Photobucket

12 de junio de 2013

La primera boda entre primos

Hace unos meses me dijo mi padre: “por cierto, tu primo Marcos se casa”, a lo que yo respondí: “pero es que tiene novia?”. Pero tenía razón, se casaba. Un par de meses después nos llegaba la invitación con la fecha, y este fin de semana pasado tuvimos que ir hasta Pontevedra para ir a su boda.
La ocasión era inédita, porque de 20 primos que somos, era el primero que se casaba. Y echando cuentas, no es el mayor, si no el séptimo empezando por los mayores, y con el que marcamos la diferencia entre mayores y pequeños (la siguiente por debajo soy yo, sí, me meten en el grupo de primos pequeños). Hablando al salir de la iglesia, en realidad es raro que ninguno otro se haya casado antes, aunque echando cuentas, pocos tienen pareja. Y por lo visto, ninguno tiene muchas ganas de casarse xD

La boda fue el sábado al mediodía (hasta la medianoche), así que salimos temprano de casa, sobre las 10 y media. Llegamos justitos a la iglesia, tanto que entre la gente que había y el poco tiempo, apenas pudimos saludar a la familia que había por allí. Pensé que me quedaba mucha más gente por saludar, pero más tarde comprobé que más de la mitad no pudieron venir, por diferentes razones. Yo acepté ir a la boda pensando en que vería a gente que normalmente no veo... pero no vinieron (y en parte me dieron envidia, porque si hubiera sabido que podía escaquearme lo hubiera hecho).
Yo iba un poco incómoda. Las reuniones sociales tan protocolarias como esta no me gustan y no acabo de entenderlas. A mí me da igual si no me comporto o presento como debería, pero a otra gente no. En este caso, al ser parte de la familia, y ser él parte de la familia con la que más estoy en contacto, tenía un poco menos de presión. Aún así, no me acaba de fiar de que el vestido que elegí no fuese demasiado estridente o llamativo (negro con lunares grandes blancos)... pero se me pasó incluso antes de entrar en al iglesia. Al ver al resto de invitadas, incluso me sentí discreta de más. Madre mía qué de vestidos feos y cosas extravagantes y locas se pone la gente.
Entre los vestidos y cosas que tengo que destacar, lo primero en lo que me fijé fue en los tocados de las chicas. Aquello parecía una carrera benéfica de caballos en Inglaterra. Entre flores, plumas, hilos y cosas alguna tenía más cosas fuera de la cabeza que dentro. Una chica, por ejemplo, con un vestido en tonos pastel, se cascó en la cabeza una rosa de un color fucsia brillante más grande que su propia cabeza. La primera invitada que vimos tenía un tocado con plumas y cosas que salían disparadas de unos 15cm de alto. Y no eran las únicas, solo las que más me llamaron la atención.
Por suerte, hubo otros vestidos que llamaron más la atención que el mío, que al final fue de los discretos. Una de las chicas se las que más se habló (para mal) escogió un vestido color azul-verde claro; la parte de arriba tenía la forma de un bañador completo, y la parte de abajo era una pequeñita falda de plumas. Todo del mismo color. El escándalo vino cuando en la iglesia tuvo que salir a leer, paseando el culo, los hombros, los brazos, piernas y escote delante del cura. La gente habló más de lo desnuda que iba que de lo feo que era el vestido, que es en lo que me fijé yo xD
El otro vestido, también feo, es del que hablé en twitter como “lazo de regalo”. Es que veamos. Era como un lazo gigante de regalo más o menos envuelto en el cuerpo de la que lo llevaba. El vestido tenía escote palabra de honor, y la falda, con bastante vuelo, salía de las caderas. Pero el escote no era ceñido, si no que estaba algo abultado. Tenía diferentes tonos marrones y detalles en dorado. La tela alternaba unas partes brillantes, como raso, con otras partes tipo tul, transparente. Con detallitos en dorado. Es decir, es como un lazo de regalo en grande. Si a eso le sumamos que tenía un chal de la misma tela en el que iba envuelta...

El resto de la boda fue más o menos bien, dentro de lo bien que puede ir para mí una cosa así. Me sentaron en la mesa con mi abuela, dos señoras más que no conocía, dos de mis tías mayores, otra chica que no conocía y mi prima pequeña (a la que saco 10 años). La mesa reina de la fiesta. Fue todo muy tranquilo, hasta que entre platos nos sirvieron un sorbete de mojito y a mi abuela le chifló y quiso repetir. Fue el único momento un poco divertido.
La chica-señora que se me sentó al lado no podía estar más jodida de la cabeza. Mientras estábamos esperando a los novios con los aperitivos y estaba hablando con mi hermano se nos acercó (sin conocerla de nada) y nos dijo: “yo soy de Cee y vosotros de Corcubión, así que somos enemigos”. Así, como presentación. Y luego resulta que se me sienta al lado en la mesa. Chachi.

La comida, como siempre, se eternizó. Llegamos más tarde de las 2 y media a comer, nos dieron los entrantes (qué buenos estaban, prácticamente comí solo eso), casi a las 4 subimos a comer, dos platos de marisco, a las 6 servían el pescado, luego el sorbete de mojito, la carne, dos postres (qué buenos estaban), y ya me pude levantar y escaquearme. Pasé la tarde hablando con mi padre, con mi hermano, con más gente... intentando no aburrirme todo lo que podía aburrirme.
De nuevo, el camarero pensó que yo era menor de edad, porque rechacé el vino al empezar la comida. Luego, cada vez que pasaba con algo de alcohol (el sorbete de mojito, champán con el postre) nos miraba a mi prima y a mí y hacía amago de servirnos como si fuese una travesura. Mi padre se partía cuando se lo contaba xD
Sobre las 8 la gente empezó a bailar, sobre las 10 sacaron la mesa de merienda-cena (como si no hubiera habido suficiente) y ahí empecé a ir en picado, de cansancio y aburrimiento. De que los borrachos me cargan cada vez más, aunque no me hablen, solamente de verlos, y la barra libre empezaba a notarse.

Aunque de toda la boda destacaría solamente un momento sobre el resto. El que pinchaba la música estaba poniendo cosas muy variadas (Michael Jackson y luego reguetón y luego Extremoduro, en ese plan) y tocó una canción de Marea, que no reconocí, pero que pusieron a posta, porque por su reacción, es una canción importante para mi primo. Mientras empezaba a sonar se arrancó el chaleco y la corbata, y se podía ver que perdía el control (ayudado del alcohol, claro). Durante el solo la novia agarró el micrófono, y cuando volvió la letra empezó a cantársela. Y terminaron la canción cantando los dos, con sus amigos a su alrededor en círculo, sin bailar ni nada. Sé qué es lo que una canción te llene y te haga perder el control, y no me imagino lo que es que tu novia te la cante en tu boda, con toda la gente alrededor.

Salimos de allí pasadas las 12 y media de la noche. Mi padre, mi hermano y yo dormimos en una finca que tienen mis tíos, junto a dos tíos más. Al día siguiente comimos junto a mi abuela, las dos señoras que no conocía y la chica-señora con la que me senté a la boda. Nos fuimos sobre las 5 y media de la tarde, y a las 8 estábamos en casa.
Prueba superada, y primer primo casado. Parece que pasará un tiempo antes de que otro se case. Pero también parece que mis amigas empiezan a casarse. Con lo poco que me gustan estas cosas.

Los poquitos que fuimos:

2 comentarios:

Isi G. dijo...

No ibas mal, mujer, es una opción original para ir de boda ese vestido.

Piensa en la siguiente, que será épica :D

¡Besos!

E.C. Belmont dijo...

Interesante historia, todos salen muy bien en la foto. Saludos!