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4 de diciembre de 2011

Imaginaerum

No hay manera de que cambie de tema en el blog. Hoy vuelve a tocar música. Y es que tras meses de espera, expectación, y pequeños adelantos sueltos, antes de ayer salió el nuevo disco de Nightwish, Imaginaerum y yo, pirata que soy, ya lo tengo.
Pero este disco es bastante más que un disco. No hace falta que me hayan bombardeado mis compañeros de The Drink Tim con todos los trailers, noticias y makings of para saber que hay algo más escondido tras el disco.
Imaginaerum es, efectivamente, más que un disco. Es una banda sonora, porque estará acompañado de una película. El disco, muy en el fondo, esconde una historia, y ésta saldrá en modo de película, dicen, que en la primavera de 2012. Pero tampoco pierde esa esencia de disco independiente, con sus temazos y sus singles. Hay, como en todos los discos, algunas canciones más de enlace, y hay otras que brillan por sí solas.
La película contará la historia de un señor mayor, un compositor de música, que todavía cree que es un niño. Dormido, viaja a su pasado y explora sus recuerdos mezclándolos con la fantasía y la música, mientras lucha por guardar sus recuerdos más importantes. Muy Tim Burton, y a la vez, muy Nightwish. O por lo menos no me imagino que pudiesen hacer una película en la que no mezclasen fantasía, sueños, pasado y música. Además, dicen que la están grabando con el señor que les dirigió el vídeo de The Islander, y solamente con saber ese dato me estoy muriendo por verla.



El disco en sí, es un discazo. Me sigue sorprendiendo (aunque a estas alturas no debería) la maravilla de las composiciones musicales. Este disco trasciende el metal para ser una composición orquestal clásica que incorpora batería y guitarras eléctricas. Los violines, los coros, toda la música orquestal que está “de fondo” es tan importante como las guitarras eléctricas, se mezclan hasta tener todos la misma importancia. Nightwish tiran más al Symphonic metal que al Power metal, y es que se lo merecen. Pero es que además son la mejor banda de symphonic de todos los tiempos, no conozco a nadie ni he escuchado de nadie que consiga crear este tipo de música mejor que Tuomas Holopainen. Quizás si a Verdi le diésemos unas guitarras eléctricas y un par de sintetizadores sacaríamos algo parecido.
Tampoco hay que dejar de lado las voces. Yo soy proTarja y antiAnette, pero tengo que admitir que Tarja no hubiera tenido sitio en este disco. El protagonismo de las voces se reparten casi a medias entre Marco Hietala y Anette, y ella no me chirría demasiado. Incluso casi diría que la canción más afectada por la voz de Anette es Storytime, la que adelantaron a la salida del disco. Hay otras canciones en las que está muy bien, que lo ha hecho para sacarse el sombrero, como podría ser Scaretale. Además, Anette, o su voz, imagino que tendrán un personaje propio en la película (solamente con escuchar el disco se pueden intuir los personajes), y ahí ya no hay cabida para vivir de colaboraciones, como dije cuando sacaron Storytime.
Porque el disco en sí, lleva a pensar en una historia. No hace falta saber que van a hacer una película hilando las canciones para saber que hay algo en el fondo. Las canciones están hiladas, en casi todas ellas está el motivo del circo, de los niños (ole por los coros infantiles en las canciones, por cierto) y algunas canciones tienen un carácter tan narrativo que sabes que dependen de otras para poder existir. Hay canciones que, sin atender a la letra (que salvo Storytime y Song of myself no leí ninguna todavía), sabes que forman parte de una historia, que no canta Anette (como en Scaretale), si no que canta un personaje. Hace una semana y poco sacaron unos teasers de las canciones, apenas 30 segundos de cada una, para hacernos un poco la boca agua, y sigo empeñada en que Scaretale está inspirada en Alicia en el país de las maravillas; en un principio pensé en la canción de What are you waiting for? de Gwen Stefani, pero cuánto más la escucho, más me acuerdo de la película que hizo Burton.
Y dentro de todo esto, hay canciones que brillan por sí mismas, que son temazos y singles en potencia. Ya nos enseñaron Storytime, pero I want my tears back y Scaretale (aunque tiene un inicio y un final muy para hilar con las otras canciones) o Last ride of the day son increíbles. También me llama la atención la variedad que hay en el disco. En esas canciones tenemos power metal sinfónico, pero en Arabesque hay música oriental tocada por una orquesta occidental y metal. ¿Qué mezcla es esa, y por qué queda tan bien? Slow, love, slow se acerca casi al blues, y de metal no tiene nada, pero sigue encajando perfectamente en el resto del disco, no deja de ser Nightwish a pesar de no ser Nightwish. Lo mismo pasa con Turn loose the mermaids o The crow, the owl and the dove. Hacia el final, Song of myself tiene como... un minuto sin música, y sigue siendo música. Sin contar con ese sonido tan celta, o vikingo, o escocés, que ya tocaron en el anterior disco con The Islander, y que sigue apareciendo en este disco en diferentes canciones.

Y es que como dije, yo creo que este disco trasciende el metal para ser... una sinfonía. Para mí, es perfecto. No creo que a alguien que no le gustaba Nightwish le guste, o alguien que tenga prejuicios por el metal o la música orquestal le guste, pero es que es un disco para disfrutar.
A mí Tuomas Holopainen me sigue pareciendo la muestra viva de que si Bach, Mozart, Verdi o cualquier otro compositor clásico viviesen hoy, compondrían metal. Posiblemente algún disco parecido a Imaginaerum.

Y para acabar de convencer a quien no haya escuchado el disco o no supiese de la película, Storytime, con algunas imágenes del making of de la película.

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