siguiente está formado por un par de chavales de Shroud of Tears, así que debieron aprovechar que estaban en el recinto, que son de cerca, o que tocan que te cagas para hacer tiempo.
Tras ellos tocaron Strikeback, un grupo que no conocía de nada y con el que quedé muy impresionada. Tiene un par de miembros compartidos con los anteriores, y estos chavales son una pasada. Es un estilo diferente, más metal y menos gótico, más combativo y reivindicativo, pero son geniales igualmente. No tienen nada que envidiar a otras bandas formadas por gente mayor que ellos que están haciendo giras nacionales y sacando discos.
Luego nos cortaron un poco el rollo con Chícharo psicótico (“chícharo” es “guisante” en gallego), que creo que podría describirlo como un grupo de rock suave formado por señores que al llegar los 40 entraron en crisis y dijeron que, o hacían un grupo ahora, o no lo hacían nunca. Y ahí estuvieron, tocando su horita y siendo los reyes del rock and roll.
Las risas vinieron con los siguientes, mis queridos y estimados Tregua. Como suponía que en la última canción iban a colaborar con Sôber, aproveché que las vallas estaban todavía vacías para coger sitio; para esa última canción y para su concierto.
No era la primera en guardar sitio en las vallas. Es más, entre la gente que estábamos en la puerta cuando empezaron a tocar Eotem había unas tres o cuatro tías que salieron pitando a las vallas a asegurarse un sitio, y estuvieron 6 horas montando guardia en ese sitio. Si alguna se iba, quedaban otras custodiando el cachito de valla, no fuese a ser que aquello no estuviese vacío y alguien más quisiera ponerse justo ahí xD Ni siquiera estaban en el centro, porque yo, colocándome cuando Tregua donde quise, porque tenía metros para elegir, acabé bajo los pies de Carlos, en el centro-centro. En fin. Cosas que pasan, según leí después en Twitter, su primer concierto de Sôber, el hype de los primeros conciertos, el emocionarse con todo y esas cosas xD
Y salieron Tregua a dar un poquito por culo. A esas alturas los grupos ya estaban desfasados en cuanto al horario previsto, pero adelantados. Tregua terminaron de tocar cuando se supone que tenían que empezar, por ejemplo. Como aquella vez en el concierto de La Fuga, se me hizo largo y para mí que todas las canciones son iguales. Durante una me pareció escuchar un par de versos de Volver a sonreír, la única que conozco y se me fue la letra a esa. No hubo colaboración que esperaba, y Tregua no se quedaron a gusto con eso, sino que se dedicaron a destrozar la pobre canción, que con Sôber en noviembre había sonado tan bien. Pobre canción.


Al acabar el concierto, Tregua regalaron cds, y mira, que yo no lo quiero ni regalado xD Lo metí en la mochila por no hacerle un feo al chico que los repartía, pero en el camping al día siguiente lo tiré al centro de las tiendas y dije que si alguien necesitaba armar un espantapájaros, porque a lo mejor para eso servía.
Tras Tregua vinieron unos de rollo rock californiano, sin acercarse demasiado al punk de ese estilo. Estuvieron decentes, aunque en el momento no me disgustaron tampoco fueron la sorpresa que fueron Strikeback. Morgen se llaman, y nunca había escuchado hablar de ellos.
Tras ellos salieron Konflikto, otro grupo que ya quería ver en directo pero por una cosa u otra me fui perdiendo. Lo pasé bomba, tocaron genial y tuvieron unas colaboraciones muy chulas de gente de otros instrumentos de otros grupos (viento metal, acordeón y gaita, si mal no recuerdo).
El horario adelantado seguía, eran poco más de las 10 y media de la noche y era el turno de Sôber, cuando se suponía que iban a salir cerca de las 12. No había tanta gente como se esperaba todavía (no habían llegado los que vendrían a ver a Sôber ni a Koma), y los de la organización tuvieron que hacer tiempo. Debieron tirar de lo único que podían y nos colaron por el medio un concierto de un grupo de reagge que supuestamente tenían que haber tocado el jueves pero al final no lo hicieron (según los del grupo, a esas horas yo estaba recogiendo mi tienda en Decathlon). El concierto no estuvo mal, y tampoco nos cortaron mucho el rollo porque fueron bastante movidos y los anteriores tampoco es que diesen caña.

Como me está quedando la entrada larga, para ser más fácil de leer voy a cortarla por aquí. Ahora toca Sôber y todo el post-Sôber, y me puede llevar otro kilómetro escribirlo. Además de que hay cotilleos y seguro que algún stalker agradece que le facilite la búsqueda ^^

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