En las comidas familiares no será lo mismo, ya no habrá una esquina a la que pueda mirar y pensar "tengo tíos normales, no todos me caen mal, algunos son personas". Ya no tendré a quién llamar desde Riazor cuando el Depor vuelva a estar en Champions y vuelva a darle un baño al Milán. O cuando haya otro Centenariazo.
No quiero pensar y no sé qué decir (no sería nada nuevo, muchos se me han adelantado). Pese a llevar un tiempo esperándolo, jamás creí que llegaría, y sigo en shock desde la mañana.
Adiós.
Por favor, no me apetecen comentarios en esta entrada.
Gracias.
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