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9 de febrero de 2013

Las redes sociales molan

Como en la línea de las entradas anteriores, no tengo muchas cosas que contar. Sigo en casa, preparando algunos cursos por mi cuenta (con lo mala autodidacta que soy a ver si soy capaz de sacarlos adelante) mientras sigo tejiendo y haciendo esas cosas que me limpian la cabeza y la mantienen en su sitio.
Estos cursos son un tipo nuevo que he descubierto y que estoy siguiendo a través del portal MiríadaX, sostenido por la red Universia y la parte de Telefónica comprometida con las universidades y la formación. Lo que tienen de “especial” estos cursos es que son MOOC: massive online open couses. Cursos masivos abiertos online. No tienen límite de plazas, son muy flexibles porque los puedes hacer en tu casa en el momento o momentos que puedas o quieras, y son gratuitos. Yo me he apuntado a 3. Quería apuntarme a menos, para probar cuánto tiempo me consumían y para aprender a organizarme, pero había 3 cursos que no podía dejar pasar. Uno de inglés enfocado al mundo profesional, uno de técnicas de creatividad y otro de educación digital.
Y ese último curso me ha llevado a la reflexión de hoy: la gente que piensa que las redes sociales molan y hay que usarlas todas y mucho para parecer ser importante.

Este último curso, en concreto, se llama Educación digital para el futuro y está impartida por varios profesores de la universidad Carlos III de Madrid. Por lo que he entendido, en el curso nos van a ayudar a entender cómo se pueden aplicar las “nuevas tecnologías” (odio ese nombre) a la educación y a la formación. Digo que odio lo de “nuevas tecnologías” porque de nuevas ya no tienen mucho. Los ordenadores, internet, los móviles y todas estas cosas ya no son nuevos, no con la velocidad a la que están evolucionando. Acepto que durante el 2013 se le llame a las tablets “nuevas”, pero no ya durante 2014, o así como salga un aparato parecido o que las supere.
Los señores que dan este curso son gente que, para lo que es normal en su edad, están muy en contacto con internet y la tecnología en general. Tienen entre 50 y 60 años, han hecho los vídeos, han diseñado el curso, han abierto un perfil de facebook, una wiki para el curso, etc. Pero porque su trabajo se trata de eso. Sin embargo, por lo que he estado viendo, los alumnos son gente joven, en contacto permanente con las redes sociales, y creo que podría asociar a la mayor parte de ellos con esta clase de gente que aspiran a ser community manager y que quieren estar siempre a la última en las redes sociales; incluso en páginas que no son redes sociales y que tratan como tales.

Y me he dado cuenta de que esta clase de gente se está reproduciendo, y me llama la atención. Es gente de diferentes edades, de entre... 25-40 años, obsesionados por compartir. Compartir, conocer, o parecer que se conoce “desde dentro”. Todos sabemos usar Facebook, ellos saben (estadísticamente, no a niveles de programación) cómo funciona Facebook. Qué hacer para ser más visible, cómo “triunfar”. Cuando casi nadie conocía Pinterest, todos estaban a la última, todos lo usaban, todos sabían manejar esa “nueva red social” (para mí, Pinterest no es una red social puesto que la interacción entre usuarios es mínima, blogger permite muchísima más interacción y a nadie se le ocurre decir que los blogs son redes sociales). De hecho, en España, creo que, con pocas excepciones, los que manejamos Pinterest somos los que hacemos cosas a mano y esta otra clase de gente, que lo usan porque es nuevo y porque se sienten en la obligación de conocerlo.
Todas las mañanas, cuando despierto, entre los TT de Twitter siempre se cuela el de #socialmedia. No es que haya pasado nada interesante en el tema, llega hasta ahí por el cúmulo de twits de gente que durante la noche tuitea y retuitea compulsivamente cosas sobre el tema. Las citas les encantan. Los enlaces a blogs que hablen del tema, aunque sea de una manera superficial y abstracta, les encantan. O los artículos sobre estadísticas. Oh, y las infografías, ese cúmulo de información dispersa, que mezcla titulares con números y dibujos, ese atentado a todas las reglas habituales de estudio y comprensión de la información; las infografías les encantan.
Ensalzan el trabajo de community manager como si fuese un trabajo con glamour, moderno, actual, etc. Como un trabajo ideal, de personas eso, modernas y actuales, inteligentes, y sobre todo, imprescindibles.
Yo lo que veo es un montón de gente en su casa, aparentando muchísimo, que aprenden a aparentar y quieren aparentar; porque en el fondo es de lo que se trata. Tener más presencia, más visibilidad, no ser en esencia. He visto consejos para colarse de community manager en una empresa que decían cosas del estilo de cómo convencer a los jefes/responsables de la empresa que es algo importantísimo hoy en día, que una empresa sin actividad en internet no es una empresa con futuro, cómo les prometerían más ventas o actividad, etc; sin darle importancia a si la empresa hacía bien las cosas o no. Ellos quieren que la empresa sea visible, da igual que merezca tener público o no. Por ejemplo, intentar que MediaMarkt tenga todos los días un TT, o unas campañas de promociones y de recomendaciones en Facebook brutales. Da igual si los productos de MediaMarkt son buenos, tienen un buen sistema de posventa o es todo un timo. La empresa tiene que verse y “estar presente” en las redes sociales.

He entrado un par de veces al hashtag que se ha creado para este curso, #edfuc3m, y todos los comentarios que hay son de ese estilo. La importancia de la interacción, de la tecnología, citas de los profesores como si fuesen citas de personajes célebres, y lo importantísimo que es el curso. Son educadores? No. Son fans de la tecnología. Acumulan ese saber por acumular, porque el contenido real del curso no lo van a aprovechar en la vida.

PD: En Guerra Mundial Z formarían parte de todos esos millones de personas sin conocimientos prácticos, que en medio de la guerra, en el período de aislamiento humano tuvieron que hacer algo de verdad por primera vez.

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